Publicidad

Las fotos de un arquitecto con la típica puntería de los salteños

Compartir esta noticia
Una Rolleiflex y una Leica permitieron dar a luz las escenas de fotos. Foto: Acervo Fresnedo Siri.

PATRIMONIO A SALVO

El acervo de imágenes inéditas se expone en el Centro Cultural de España.

Una Rolleiflex y una Leica permitieron dar a luz las escenas de fotos. Foto: Acervo Fresnedo Siri.
Una Rolleiflex y una Leica permitieron dar a luz las escenas de fotos. Foto: Acervo Fresnedo Siri.

CARLOS CIPRIANI LÓPEZ

La obra arquitectónica singular y moderna de Román Fresnedo Siri (1903-1975) es muy poco conocida por los montevideanos, que no vinculan ese nombre con edificaciones como las del Palacio de la Luz o el Sanatorio Americano o la propia Facultad de Arquitectura de Bulevar Artigas.

Menos aún se conocía hasta ahora el trabajo refinado de Fresnedo en el área de la fotografía, algo que puede descubrirse acercándose a disfrutar una exposición montada en el Centro Cultural de España.

Para alcanzar ese rescate de la memoria, el fotógrafo Ramiro Rodríguez Barilari realizó desde el año 2011 un proyecto de investigación puntilloso, que incluyó visitas a varios archivos y múltiples entrevistas que lo llevaron a localizar y reclasificar parte del acervo fotográfico que Fresnedo captó y reunió entre los años 1930 y 1970.

El carácter inédito de la exposición es un valor en sí, y a eso hay que sumar que detrás de la cámara estuvo un día la mirada de un brillante creador, un salteño muy aficionado también a la música, al remo y el yachting.

Para el decano de Arquitectura Gustavo Scheps, Fresnedo Siri (el primer uruguayo que gana un concurso internacional, con el diseño de la sede de la Organización Panamericana de la Salud en Washington, realizado en 1961), es parte de una generación de arquitectos formados en la tradición de la academia que logró recoger y recrear, con extraordinaria pericia, la experiencia de las vanguardias internacionales, y la propuso con naturalidad a una cultura local dispuesta a recibir y adoptar una renovadora manera de pensar los edificios y las ciudades.

En imágenes.

¿Y qué decir de su fotografía? Eso muy bien lo evalúa para El País Ramiro Rodríguez Barilari.

"Hay una determinada sensibilidad de Fresnedo que está empatizando con su época y en consonancia con un acontecer internacional. Primero, tiene una calidad técnica muy pareja en su material, la valoración formal y plástica es excelente. La resolución técnica es muy buena y tiene una decidida búsqueda plástica, compositiva. Fresnedo tiene un ojo muy avezado, que maneja el campo de lo inanimado, como es la arquitectura, pero es interesantísimo cómo del punto de vista compositivo hace lo que quiere con lo animado. ¡Hay que retratar a la gente como lo hizo él, metido en la escena, participando como uno más, con una mirada activa! En esos casos hay una tensión y atención hacia la cámara".

"En otras fotos es como una cámara de cine de ficción, en donde los personajes no miran a la cámara. Hay búsquedas formales alternativas, imágenes oblicuas, y también encuadres clásicos que juegan con lo paralelo, donde se cuida cada elemento, no hay nada casual".

Encuentros.

La labor desarrollada por Ramiro Rodríguez Barilari para el hallazgo y conservación de las imágenes, que podrán apreciarse en el Centro Cultural de España hasta el 16 de noviembre, comenzó en coincidencia con la nefasta demolición de las estupendas casas siamesas que Fresnedo diseñara en 1946 para las familias Martirena-Dighiero, en la Avenida Ponce.

En su época de estudiante en la Facultad de Arquitectura, el productor y curador de la muestra ya sentía un gran aprecio por Fresnedo, descubriendo día a día algo nuevo en el edificio universitario. Pero la desaparición de otra vivienda familiar pergeñada por Fresnedo lo hizo entrar en contacto con familiares, para rescatar su figura y su quehacer en varias disciplinas, algo desconocido o restringido a los allegados (ya mayores) desde que el arquitecto empezó a jugar en las grandes ligas, fuera de Uruguay, desde Estados Unidos a Brasil, por ejemplo, en donde proyectó el Hipódromo de Porto Alegre.

"Yo tenía algún dato básico de que Fresnedo había practicado la fotografía, pero no tenía claro con qué intensidad. A partir de las primeras reuniones con los sobrinos ya empiezan a aparecer algunos materiales. Y me decían: ¡Román era fotógrafo! Estaba posicionado así en la familia. Después fue surgiendo el acervo en distintos soportes: negativos, copias, álbumes, en formato medio y 35mm. Y bueno, empezamos a ordenar y preservar eso, porque la fotografía analógica es muy inestable, muy sensible a la variación de la temperatura o la humedad. La familia de Fresnedo cuidó ese material pero en una casa es muy difícil. Por eso prioricé trabajar con los negativos más deteriorados".

Un espacio que fluye y una experiencia estética múltiple.

La arquitecta y docente Yolanda Boronat explicó que en los hospitales, viviendas, hipódromos y edificios de Fresnedo "está siempre presente la búsqueda de una espacialidad fluyente que se constituya en una experiencia estética, la que enriqueció incorporando obras de arte de distintos autores y procedencias". Esa espacialidad que pasa a conducir la experiencia estética también emerge de las fotografías de un hombre que partió de las netas bases académicas de su tiempo pero desembocó, por ejemplo, en homenajear a Le Corbusier, con ejercicios de arquitectura moderna. Con el apoyo conceptual y técnico del Centro de Fotografía en las etapas de digitalización y posproducción, el proyecto fotográfico expuesto en estos días fue seleccionado por el Fondo Concursable para la Cultura 2016 y por los Fondos de Incentivo Cultural 2017. Fue además declarado de Interés Nacional y cuenta con el apoyo de los ministerios de Educación y Cultura, de Relaciones Exteriores y de Turismo, así como del Instituto Italiano de Cultura, de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, y de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

fotografíaarquitectura

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad