Señaló que el país "no está vacunado contra la corrupción" y criticó que la mayoría de las personas en prisión sean "jóvenes, pobres y con niveles socioeducativos bajos".

El fiscal de Corte, Jorge Díaz, se mostró preocupado con el combate a la corrupción en el Uruguay. En declaraciones al semanario Búsqueda, consideró que el país no está "vacunado" contra este tipo de delitos.

"Nosotros estamos en la región. Somos parte. Tenemos algunas ventajas, como que somos chicos. En Uruguay no hay megaobras de infraestructura. ¿Eso por sí solo nos alcanza? Obviamente que no, indicó.

Díaz afirmó que se debe "mejorar" el "mecanismo de prevención de la corrupción pública", y agregó que está de acuerdo con los dichos del presidente de la Junta de Transparencia y Ética Pública (Jutep), Ricardo Gil, quien señalaba que "no hay un sistema de prevención de la corrupción".

"¿Estamos vacunados contra la corrupción? Tampoco", señaló el fiscal, y añadió que no alcanza con los mecanismos de prevención actuales, aunque dijo que esos temas no son de su competencia, ya que para mejorar esos mecanismo se deben realizar cambios en "la regulación del financiamiento de los partidos políticos".

Díaz consideró que eso está asociado a "la ley de medios y la incidencia de los medios e las campañas", a "la publicidad electoral" a "los controles de los mecanismos de contratación" y a "los mecanismos de control de las empresas privadas".

El fiscal dijo que hay "un conjunto de mecanismos de contraloría que existen a escala internacional" pero que en Uruguay "no estamos aplicando". Eso no significa que haya casos de corrupción "pero tampoco significa que no la haya".

En su posición de jefe de la Fiscalía General de la Nación, Dïaz dijo no estar conforme con el combate a la corrupción que se desarrolla en el país. "Para no hablar de casos de ahora, pongo como ejemplo la investigación del banco Comercial: nunca se pudo imputar a los grandes responsables del fraude. En este país los hermanos Rhom se llevaron, probado, mil millones de dólares, y no pudieron ser enjuiciados en Uruguay porque nunca obtuvimos al extradición", señaló.

Díaz fue crítico con la "selectividad del proceso penal". "Las conductas que generalmente se castigan como delito son aquellas que habitualmente realizan determinados sectores de la sociedad", mientras que "otras conductas, o no son consideradas delito o son difíciles de probar", manifestó.

En este sentido, dijo que "no es casualidad" que "de las 11.600 personas privadas de libertad que existen hoy en Uruguay, en general son todas jóvenes, pobres y con niveles socioeducativos bajos".

"Más que crear nuevos delitos", indicó Díaz, "hay que mejorar los mecanismo de investigación" para "revertir" esa situación.

El fiscal de Corte dijo que "a veces creamos figuras delictivas y pasan años antes de que se apliquen". Citó el caso de las "delaciones premiadas" en las que se basan los delitos cometidos en el caso conocido como Lava jato en Brasil. "Un instituto existe en Uruguay, pero se usa muy poco".

Sobre este caso de corrupción que ocurre en Brasil, en el que se señala a Uruguay como uno de los destinos del lavado de activos, Díaz dijo que mantiene "una comunicación fluida" con el procurador general de ese país, Rodrigo Janot.

En este sentido, se mostró optimista sobre el desarrollo que tendrá la investigación a partir del nuevo Código Procesal Penal, que otorgará la dirección de las investigaciones a los fiscales, ya que de esta forma puede "intercambiar información rápidamente en una investigación desformalizada".

"Dogmáticamente, no creo que encuentres a nadie en la academia que esté a favor del delito (de abuso de funciones) tal cual está tipificado", dijo Díaz, y agregó que se trata de "un tipo penal demasiado amplio".

"La enorme mayoría entiende que hay que derogarlo (como propone el Frente Amplio) y una parte entiende que hay que modificarlo para que quede más acotado", dijo el fiscal.

FISCAL DE CORTE