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Economistas: ajuste será "malo" si se basa en suba de impuestos

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“Se profundizará la reforma tributaria” y se “apuntalarán impuestos directos”, dijo Sendic.

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Mientras el vicepresidente Raúl Sendic hablaba ayer de que la suba de impuestos que se avecina es parte de un paquete que contendrá otras medidas, varios economistas consultados por El País entendieron que si el ajuste cuyos detalles se conocerán hoy, se centra básicamente en aspectos tributarios y no reduce el gasto, será de "mala calidad". Los analistas entienden que de afectarse el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y el Impuesto a la Asistencia de la Seguridad Social (IASS) tendría un efecto depresivo sobre el consumo en un contexto en el que el nivel de actividad ya está prácticamente estancado y no podrá generar una mejora sustancial de la situación de las cuentas públicas, que a marzo tenían un rojo de US$ 1.928 millones.

El IRPF es pagado por el 37% de las personas que obtienen rentas de trabajo. No lo pagan quienes ganan menos de $ 23.380. En 2015 representó el 14,8% de la recaudación de la Dirección General Impositiva.

Sendic dijo ayer por la tarde que "no se puede analizar este paquete de medidas solamente con una de ellas, o con una parte". Agregó que respalda "la propuesta porque tiende a consolidar la situación económica y fiscal, tiende a fortalecer la inversión porque necesitamos la inversión pública y privada para que haya trabajo (...) con la misma concepción de que pague más quien gana más, y también busca bajar impuestos indirectos y apuntalar impuestos directos". Con esto, Sendic dejó entrever que podrían anunciarse también cambios en el IVA, que es uno de los impuestos indirectos.

El vicepresidente intentó justificar los cambios señalando que "si miramos la situación del país, hubo un cambio muy fuerte de escenario que requiere tomar algunas medidas que nos permita consolidar la situación del país". "El país va a seguir creciendo, vamos a fortalecer los ingresos del Estado, a mantener las inversiones y el gasto social que son puntales del programa de gobierno con la idea de que la situación se consolide y no tengamos que ir más adelante a tomar medidas más graves", agregó.

Sendic señaló además que se limitará el ingreso de trabajadores al Estado.

Críticas.

Varios economistas advirtieron ayer a El País que un alza en las tasas del IRPF e IASS, al afectar el ingreso de parte de los consumidores, conspirará contra una mejora del nivel de actividad en el contexto de una economía muy desacelerada. El año pasado el Producto Interno Bruto creció solamente 1% y la última encuesta del Banco Central del Uruguay entre economistas realizada este mes, arrojó que la mediana de los especialistas aguarda que este año la actividad crezca solamente 0,24% y que el déficit fiscal se ubique al término del año en 3,7% del producto (hoy está en 3,6%).

Aldo Lema, de Vixion Consultores, dijo a El País que el ajuste parece "de mala calidad" porque si bien "la estabilidad fiscal es prioritaria", resulta "recomendable hacerlo a través de un ajuste en el gasto porque tiene menor impacto en la actividad, y hay evidencia que el efecto puede ser incluso positivo a la larga si eso genera un círculo virtuoso para el sector privado al que le bajan los costos". "Ir por el lado de los ingresos en el corto plazo tiene un impacto poco significativo a nivel de la recaudación y opera como mayor desestímulo desde el punto de vista del trabajo y de la contribución al crecimiento económico". "Es una señal contraproducente a pesar de que el objetivo sea la estabilidad macroeconómica y tener cuentas fiscales menos desequilibradas; la recuperación económica del país no se puede lograr a cualquier costo y las medidas impositivas son más costosas", consideró.

En la misma línea, el economista Ignacio Munyo señaló a El País que un ajuste de impuestos es "innecesario e insuficiente", porque su impacto "no puede significar más de US$ 200 millones o US$ 300 millones, y eso se puede restar en gastos superfluos del Estado como la mutualista de Ancap que se preveía cerrar en junio y se prorrogó un año más". "Se toma el camino fácil", se lamentó. "Es mucho más costoso subir impuestos que ajustar los gastos que hay que ajustar, fundamentalmente en las empresas públicas. Es una pena que se haya elegido ir por el camino políticamente más fácil pero económicamente más ineficiente, reflexionó.

Ernesto Talvi, del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), dijo en Twitter que los anuncios le generan "lástima" porque "no ahorramos un peso durante la bonanza y ahora el gobierno anuncia suba de impuestos cuando familias y empresas están en dificultades".

Para Pablo Moya, de Oikos, el IRPF "afecta el ingreso disponible de las familias, ya disminuyó el consumo y ahora lo va a afectar más; lo deseable era la reducción del gasto, que es lo más eficiente, pero no había consenso político y contraer deuda para pagar el gasto corriente es lo peor que se puede hacer; lo que se va a hacer es la segunda peor opción". A su juicio, las novedades impositivas llevarán a que se deba estimar nuevamente el crecimiento proyectado para este año que "es probable" que sea neutro, o sea de 0%. Y advirtió que además de estar resentido el consumo, otro "motor" de la economía como son las exportaciones recién se recuperarían en el próximo año.

Gustavo Licandro, exsubsecretario de Economía y vicepresidente de la Cámara de Comercio, dijo que "el ajuste no resuelve el tema que se resuelve reduciendo los 60.000 funcionarios públicos que entraron, frenando el alza de los salarios estatales y congelando en términos nominales las políticas sociales". Licandro dijo que los cambios en el IRPF afectarán el ingreso disponible de las familias, y vaticinó para este año y el próximo una retracción del consumo de las familias (que comenzó a notarse hace poco) y una economía estancada. Y advirtió que con los gastos comprometidos en el último presupuesto, el déficit de las cuentas públicas podría rondar "peligrosamente" el 5% del Producto Interno Bruto. "El gasto se puede ajustar por las buenas o por las malas con más inflación. En los últimos años se le introdujo mucha rigidez", opinó Licandro.

UN POLÉMICO CAMBIOLUCÍA BALDOMIR/ JUAN PABLO CORREA

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