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Demandan por más de US$ 250.000 a Interior y a la Intendencia

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Hay problemas de convivencia entre vecinos y bolicheros. Foto: Archivo
Jóvenes en boliches en Punta del Diablo, movida nocturna, verano en Rocha, ND 20120111, foto Inés Guimaraens - Archivo El País D:\Users\dborrelli\Desktop\494083.JPG
Archivo El País

Vecinos de las zonas bolicheras se cansaron de los ruidos molestos y emprenden acciones legales contra la Intendencia y el Ministerio.

Los continuos ruidos molestos provocados por las personas que salen de los boliches y se quedan en las calles hasta altas horas de la madrugada gritando y generando disturbios, y la falta de acciones por parte de las autoridades para solucionar este problema que afecta a los vecinos de Parque Rodó y Cordón desde hace tiempo —y por lo que se han quejado en reiteradas oportunidades— ha provocado que algunos de ellos se decidieran a iniciar una demanda judicial. La misma apunta contra la Intendencia, el Ministerio del Interior y los propietarios de los boliches.

En el caso de la comuna, la demanda será por "su acción, al haber habilitado un número extraordinario de boliches nocturnos en una zona residencial de pocas cuadras a la redonda". Y por otro lado "por su omisión inspectiva, la que a todas luces muestra y demuestra la comisión de actos de corrupción (expedientes que desaparecen, medidores sonoros que justo al momento de controlar dejan de funcionar, mediciones hechas con aviso previo al emisor del exceso, entre otras)", comentó Rafael Gibelli, abogado que representará a los vecinos. En tanto, contra el Ministerio del Interior se emprenderán acciones legales "por la omisión de sus funcionarios en ejercer la autoridad de Policía para impedir la violación de normas vigentes". "El Ministerio permite desde la omisión que los excesos y arbitrariedades masivas se sucedan sin solución de continuidad", indicó Gibelli.

De acuerdo al jurista, de todo lo declarado anteriormente tienen "constancia y pruebas fehacientes".

En el caso de los propietarios de los boliches, el abogado consideró que no todos perjudican a los vecinos. "Hay boliches que tienen todos los elementos de seguridad, aislación acústica, personal en la puerta, entre otras cosas, como para no provocar daños a terceros", señaló. La demanda irá dirigida contra aquellos que "ejercen su comercio sin cumplir con las exigencias legales y no tienen los locales adaptados para que lo que allí dentro suceda quede en la reserva de sus paredes linderas", puntualizó Gibelli.

Indemnización.

Con la acción judicial, los demandantes buscarán entre otras cosas, "evitar, anular o derogar las habilitaciones de los locales que perjudican, obligar a legislar los vacíos existentes y reparar patrimonialmente a los perjudicados ante los daños y perjuicios provocados por acción y omisión de los privados o agentes públicos obligados a controlar y sancionar", explicó el abogado.

"La estimación pecuniaria por daño moral, que será pareja para todos los involucrados y perjudicados, estará en el entorno de los US$ 10 mil per cápita. Luego hay que agregarle los daños ciertos, que aún no los tengo, pero la compensación económica variará de acuerdo al daño: no es lo mismo un vecino al que le han roto una ventana, que un vecino que se ha tenido que someter a terapia psicológica por problemas derivados de la falta de descanso, o un vecino cuyo bebé recién nacido tiene pérdida de peso porque la madre ve afectada su producción de leche por no dormir lo necesario", explicó Gibelli.

El hecho de que una determinada zona esté "saturada" de boliches ha causado también que el valor de la propiedad "no valga ni la mitad de lo que costaba antes de la situación de marras", dijo el abogado.

A esa misma situación apuntaron varios vecinos al ser consultados sobre por qué no se iban de la zona. "Nadie quiere mudarse a un lugar donde no puede dormir, y además con lo que vale actualmente mi propiedad, no me compro nada", comentó una vecina.

"Quien con sus actos provoca un daño sobre un bien ajeno o lesiona un derecho de otro, debe hacerse responsable, que no significa otra cosa que dejar de hacer lo dañoso y compensar al perjudicado por el daño provocado", comentó Gibelli, y explicó que eso es lo que busca que hagan tanto la IMM como el Ministerio del Interior y algunos locales nocturnos.

En suma, si se tiene en cuenta que son 25 apartamentos los que en principio presentarán la acción judicial, los demandados deberán pagar solamente por daños morales al menos US$ 250.000. A eso habrá que sumarle los perjuicios personales de cada vecino, de esas 25 viviendas, por lo que la cifra aumentaría considerablemente.

El abogado y los demandantes se reunirán mañana. "Cada uno dirá cuáles son los daños ciertos para comenzar a armar el cuerpo escrito de la demanda. De acá a 20 días estarán presentadas las acciones judiciales", finalizó Gibelli.

Un tema que viene haciendo ruido

Proyecto de decreto

La primera medida que buscaron desde la IMM para solucionar el problema de los ruidos molestos fue crear un proyecto de decreto, en donde se establece que los locales nocturnos que no cumplan con las normas serán penados con una multa de 50 UR ($ 45.350). En caso de reincidencia, se clausuraría el local por 7 días.

Vecinos en desacuerdo

Frente al proyecto de decreto, los vecinos perjudicados consideraron que las medidas "no van a funcionar", ya que las personas continuarán quedándose hasta altas horas de la noche y haciendo ruido en las calles, debido a que "no existen normas que regulen eso y tampoco la Policía tiene un protocolo de acción para esos casos".

Bolicheros en contra

Los propietarios de los boliches también se mostraron en desacuerdo y alegaron que el decreto iba a traer desempleo, ya que menos gente iba a asistir a los boliches, por lo que ganarían menos. Tampoco piensan que las medidas ayudarán a combatir el problema de fondo, que es el ruido provocado por las personas en la calle.

Reuniones con los actores

Frente al desacuerdo de los vecinos y los bolicheros, la IMM organizó varias reuniones intentando buscar una solución en conjunto, algo que aún no se ha logrado.

También se han mantenido reuniones con el Ministerio del Interior, para contar con la ayuda de la Policía, pero la cartera se quitó toda responsabilidad.

Un proyecto de decreto trancado hace 3 meses

En junio de este año, la IMM remitió a consideración de la Junta Departamental un proyecto de decreto para regular el funcionamiento de los boliches. El objetivo era solucionar el problema de los ruidos molestos, por lo que tanto se habían quejado los vecinos del Cordón y el Parque Rodó. Tres meses después, la Junta no se ha pronunciado sobre el mismo.

Las medidas que se proponían eran: prohibir la entrada de las personas luego de las 3 de la madrugada, los viernes, sábados y vísperas de feriados, no permitir la salida al espacio público con alcohol y que los locales nocturnos delimitaran el área de circulación del público —mediante vallas o cuerdas— para evitar la dispersión y los ruidos molestos.

"La idea de la iniciativa es contemplar los derechos de todos los involucrados: por un lado el derecho de vecinos a descansar, por otro el de los jóvenes a la recreación y finalmente el derecho de los locales a realizar su trabajo y generar vida en la ciudad", explicó en su momento Christian Di Candia, prosecretario de la IMM.

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Hay problemas de convivencia entre vecinos y bolicheros. Foto: Archivo

PROBLEMAS DE CONVIVENCIACAMILA BELTRÁN

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