Exjerarcas de Bella Unión y Florida fueron detectados tras una auditoría interna de ASSE.

El exdirector del Hospital de Bella Unión fue sancionado por vender servicios de traslados comunes y especializados a la institución mientras se desempeñaba en el cargo. El dato se desprende de una auditoría llevada a cabo por la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE). Pasó lo mismo en Florida, donde tres funcionarios, incluido el director del Hospital, se contrataban a sí mismos para llevar adelante análisis clínicos.

Semanas atrás El País informó una situación similar con la directora del Hospital de Dolores y exsubdirectora del de Mercedes que también vendía servicios de ambulancias a ambos centros de salud, y que terminó siendo sumariada.

Al momento de la sanción, el jerarca de Bella Unión presentó su renuncia al centro de salud y la nueva dirección dejó sin efecto el contrato con la empresa, que además carecía de habilitación del Ministerio de Salud Pública (MSP).

El primer contrato del Hospital de Bella Unión con la firma Unión de Emergencia Médica S.I.E.M.M. data del 25 de noviembre de 2013, cuando la empresa ganó una licitación para encargarse de los traslados asistenciales, tanto comunes como especializados. Luego la licitación fue ampliada hasta el 30 de junio. Después, hasta el 30 de agosto, la firma fue contratada de forma directa.

Tras esto una nueva licitación volvió a adjudicar el servicio a S.I.E.M.M., pero este contrato fue suspendido el 1° de octubre de 2014 por carecer de habilitación por parte del Ministerio.

La auditoría advierte que el entonces director "fue socio propietario de la empresa", pero "se desligó formalmente de la misma al llamarse a licitación en 2013". De todos modos señala que para la auditoría este "declaró continuidad de vínculo informal con la firma".

La auditoría en Bella Unión concluye que "la contratación 2013-2014 de Unión de Emergencia Móvil S.I.E.M.M. se justifica en optimización de calidad en atención medida; pero el gasto aproximado de 15 millones de pesos estuvo viciado en su origen, por inhabilitación del MSP y varios indicios de conflicto de intereses".

Consultadas sobre el tema, fuentes del directorio de ASSE dijeron a El País que "cuando se detectó lo que sucedía, inmediatamente se investigó y actuó en consecuencia" y que "del mismo modo" se comportó "el profesional aludido que dejó oportunamente la Unidad Ejecutora". El exdirector renunció a su cargo en Bella Unión el 20 de agosto de 2014.

En el caso de Florida, la auditoría advierte que "simultáneamente" el hospital "contrata los mismos estudios" clínicos por distintos precios. Y que "entre los profesionales contratados hay tres funcionarios de ASSE", uno de ellos, el director del hospital.

El documento señala que el artículo N° 46 del Texto Ordenado de Contabilidad y Administración Financiera (Tocaf) "inhibe a los funcionarios del ejercicio de actividades vinculadas en el ámbito público y privado, determinando salvedades y paliativos a esta situaciones". También cita el artículo N° 45 del Decreto 30 de 2013, que "establece la prohibición de celebración de contratos con funcionarios en tareas análogas en el mismo organismo".

Estas irregularidades son parte de una serie de auditorías, internas y externas, llevadas a cabo por ASSE en sus unidades ejecutoras, las que motivaron en el mes de mayo a que la institución envíe una circular a las direcciones de cada centro de salud, recordándoles que estas son responsables de los contratos que se llevan a cabo con estas firmas.

La auditoría en Bella Unión también da cuenta de irregularidades con la contratación directa de estudios y policlínicas médicas. Se señala que estas "desvirtúan las normas de contratación de recursos humanos en ASSE" y que "exceden los límites admitidos por el Tocaf".

También se da cuenta de gastos observados por el Tribunal de Cuentas. Y se dice que de los 5.132.000 pesos facturados por empresas tercerizadas en julio de 2014, 1.964.300 pesos fueron observados.

Entre las tercerizadas que trabajaban para el Hospital de Bella Unión al momento de realizar la auditoría, estaba la firma Jorge Lucero —que también trabaja en el de Florida—, que proveía de lavadero y conserjería al centro de salud, y que tiene a su dueño procesado por cohecho en el marco de la trama por sobrefacturaciones protagonizada por el exdirector de ASSE en representación de los trabajadores, Alfredo Silva.

La única de las tercerizadas involucradas en el caso Silva que sigue trabajando para ASSE es Onamérica, que fue contratada este año para desempeñar tareas de limpieza en el Hospital Saint Bois. Semanas atrás, en tanto, esta misma firma fue cesada por "incumplimiento" en dos contratos, uno por camilleros y otro por peones, en el Hospital Pasteur.

El mes pasado, durante su comparecencia ante la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, convocado por el representante Martín Lema, el ministro Jorge Basso reconoció que ASSE carece de un "plan estratégico", y anunció cambios que buscan darle más responsabilidades y autonomía a los directores de los hospitales.

La directora del Hospital de Dolores y exdirectora del de Mercedes fue sumariada luego de que auditorías de ASSE constataran que contrataba a su propia empresa para encargarse de las tareas de traslados especializados. Además del delito de conjunción del interés público con el privado, el edil blanco en Soriano, Heber Scirgalea, denunció que la empresa cobraba precios excesivos.

LOS CONTROLES EN LA GESTIÓN DE ASSECARLOS TAPIA