Serán llamados por la comisión que investiga espionaje.

Aunque su trabajo es reservado por acuerdo de los partidos políticos, es seguro que los ministros de Interior y de Defensa de los seis gobiernos desde 1985 al presente serán citados a la comisión parlamentaria que investiga situaciones de espionaje militar a políticos, dirigentes sindicales y empresarios. Miembros de la comisión confiaron a El País que tras el feriado de Semana Santa comenzarán las convocatorias.

Los legisladores que integran la investigadora tienen la "convicción" de que las operaciones de espionaje a cargo de militares y policías continuaron una vez restablecida la democracia, al menos, hasta 2015. Por eso se quiere conversar con los responsables políticos de ambos ministerios, explicaron.

Los primeros cuatro ministros de Defensa ya en democracia han fallecido: Juan Vicente Chiarino, Hugo Medina, Mariano Brito y Daniel Hugo Martins. El resto será convocado a excepción de Luis Brezzo, fallecido el 26 de septiembre de 2002, y Eleuterio Fernández Huidobro que murió en el cargo el 5 de agosto de 2016. Son los siguientes: Rodolfo González Rissotto, Raúl Iturria, Juan Luis Storace y Yamandú Fau.

Una vez que el Frente Amplio llegó al gobierno, fueron ministros: Azucena Berrutti, José Bayardi, Gonzalo Fernández, Luis Rosadilla y desde 2016 el actual ministro Jorge Menéndez. En el caso del Ministerio de Interior, serán convocados, entre otros, los exministros Antonio Marchesano, Flavio Buscasso, Juan Andrés Ramírez, Ángel María Gianola, Didier Opertti, Luis Hierro, Guillermo Stirling, Daniel Borrelli, Alejo Fernández Chaves, José Díaz, Daisy Tourné y el actual titular Eduardo Bonomi.

En marzo, el diputado oficialista Gerardo Núñez contó que la exministra de Berrutti (que ya concurrió) aportó datos sobre la incautación que hizo en 2007 de información de inteligencia en un local del Ejército en la calle Eduardo Víctor Haedo casi República. La comisión trabajará con ese material y con lo que la Justicia incautó al militar retirado Elmar Castiglioni luego de su muerte en 2016. Según publicó Brecha, los documentos encontrados en la casa de Castiglioni revelaron una práctica sistemática de espionaje a todos los partidos políticos, los sindicatos, y también a las organizaciones sociales.

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