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Editoriales y autores alertan crisis por "ley de fotocopias"

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Allanamiento. En octubre de 2013 la Policía incautó las fotocopiadoras de la Galería Montecarlo. Foto: Archivo El País.
Archivo El País

Alertan que desaparecerá zafra de marzo y que podrían cerrar librerías.

La industria editorial está en estado de alerta. A la espera de un cataclismo. Creen que cada vez habrá menos libros uruguayos, que los que vienen del extranjero se dejarán de importar y que algunas librerías se verán obligadas a cerrar sus puertas.

La modificación a la ley de Derechos de Autor que fue votada la semana pasada en el Senado genera preocupación. La misma establece, en su polémico artículo 15, que se podrán fotocopiar o pasar a formato digital libros, sin importar si estos son utilizados para estudiar.

La Cámara del Libro, las editoriales y muchos escritores se han pronunciado en contra. Por su parte la impulsora del proyecto, la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU), ha conseguido el apoyo de la Universidad de la República, del Pit-Cnt y de legisladores tanto oficialistas como opositores.

"Es inconcebible una ley que autoriza la fotocopia", precisó desde la Editorial Planeta Claudia Garín. Planeta también importa a Uruguay el catálogo de la Editorial Paidós, que genera libros de estudio, sobre todo manuales de Psicología. "Ahí hay todo un trabajo del autor y de la editorial, que invierte entre otras cosas en hacer las traducciones. ¿Quién va a pagar eso si después no va a haber un rédito?", cuestionó.

Desde la Editorial Fin de Siglo, Alicia Guglielmo dijo que se necesita "retomar la cordura", y que si no hay cambios al proyecto en Diputados "la industria editorial dejará de tener sentido, porque no se recuperará la inversión que se haga".

Por la Editorial HUM/Estuario, Martín Fernández consideró que por el tipo de libros que ellos publican (ficción y ensayo), no cree que la ley lo afecte en lo inmediato, pero dijo que si perjudica a sus colegas eso "tarde o temprano va a pasar".

Uno de los miedos de las editoriales radica en que las librerías se vean perjudicadas y hasta obligadas a cerrar por perder la zafra de ventas del mes de marzo. Este tema, justamente, es uno de los que más preocupa a la Cámara del Libro. Incluso su presidente, Jorge Saracini, advirtió que ya existe inquietud "por la zafra del mes de agosto, cuando los alumnos de las facultades compran libros para las materias semestrales".

Fernández, de HUM/Estuario, también pidió buscar medidas alternativas, como comprar más libros para las bibliotecas públicas. "Que se den cuenta que les falta material. Las bibliotecas barriales tienen una carencia enorme", acusó. Lo mismo denunció Garín, de Planeta, quien advirtió "que las bibliotecas públicas, las universitarias" carecen de los materiales suficientes para que los alumnos puedan estudiar.

El País también se comunicó con Santillana, principal vendedora de textos de Primaria y Secundaria. Aunque dijeron suscribir a la queja de la Cámara del Libro, prefirieron no hacer declaraciones sobre el tema.

Autores.

Pero más allá de las editoriales, están los autores. Para Juan Delgado, de Ediciones B, "si un profesor de historia, matemáticas, o una persona que escribe cuentos deja de cobrar regalías por su trabajo, ya no lo va a hacer más".

En el mismo sentido se expresó, desde la Editorial Banda Oriental, Alcides Abella. "Los autores no van a perder tiempo en investigar y los libros no van a ser de la misma calidad: con ilustraciones, con fotos, con la debida corrección. La persona que fotocopia un libro se está apropiando de algo que no es de él", se quejó.

