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Ejército reclama "no denostar" y desde el FA piden autocrítica

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"Nadie puede dudar la subordinación del Ejército al poder civil", dijo Ríos. Foto: F.Flores.
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A dos días de la vigésima Marcha del Silencio, que este año lleva por lema "¡Basta ya de impunidad! Verdad y Justicia", ayer lunes en el acto por el 204° aniversario del Ejército, su comandante en jefe, Guido Manini Ríos, pidió que a los soldados "no se los denueste por prejuicios del pasado".

No hubo en su discurso menciones a la dictadura, lo que ya generó críticas desde la izquierda. Mientras tanto, el Poder Ejecutivo dará en las próximas horas una señal "muy fuerte" de su voluntad de esclarecer los secuestros, asesinatos y desapariciones ocurridos durante la dictadura (1973-1985), adelantaron a El País fuentes oficiales.

La señal será la aprobación del decreto que crea la Comisión por Verdad y Justicia. El decreto contendrá una fundamentación, oficializará la integración del grupo y expresará la postura oficial del gobierno sobre la investigación de los hechos vinculados a la dictadura.

En el palco oficial del acto, armado con dos carpas verdes que servían para proteger a las autoridades del intenso sol, a Manini Ríos lo escuchaba atentamente el presidente Tabaré Vázquez, que al inicio de la ceremonia pasó revista a los efectivos en el estadio del Ejército Nacional. También asistieron a la ceremonia el vicepresidente Raúl Sendic, el presidente de la Suprema Corte de Justicia Jorge Chediak, los expresidentes Julio María Sanguinetti y Luis Alberto Lacalle, y los ministros Eleuterio Fernández Huidobro (Defensa) y Rodolfo Nin Novoa (Relaciones Exteriores). Además había legisladores del oficialismo y de la oposición.

En un discurso muy aplaudido que duró poco más de 20 minutos, Manini Ríos reivindicó el papel del Ejército y aprovechó para dejar en claro que "nadie, absolutamente nadie en este país, puede tan siquiera dudar de la subordinación del Ejército al poder civil, de su respeto a las instituciones democráticas y su compromiso irrestricto con las políticas de Estado".

Manini Ríos, que asumió el cargo el 2 de febrero, se esforzó por demostrar que la imagen que una parte de la ciudadanía tiene del Ejército no se corresponde con la realidad. Habló del Ejército como "ese comodín que siempre está presente en el mazo de cartas" para ayudar cuando se presenta la oportunidad. Describió a la fuerza como una institución de "seres humanos, que con sus defectos y virtudes siempre están dispuestos a servir a la sociedad". Por eso, pidió que "no se los humille, ni se los desprecie con soberbia".

Señalando a sus hombres impecablemente formados, Manini Ríos pidió tener en cuenta que son de "carne y hueso" y tienen también sus necesidades y familias. "Pregúntenle a cualquiera de los soldados, que forman a nuestro frente, dónde estuvo la pasada Navidad o el pasado fin de año, o el anterior. ¿Dónde estuvo cuando cumplió años su pequeño hijo o cuando se le enfermó un familiar cercano? Callado, abnegado, sufrido; ese soldado siempre estuvo donde se lo requirió", afirmó el comandante en jefe.

Después de enumerar cada una de las tareas del Ejército —entre las que citó las misiones de paz, la guardia exterior de siete establecimientos carcelarios, la atención de catástrofes y el reparto de comida en refugios invernales, Manini Ríos enfatizó en que los soldados cumplen con estas obligaciones "sin pedir nada a cambio".

"¿Qué piden estos soldados a la patria?", preguntó el comandante y enseguida él mismo contestó: "A la patria, como siempre, no le piden nada".

Manini Ríos afirmó que solo reclaman "reconocimiento" por su esfuerzo diario al servicio de la comunidad, su aporte en las misiones de paz, a la educación y también a la salud.

Más presupuesto.

En momentos de austeridad fiscal, en los que el Poder Ejecutivo discute las prioridades del próximo presupuesto quinquenal, Manini Ríos insistió en la necesidad de mejorar las condiciones de trabajo y los salarios de los efectivos militares.

En el cumplimiento de la tarea "muchas veces se usa material antiguo" o "con décadas de uso" al que se complementa con "ingeniosos simuladores de fabricación propia", dijo el jefe del Ejército. Aunque también reconoció que recientemente se incorporó material de última generación, como los radares terrestres para el patrullaje de las zonas de frontera.

El comandante destacó el nivel del Liceo Militar que recibe gente "de estratos muy carenciados y postergados" y preguntó cuántos organismos del Estado y empresas privadas se nutren de la formación que reciben los soldados.

"Una vez formado, el especialista rápidamente emigra a otra actividad, siempre mejor paga y menos sacrificada, un proceso continuo que convierte a nuestra institución en una verdadera escuela de oficios, en una función social difícil de cuantificar y no siempre valorada", señaló.

Para ilustrar esta problemática que afecta al Ejército por los bajos salarios —un soldado recién ingresado cobra $ 9.000— Manini Ríos preguntó cuántos conductores de camión, operadores de maquinaria, enfermeros, informáticos o mecánicos se formaron en los cuarteles.

A 204 años de su fundación, el Ejército cuenta con 15.000 efectivos, distribuidos en más de 70 reparticiones en todo el país, de los cuales 1.300 están desplegados en el exterior cumpliendo misiones de paz en Haití, Congo y la península de Sinaí. En los últimos 23 años, 43.000 integrantes del Ejército participaron en ellas.

