En 20 días, cuando finalice la feria judicial, la Justicia citará a efectivos castrenses tras la denuncia del INAU.

Efectivos de la Seccional 24ª (Cerro y barrios aledaños) detectaron a una veintena de adolescentes que son explotadas sexualmente por adultos en las terminales de ómnibus y en cantinas ubicadas en la zona oeste de Montevideo.

Fuentes policiales indicaron a El País que las menores merodean las terminales de ómnibus del Cerro, Santa Catalina y Casabó y también concurren, en forma periódica, a cantinas ubicadas en Carlos María Ramírez y en Camino Cibils.

"Todas esas adolescentes son explotadas por adultos. En algunos casos, en que se logró obtener pruebas, hubo procesamientos", dijo la fuente.

Por otra parte, la Justicia continuará con las investigaciones sobre los abusos cometidos por militares a adolescentes que acudían a la terminal de Cerro. Dentro de 20 días comenzarán las citaciones de otros sospechosos de estar involucrados en los casos de explotación sexual de dichas víctimas. Es posible que, en breve, declaren varios militares de un cuartel cercano por sus relaciones con las víctimas. Una de las menores declaró en el Juzgado Especializado en Crimen Organizado que había tenido un vínculo sentimental con un militar. "Es necesario identificar a este militar y luego ver qué surge", dijo una fuente del caso a El País, en alusión a que este será indagado sobre si pagó alguna retribución o no a la adolescente a cambio de sexo.

Las vinculaciones de estas menores con los militares datan de dos años a la fecha, según la denuncia. Ese dato aún no fue determinado por la Justicia ni por la Policía, señaló la fuente.

El miércoles 11, en el auto de procesamiento de cinco choferes-guardas de la Línea D de Cutcsa por incurrir en un delito de explotación sexual de menores, la jueza del caso, María Helena Mainard, recordó que la denuncia de una posible red de explotación sexual de adolescentes fue presentada por la presidenta del INAU, Marisa Lindner.

La titular de ese organismo señaló que, en las terminales de Cutcsa en el Cerro, la Plataforma de Transbordos, Islas Canarias y Buceo, por los menos diez choferes de dicha empresa, guardas e inspectores, así como militares del cuartel del barrio Causeglia, han entablado en varias oportunidades contactos sexuales con tres adolescentes, de aproximadamente 15 años.

Según la magistrada, los contactos se producían en los coches de la empresa, en casas que se alquilaban para tal fin o en hoteles de alta rotatividad y eran a cambio de dinero, compra de objetos a cambio de mantener con ellas diferentes prácticas sexuales.

Durante el 2016 el Instituto del Niño y el Adolescente de Uruguay (INAU) identificó 333 casos de explotación sexual de menores en todo el país, informó el propio organismo en conferencia de prensa. El promedio por departamento es de 20 casos, pero Tacuarembó, Canelones y Montevideo superan la media.

Quienes se ven afectados por esta situación son generalmente menores de edad que viven en situación de fuerte vulnerabilidad social y con antecedentes de violencia intrafamiliar, explicaron las autoridades del INAU.

Cutcsa repudió en un comunicado la conducta de sus funcionarios y señaló que "brindará todos los elementos necesarios" para que las autoridades, tanto policiales como judiciales efectúen su labor. "Ningún profesional del staff de abogados de Cutcsa participará de estos procedimientos", dice el comunicado.

El Directorio aguarda el fallo judicial para luego "inmediatamente tomar las resoluciones internas" que correspondan en cada uno de los casos.

La pareja de unos de los patrones procesados dijo a El País que deberá vender su ómnibus porque así lo establecen disposiciones internas de Cutcsa. "La conducta de mi esposo significó para mí una quiebra espiritual y económica", concluyó.

La investigación realizada por la Justicia Especializada en Crimen Organizado tiene más de un mes. El lunes 9, tres adolescentes de 16 y 17 años declararon en el Juzgado detalles sobre su relacionamiento con los choferes de Cutcsa. "Eran unos viejos asquerosos", dijo una de ellas. Inmersas en un contexto social crítico, las adolescentes veían a los patrones de Cutcsa como tablas de salvación para superar sus problemas económicos, dijo una fuente policial a El País.

SEXO A CAMBIO DE DINERO