Uno de los autores que más vende en Uruguay, y cuyos textos se utilizan en escuelas y liceos, es Roy Berocay (autor de El abuelo más loco del mundo y Las aventuras del Sapo Ruperto, entre otros). El escritor señaló que, a su entender, es una ley que se quiere instrumentar "para quedar bien". Recordó que "el trabajo educativo no crece de la tierra". Y explicó: "Capaz que un autor está años para hacer un libro, sin contar con el trabajo de los ilustradores, para que después venga alguien y lo use gratis. Si en lugar de un libro fuera una mesa o un banco, sería ilegal que alguien se lo lleve. Pero pasa lo mismo con la música: no se valora el trabajo cultural".

Por su parte, el escritor Diego Fischer (Qué tupé, Carlota Ferreira. Retrato de una mujer que se inventó, etc.), consideró "indignante comprobar que de manera alevosa se viola el derecho de autor". Al mismo tiempo acusó que "los legisladores que votaron (el proyecto) lo hicieron con un fin político, porque dentro de poco se vienen las elecciones universitarias".

Mercedes Vigil (La otra María, Clara la loca, etc.), consideró que el proyecto votado por el Senado "se hizo mal y a las apuradas", y que el mayor problema está en que "se debe legislar distinto para textos de estudio que para libros de esparcimiento, porque una cosa son los libros que se compran por obligación y otra los que se adquieren por diversión".

De los consultados por El País, solo Ignacio Alcuri (Basurita, Esto no es una papa, etc.) se expresó a favor de la medida. "Uruguay no tiene una piratería endémica que desestabilice el sistema editorial, como puede suceder en otros sitios. Tampoco tiene un mercado que sostenga económicamente a más de un puñado de autores, vamos a ser sinceros. Creo que esta ley reconoce una actividad que ya existe en el alumnado, dejando de lado situaciones realmente cuestionables como el local que tiene los libros fotocopiados prontos", precisó.

Preocupación en importadores.

El presidente de la Cámara del Libro, Jorge Saracini, dijo a El País que ha recibido consultas por partes de importadores de textos de estudio, preocupados por la "ley de fotocopias" que se votó la semana pasada en la Cámara de Senadores.

"Nuestro reclamo no es un capricho. Entendemos que hay artículos que van en contra de elementos muy fundamentales, de convenios internacionales, de la propia Constitución. Hay cosas que por su propia redacción ya están mal", precisó Saracini.

El presidente de la Cámara, que viajará la semana que viene a Buenos Aires por la Feria del Libro, dijo que allí se reunirá con algunos importadores que ya lo llamaron la semana pasada para consultarlo sobre la ley que obtuvo media sanción.

"No saben cuántos libros les van a encargar ante esta realidad, dice que no les interesa que sus textos estén en otro soporte", precisó Saracini. El proyecto habilita la copia de los libros no sólo por fotocopias, sino también en formato digital.

Con todo, Saracini se mostró optimista en que se llegue a un acuerdo para cambiar el proyecto de ley, luego de que desde la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU) expresaron su voluntad de rever los puntos más polémicos del texto.

LO QUE OPINAN LOS ESCRITORES

Roy Berocay. “Se hizo sin consultar”

Se hizo sin consultar a nadie. Para quedar bien. Es tan abierto (el proyecto) que todo puede ser considerado un texto educativo. Cualquier libro para niños es educativo. El trabajo de escritores e ilustradores queda relegado”.

Diego Fischer. “Es injusto, una inmoralidad”

Con esta ley mañana cualquier persona puede tomar un libro, fotocopiarlo, vender las copias, y yo no tengo ningún derecho sobre la obra, sobre mi trabajo. Esto me parece, además de injusto, una gran inmoralidad”.

Ignacio Alcuri. “Jamás puede ser negativo”

Es importante no vivir corriendo de atrás con nuestras leyes y entender que el mundo no es aquel en el que crecimos. Además, un saber repartido entre más personas (si nos limitamos a los textos de estudio), jamás puede ser algo negativo”.

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Allanamiento. En octubre de 2013 la Policía incautó las fotocopiadoras de la Galería Montecarlo. Foto: Archivo El País.

ORIGINALES O COPIAS, DEBE POR DERECHO DE AUTORCARLOS TAPIA

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