En promedio, estos efectivos cumplen más de 60 horas semanales de servicio, un promedio de 12 horas diarias, cinco veces a la semana. El comandante advirtió que para cumplir con todas las funciones (que se llevan adelante y están contenidas en la Constitución, las leyes, decretos y disposiciones gubernamentales) bajo un régimen de trabajo de cinco veces a la semana ocho horas diarias se necesitarían más de 23.000 efectivos. Esto significa que se requerirían al menos 8.000 militares más de los que hoy hay en el país.

Después de finalizado el discurso del comandante, comenzó el desfile de los batallones que incluyó desde los Zapadores de Ingeniería 1837, los cascos azules y el batallón de infantería paracaidista N° 14, cuyos integrantes tenían sus caras pintadas de verde y lucían uniformes camuflados, además de cargar una gran mochila en sus espaldas.

El acto se cerró con la llegada de paracaidistas y la actuación de la banda militar. Antes de retirarse del lugar, Vázquez saludó a Sanguinetti y a Lacalle. Acompañado de sus custodias, se subió a un auto oficial sin hacer declaraciones.

Críticas a la izquierda.

El discurso de Manini Ríos suscitó críticas en la izquierda. Luis Puig, diputado del Partido por la Victoria del Pueblo, dijo a El País que el comandante perdió "una excelente oportunidad" de hacer referencia al 39 aniversario de los secuestros de los legisladores Héctor Gutiérrez Ruiz y Zelmar Michelini y del médico comunista Manuel Liberoff. "Acá no se trata de estigmatizar. Se trata de que los mandos actuales reconozcan estos hechos y comiencen la autocrítica", sostuvo el legislador. E hizo referencia a que en el último editorial de la revista El Soldado del Centro Militar se admitió que en los países de América del Sur en la década de 1970 hubo una coordinación represiva.

"La conformación de la Comisión de Verdad y Justicia nos parece importante porque Uruguay tiene un retraso muy grave en materia de verdad y justicia", agregó el legislador. Mencionó, como ejemplo, la reciente liberación del policía retirado Ricardo Zabala, a quien se exculpó del asesinato del maestro y periodista Julio Castro en 1977. Para Puig, la Suprema Corte de Justicia contribuye con la impunidad.

"En Uruguay hay una construcción de la impunidad y no se puede permitir más impunidad y eso lo vamos a dejar claro el 20 de mayo", sostuvo Puig. Ese día la marcha comenzará a la hora 19 en Rivera y Jackson. Irá hasta la Plaza Libertad donde cantarán el Himno Nacional. En la marcha no habrá banderas partidarias.

La organización que reúne a los familiares de los detenidos y desaparecidos se pronunciará hoy sobre los dichos de Manini Ríos y del ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro.

En el Frente estigmatizan a militares.

El ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, reconoció en rueda de prensa que se estigmatiza a los militares dentro de la sociedad y también en el Frente Amplio.

De esta forma, coincidió con el discurso del comandante del Ejército, Guido Manini Ríos, quien pidió un mayor reconocimiento al trabajo de los militares.

“Hay una estigmatización y hay gente que se dedica a la estigmatización como los racistas que perseguían a la gente por su raza. Como todos los estigmatizantes que han habido a lo largo de la humanidad”, señaló.

Fernández Huidobro indicó que tal como se persigue a la gente por su raza, profesión o religión, se estigmatiza hoy a los militares.

“La estigmatización es evidente. ¡Por favor. Es notoria! Hay grupos, hay hasta medios de prensa que se dedican nada más que a eso”, insistió el ministro.

Consultado si también dentro del Frente Amplio se estigmatiza a los militares, la respuesta de Fernández Huidobro fue afirmativa. “Sí señor, de toda la sociedad. No es solo la interna del Frente, es la sociedad en general”, aseguró.

Los salarios de militares son “los más deprimidos”.

El Ejército tiene casi la mitad de sus hombres viviendo bajo la línea de pobreza y 750 efectivos en situación de indigencia, de acuerdo a datos oficiales divulgados por el comandante en jefe Guido Manini Ríos.

La baja remuneración “es un desestímulo para el ingreso a la jerarquía más baja”. Un soldado que recién llega al Ejército cobra un sueldo líquido de entre $ 9.000 y $ 10.000.

Con respecto al reclamo salarial realizado ayer por Manini Ríos, el ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, señaló que los militares son los que tienen “los salarios más deprimidos de toda la administración central”. “Un soldado que recién empieza gana $ 9.000, no podemos reclutar gente para Prefectura, donde precisamos más gente. Se nos van, como se dijo en el discurso del comandante. Se van a la actividad privada”, dijo el ministro.

Para Fernández Huidobro, en Uruguay formar un soldado “es un mal negocio” , porque se “gasta plata” y luego el efectivo emigra al sector privado y se debe volver a invertir en otro soldado.

Día del Ejército.

En una ceremonia cargada de protocolos, se celebró ayer el Día del Ejército Nacional en el campo deportivo de esa fuerza. Como es tradición, el presidente Tabaré Vázquez pasó revista a los efectivos y luego los presentes entonaron el himno nacional. Los batallones desfilaron al ritmo de las marchas militares y dos suboficiales que participaron de tareas de rescate (Ricardo Saralegui y Álvaro López Sequeira) fueron distinguidos por el comandante en jefe Guido Manini Ríos con la "Medalla al Valor Militar".

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"Nadie puede dudar la subordinación del Ejército al poder civil", dijo Ríos. Foto: F.Flores.

Esta semana Vázquez aprobará un decreto para avanzar en las investigacionesVALERIA GIL / J.P. CORREA

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