El curul del Frente Amplio fue denunciado por inspectores de la Intendencia de Montevideo.

El edil Walter de los Santos (lista 817 del Frente Amplio) vuelve a ser noticia por una denuncia que lo involucra. De los Santos, electo por el sublema "Daniel Somos Todos", fue procesado en el pasado por estafa, lesiones, apropiación indebida y declarado inimputable por la jueza María Helena Mainard. Sin embargo, él dice que muchas de las denuncias en su contra no tienen asidero y que algunos de sus compañeros de bancada (los ediles del oficialismo) están realizando una campaña en su contra porque "quieren su cabeza".

"Hay muchos ediles del Frente Amplio que se portaron muy mal, que son ideólogos de una maniobra contra mi persona, pero no se encontró nada", declara.

Esta vez, el edil fue denunciado por tres inspectores de la Intendencia de Montevideo.

Según la denuncia fechada el 27 de febrero de 2016, a la que tuvo acceso El País, los inspectores se constituyeron en un boliche de la calle Constituyente y Minas, a efectos de corroborar si se encontraba en actividad, ya que tenía una "prohibición de funcionamiento" dispuesta por resolución municipal. Al constatar que se encontraba abierto y con música, los funcionarios labraron un acta (N° 37.209), la cual fue suscrita por una persona que se presentó como la encargada en ese momento.

Según la denuncia, cuando los inspectores se estaban retirando, "aparece un desconocido manifestando ser el dueño del local y mediante gritos y ademanes dice ser edil departamental, exhibiendo de manera amenazante su carné identificatorio en innumerables ocasiones para que nos quedara claro, según él, con quién estábamos hablando".

"Dijo ser el edil Walter de los Santos —prosigue la denuncia— y se presentó manifestando que estaba autorizado por el director a funcionar y que había hablado con personal de la Prosecretaría (de la IMM)".

Según los inspectores denunciantes, de los Santos dijo "ser el edil más votado de la lista de Daniel Martínez, poniendo énfasis en ello y en su relación con nuestras autoridades, manifestando que nos iba a hacer despedir, que nunca más íbamos a poner una multa".

De acuerdo a la denuncia, el edil estaba "claramente fuera de sí y con aliento alcohólico, aunque sin estar aparentemente en estado de embriaguez"; tenía siempre un tono "amenazante" y daba "empujones a uno de los inspectores".

Una de las funcionarias declaró que salió en defensa de su compañero y que el edil la golpeó "insistentemente con la punta de los dedos" en un brazo, provocándole un hematoma que fue certificado después por el Banco de Seguros, lo cual se adjuntó a la denuncia.

"Tratando de mediar las mínimas palabras posibles y ante la situación de violencia y el inminente peligro a nuestra integridad física, nos subimos al coche oficial para retirarnos del lugar. Este señor literalmente metió la mitad del cuerpo por la ventanilla del chofer y seguía insultando y exhibiendo violentamente su carné solicitando le sacáramos una foto al mismo para saber con quién estábamos tratando", agrega el acta de la denuncia que se le presentó al director de Inspección General de la Intendencia, Diego Banizi.

Entrevistado por El País, el edil Walter de los Santos dijo que el local (que identificó como "Sol Café") solicitó un permiso a la IMM "por el ruido del sonido y se nos dio una autorización por diez días para hacer la aislación. Está en los papeles, se puede demostrar".

"Vienen tres inspectores con una gurisa que no tiene nada que ver, que se llama Martha y es secretaria de la Intendencia, una botija honesta y bien. El director de donde trabaja ella (Christian Di Candia, el prosecretario general de la comuna) dio un plazo de 10 días a Sol Café para que hiciéramos el tema del sonido (la aislación). Pagamos los impuestos y se trabajó. Pero aparece una gurisa cuando yo estaba adentro del baile diciendo que iba a clausurar el bar", indicó el edil del Frente Amplio

"Les pregunté y me dijeron que iban a clausurar. Yo les dije que no lo podían hacer, que estaba pago y que la semana que viene se hacía el tema del sonido. Parece que la contra es conmigo; no me dejan laburar, porque yo vivo de esas cosas también, de los bailes. Yo no soy el dueño (del local) pero tengo un vínculo comercial", agrega el edil de los Santos, quien entre otras cosas es cantante de música tropical.

El edil aseguró que no agredió en ningún momento a los funcionarios. "Todo lo contrario, quien me empujó a mí fue el chofer que tenía la señora. Nadie dijo algo del poder o la fuerza que tengo en la Junta, sino que aclaré que había una autorización que estaba paga y que la semana que viene se iba a hacer el tema del sonido".

Y prosiguió: "Es todo mentira, yo no toqué a nadie, que muestren las cámaras. Soy incapaz de pegarle a una mujer. Me han acusado de muchas cosas, de violador, de que robé a una viejita… ¿Por qué no le preguntan a los ediles del FA, que no me dieron oportunidad de presentar mis descargos, por qué no hicieron en 5 años lo que yo hice en 4 meses?".

De los Santos asegura que sus propios compañeros de bancada están en una campaña en su contra. "Me quieren ensuciar de cualquier manera porque quieren mi cabeza, pero la Justicia se va a expedir", señaló el edil.

En octubre de 2015 la Mesa Política del Frente Amplio resolvió enviar el caso del edil Walter de los Santos al Tribunal de Conducta Política y excluirlo de participar de cualquier ámbito orgánico.

De los Santos se define como "independiente" y sigue trabajando en la Junta Departamental, al tiempo que mantiene un notorio enfrentamiento con algunos de sus compañeros de bancada.

En la resolución por la cual se lo envió al Tribunal de Conducta Política, se indica que "las causas que se le imputaron son contrarias a los principios éticos y políticos" del Frente Amplio. "Nuestra fuerza política actúa y actuará firmemente en todos los casos que puedan implicar actos de corrupción o infracción a las normas", dice la resolución del órgano partidario.

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