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Enviado del Papa: grupos externos ven con molestia la potencia de su mensaje

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Ravasi es un hombre clave de la Iglesia Católica. Foto: F. Ponzetto.

El cardenal Gianfranco Ravasi, estrecho colaborador del papa Francisco, que visita en estos días Uruguay, dijo que el pontífice se trazó como prioridad desde el primer momento terminar con los manejos inapropiados de las finanzas de El Vaticano y que sabe que encontrará resistencias. Pero consideró que las revelaciones conocidas en esta semana a través de dos libros publicados en Italia, si bien son útiles para aumentar la transparencia, en algunos casos revelan anticlericalismo y preocupación por la "potencia" del mensaje del papa argentino.

Ravasi es el presidente del Consejo Pontificio de la Cultura y fue enviado por Francisco a participar en un evento denominado "Atrio de los gentiles, diálogo sobre Libertad y Construcción de la Sociedad", organizado por la Iglesia Católica. Es columnista de L´Osservatore Romano, el diario vaticano.

"¡Este es un cardenal de verdad!", dijo el arzobispo y también cardenal Daniel Sturla al presentarlo. "Los integrantes de la Iglesia no son espíritus. Se pueden contaminar. La purificación es una realidad constante. Hay grupos externos que probablemente no ven con placer la fuerza del mensaje cristiano del papa Francisco, su potencia", sostuvo. Esta semana se publicaron en Italia "Vía Crucis", de Gianluigi Nuzzi y "Avaricia" de Emiliano Fittipaldi, dos libros que tratan una temática similar: las dificultades que encuentra el pontífice terminar con el mal uso de los recursos vaticanos.

Ravasi dijo que conoce a uno de los dos periodistas y sabe que es anticlerical y "agrega cosas que son coloreadas". "Las páginas tienen componentes verdaderos pero conozco al autor y sé que es agresivo en la confrontación", señaló. Ravasi reconoció que el papa debe lidiar con realidades que estaban "codificadas, cristalizadas". Recordó que fueron detenidos por haber actuado como fuentes de información para los libros el sacerdote español Lucio Vallejo y la laica Francesa Chaouqui.

El prelado dijo que no le preocupa la secularización "porque es un fenómeno de tipo cultural" pero sí le inquietad "la indiferencia, la apatía, la falta de preguntas existenciales y la posibilidad de que la secularización resulte en una caída del nivel cultural y humano".

"El Papa es capaz de hablar con un mundo diverso como demostró durante su visita a Estados Unidos. Reduce distancias. El cristianismo escucha" porque "todas las religiones y culturas tienen valores propios," enfatizó.

En una línea similar, Sturla consideró que "ha crecido la indiferencia" y mostró su preocupación por la prioridad que siente que se le da a lo "superficial, al espectáculo". Sturla señaló que la Iglesia "por supuesto" que no pretende volver a estar unida al Estado pero entiende que "lo religioso está llamado al ámbito público" y que muchas veces en Uruguay "se invisibiliza". La iglesia se felicita de "que hay más pluralidad que cuando nuestros abuelos" y no pretende una posición hegemónica, aseguró, sino dejar atrás un laicismo que considera que fue excesivo y que predominó en parte del siglo XX, dijo.

De Posadas contra "agudo relativismo"

El ex ministro de Economía y Finanzas, Ignacio de Posadas, considera que en Uruguay "hay pérdida de valores y agudo relativismo" que en parte se vinculan con el laicismo. "El Uruguay está preso todavía de una cultura oficial que contiene un fuerte elemento negativo en su concepción del ser humano, cercenando toda posibilidad de explorar o vivir la concepción trascendente", consideró durante su participación en "El Atrio de los Gentiles". Hay, a su juicio, "una asepsia forzada".

En opinión del ex presidente Julio Sanguinetti, la creación de la Universidad Católica del Uruguay y la permanencia de la cruz que recuerda la primera visita al país del papa Juan Pablo II, fueron ejemplos de un concepto de "laicidad moderno". Sanguinetti, que se definió como agnóstico, sostuvo que "la concepción de laicidad dominante, no es ni fija ni dogmática, es una concepción que se ha ido adaptando a un clima de mayor democracia".

Sanguinetti consideró que la "batalla del liberalismo" y del laicismo ha permitido grandes avances como la mejora del status de la mujer, originalmente relegada por las religiones monoteístas. Sanguinetti discrepó con de Posadas con respecto a que el laicismo genere crisis de valores.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Ravasi es un hombre clave de la Iglesia Católica. Foto: F. Ponzetto.

Francisco lidia con realidades que estaban “cristalizadas”

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