Emitió matasellos con fecha 23 de junio, cuando nació el 11 de diciembre.

Finalizó ayer en Tacuarembó la vigésimo tercera Semana Gardeliana, que en esta oportunidad se denominó "2017: año del 130º aniversario de Carlos Gardel".

Dentro del programa de actividades se presentó el viernes un matasellos conmemorativo, en el que se incluyó un error grave: se colocó la fecha "23 de junio de 2017" como la correspondiente al aniversario del natalicio. Según las dos teorías que existen sobre el nacimiento de Gardel, la uruguayista y la francesista (apoyada por los argentinos), el "Zorzal Criollo" llegó a este mundo un 11 de diciembre de 1890.

La fecha del matasellos especial ni siquiera coincide con la de su fallecimiento —suponiendo que los creadores confundieran los hechos—, que ocurrió el 24 de junio de 1935 en el aeropuerto de Medellín, en Colombia, tras accidentarse el avión que lo transportaba.

Según se indicó en la presentación del matasellos realizada en Tacuarembó, la iniciativa surgió de la Dirección Departamental de Educación y Cultura y la Fundación Carlos Gardel, siendo respaldada por El Correo Uruguayo. En la misma hablaron el titular de la Dirección de Cultura, Carlos Arezo, y el director de El Correo Fernando Saralegui.

Saralegui dijo que no se podía emitir un nuevo sello, pero sí un matasellos especial sobre "los 130 años del tacuaremboense inmortal". El matasellos fue presentado sobre un sello editado por El Correo en 2004.

"Hoy específicamente estamos reafirmando ese criterio, ese sentimiento de identidad y de cultura que la sociedad de Tacuarembó lanza hacia el mundo entero, de que aquí nació Gardel. Creo que es un hecho innegable y orgullo para Tacuarembó que aquí nació y se proyectó hacia el mundo la figura de Carlos Gardel", sostuvo el director de El Correo.

Arezo, por su parte, indicó que "el gobierno departamental de Tacuarembó decretó que en 2017 se recuerde el 130º aniversario del nacimiento de Carlos Gardel, que ocurrirá el 11 de diciembre". El decreto fijando una fecha se debe a que tampoco se sabe a ciencia cierta que Gardel haya nacido en 1887, pues hay investigadores uruguayos que han dicho que esto ocurrió en 1883. La hipótesis francesista sostiene que nació en Toulouse (Francia) el 11 de diciembre de 1890.

En los últimos años la tesis uruguaya sobre la nacionalidad de Gardel dio a luz dos libros fundamentales: De Carlos Escayola a Carlos Gardel, de Gonzalo Vázquez Gabor, y Gardel es uruguayo, de un interesante conjunto de autores que durante años trabajaron desentrañando la vida del "Mago".

Por otro lado, la tesis francesa también ha hecho su trabajo, y en Montevideo se pueden encontrar algunos libros (no es fácil hallarlos) que dan cuenta de los supuestos antecedentes franceses de "el Zorzal Criollo". Además, la película de Ricardo Casas (El Padre de Gardel, un buen documental) ha multiplicado el interés sobre el tema.

Gardel es uruguayo reúne trabajos de autoridades sobre el tema (como Nelson Bayardo) y otras figuras emergentes, como la argentina Martina Iñiguez, que tanto ha hecho para legitimar la tesis uruguaya. Capítulo a capítulo, el libro (que no es una biografía del "Mago"), va tirando al tapete los puntos más discutidos de la nacionalidad de Gardel, y cada investigador, especializado en el tema, lo enfoca con claridad, lucidez y buena intención.

Otro libro de interés, para escuchar la otra campana, es Carlos Gardel, sus antecedentes franceses, que Monique Ruffié de Sanit Blancat, Juan Carlos Esteban y Georges Galopa editaron por Corregidor.

El sábado, coincidiendo con un nuevo aniversario de la muerte, se reinauguró la Villa Yeruá de Malvín, el chalet que el cantor solía visitar para compartir momentos con su amigo Francisco Maschio, criador de caballos purasangre, y con el jockey Irineo Leguisamo.

En la inauguración se develó la tercera estatua de Gardel de cuerpo entero que tiene Montevideo, en este caso junto a Leguisamo, construida por Alberto Morales Saravia, responsable de las imágenes similares que se encuentran en el Parque Central y en el bar Facal de 18 de Julio y Yi.

La casa fue concesionada a la Asociación Uruguaya de Propietarios de Caballos de Carrera, que colocó allí su sede y un museo sobre el turf y el tango.

CONTROVERTIDO HOMENAJE AL "MAGO"