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Difícil reubicación para las 75 empleadas de Raincoop

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En Raincoop hay 75 mujeres trabajando, COME no tiene personal femenino. Foto: F. Ponzetto
[[[FERNANDO PONZETTO

Una compañía que podría absorber personal no trabaja con mujeres.

Desde que la crisis financiera de la cooperativa Raincoop tomó estado público, en diciembre de 2015, se manejó que las compañías competidoras podrían absorber a sus trabajadores, además de sus líneas.

El lunes, representantes legales y contables de las cooperativas UCOT y Coetc, y de COME S.A. se reunieron con la Intendencia de Montevideo para buscar una fórmula que permita tomar a los trabajadores de Raincoop. Quedaron en volver a juntarse en esta jornada, según confirmaron participantes de la reunión.

En el sindicato (Unott) están convencidos de que un trueque de líneas, que pertenecen a la Intendencia, por puestos de trabajo salvaría a los empleados pero no a las empleadas. De hecho, en diciembre pasado la Unott hizo saber que la firma COME S.A. no tenía mujeres en su plantilla de plataforma y eso complicaba una salida.

Los dirigentes sostenían en aquel comento que la compañía, una de las firmas que gozan de mejor salud financiera, tenía prohibido "por estatutos" el ingreso de mujeres en la tarea de guarda-conductor.

En Raincoop, la cooperativa fundida, trabajan 75 mujeres, la mayor parte de ellas son guardas o conductores, otras trabajan en la administración, según explicó ayer a El País el dirigente sindical Marcos Lombardi.

"Todas las compañías, menos COME, tienen mujeres trabajando como conductor-cobrador", aseguró el dirigente.

Lombardi, mecánico de Raincoop, supone que en cualquier arreglo posible, él deberá abandonar el taller y salir a trabajar como guarda ya que no cuenta con libreta de conducir profesional. En la misma situación están las mujeres.

Matiz.

Sin embargo, Walter Pisciottano, actual asesor del directorio de COME S. A. y expresidente de la compañía, presenta una versión distinta. Asegura que si bien en la firma no hay mujeres trabajando directamente en los ómnibus, sí las hay en la administración.

"Acá no trabajan mujeres porque no quieren. Han venido dos mujeres para ocupar puestos de guardas-conductores. Una de ellas era psicóloga. Nosotros tenemos un mecanismo de admisión igual para todas las personas. Las que han venido, han desistido. El trabajo de guarda-conductor es muy complejo. La psicóloga hizo un análisis y dijo que no era un trabajo acorde a lo que ella tenía como expectativa", afirmó el asesor del directorio de COME.

La empresa tiene 450 funcionarios, el 6% del total se desempeña dentro de la administración. Pisciottano afirmó que las puertas están abiertas para las mujeres en la medida que cumplan con las pruebas técnicas, físicas y psíquicas a las que se somete a todos los futuros trabajadores. Para salir en un ómnibus de COME S.A. hay que cumplir con requisitos "exigentes". No pueden ingresar personas con problemas de columna, por ejemplo, y hay que pasar consultas con psicólogos especializados en el tema.

"Somos muy exigentes pero eso es un factor de éxito: en la medida que se selecciona, se corre menos riesgo de equivocarse en el trabajo", explicó Pisciottano a El País.

El empresario subrayó que la compañía tiene un "bajo" nivel de siniestralidad y que, por lo general, sus coches son chocados por motos, bicicletas y autos. "Es más frecuente que nos choquen a que choquemos. Hoy tenemos un solo coche parado por siniestro de una flota de 150", aseveró.

Cuando se ingresa a trabajar en COME S.A., la empresa asegura a los trabajadores el cobro de unos 30 jornales, dentro de los que se encuentran los cuatro días de descanso por mes, totalizando un ingreso bruto de unos $ 60.000 mensuales.

"Son guardas-conductores, y cobran más que los choferes", aclaró Pisciottano.

Baños.

Pisciottano reconoció que la empresa no tiene baños para damas en las terminales. "Pero eso no es un problema; para la dinámica de una empresa de transporte eso no pesa para nada, es poner otra casilla al lado del lugar que tenemos para nosotros", señaló.

En diciembre pasado el colectivo feminista "Mujeres en el Horno" salió a denunciar que COME S.A. incumplía con leyes internacionales, una larga lista de convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y algunas convenciones globales contra la discriminación de las mujeres. La organización denunció que COME S.A. no es la única compañía que mantiene un "coto masculino" para la tarea de conducir ómnibus y vender boletos.

Compran acciones para tener un trabajo estable hasta la jubilación.

Para COME S. A. todo comenzó en noviembre de 1955 cuando 38 exempleados de Amdet desarrollaron una empresa de transporte colectivo. Desde el principio, la compañía apostó a un perfil propio con el sistema de "micros" sin guarda. Es una sociedad anónima, el valor de cada ómnibus es fraccionado en 24 partes por lo que los accionistas pueden tener en su poder "todos los submúltiplos" de esa cifra, según explicó Pisciottano. "Los muchachos entran con 28 o 29 años y se jubilan acá adentro", afirmó.

Si bien el mercado regula el valor de las participaciones, los precios de las "cuartas" en COME S.A. van desde los US$ 50.000 a los US$ 65.000, según el coche. En otras compañías, como Cutcsa el precio puede llegar a US$ 83.000, según la línea; hay más baratas. Mientras tanto, hay "cuartas" de Raincoop por US$ 12.000.

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En Raincoop hay 75 mujeres trabajando, COME no tiene personal femenino. Foto: F. Ponzetto

CRISIS EN EMPRESAS DEL TRANSPORTE

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