La expareja de Wilson Coronel, asesinado por delincuentes, dijo que siente "impotencia, bronca y miedo" y criticó a las autoridades por fijarse en "un tecnicismo".

La exesposa de Wilson Coronel, el policía que fue asesinado en la madrugada del lunes en una pizzería de Pocitos, publicó ayer en su perfil de Facebook que sentía "impotencia, bronca y miedo" por la muerte del padre de sus hijos.

"Se va un ser humano y vuelve una puta mochila", escribió en la publicación, que va a acompañada por una foto. "La impotencia ,bronca y miedo de no poder sostener a mis hijos hoy me inunda", agrega después.

La mujer, que afirmó haber convivido con Coronel 16 años, señaló que siempre le preguntó por qué trabajaba como policía y el hombre le respondía que era porque "amaba lo que hacía".

"Nada, absolutamente nada vale la pena si dejas la vida, si dejas a tus hijos sin padre", reflexionó.

Luego, criticó a las autoridades por el manejo de la situación luego del crimen: "Hijos de puta los dirigentesque se fijan en un tecnicismo, que ellos viven con un sueldo de reyes mientras él cobraba 16 mil pesos como tantos otros que están obligados hacer un 223 para vivir. No quiero ver a ninguno en el velorio, y si van que vayan con las cámaras porque yo también voy a hacer mi descargo".

"Una mochila de mierda y cuatro pesos cagados fue lo que valió la vida del padre de mis hijos", concluyó la mujer.

Coronel pertenecía al Grupo de Reserva Táctica (GRT) y tenía 21 años de servicio en la Jefatura de Policía de Montevideo. Estaba separado y tenía tres hijos. La mayor vive en Rocha y los otros dos, que tienen 14 y 11 años, viven en la ciudad de La Paz (Canelones) con su exesposa.

Su muerte provocó sentidas muestras de consternación en las distintas ramas de la familia policial. Todas las agrupaciones sindicales y sociales de funcionarios de la seguridad pública hicieron saber su dolor.

Sin embargo, no habrá honores policiales en su memoria, ya que Coronel mientras realizaba una tarea "irregular", según expresó el subsecretario del Interior, Jorge Vázquez. El protocolo vigente indica que la pompa corresponde a los casos en que los efectivos caen en "acto directo de servicio".

El policía estaba "desempeñando una tarea de seguridad no autorizada y sin las medidas de protección que el Ministerio (del Interior) recomienda", señaló Vázquez.

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