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La cuenta no me cierra

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Los recursos no sobran. No lo digo yo. Lo ha dicho el gobierno que nos gobierna, con el mismísimo ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, a la cabeza.

El viento de cola se terminó. Ahora, según los que saben, sopla de costado. Y de a ratos, de frente. La región ayuda poco, tirando a nada.

Así las cosas, el gobierno ha enviado al Parlamento un proyecto de Presupuesto austero. Es lo que hay, valor, diría el Gran Alberto.

No hay plata. Cómo será la cosa que el Presupuesto no prevé un solo peso para el Poder Judicial. Ni para el Tribunal de Cuentas. Ni para el Tribunal de lo Contencioso Administrativo. Van a tener que arreglarse con lo que tienen.

Pero siempre hay excepciones. Siempre. En este Presupuesto, por ejemplo, se prevé que el Fondo de Solidaridad deje de ser presidido de manera honoraria por el subsecretario de Educación y Cultura, como desde su creación, para pasar a tener un titular rentado. El afortunado tendrá una remuneración mensual de algo más de 120 mil pesos, un 85% del salario de un ministro de Estado.

Pero el tema dejó al descubierto algo todavía más llamativo. Resulta que el dichoso Fondo de Solidaridad tiene un administrador-gerente. Esa persona percibe un sueldo mensual de 254.757 pesos, a lo que se debe sumar una prima por antigüedad de 168 pesos, una prima por matrimonio de 1.410 pesos y un adicional de 10 mil pesos por otros conceptos (el que tiene dos primas, debe tener alguna tía). Así que el hombre se lleva cada mes al bolsillo 267.007 pesos.

Casi nada lo del ojo. Este gerente gana más que el mismísimo rector de la Universidad (115 mil pesos mensuales) y se acerca a los 318 mil pesos del salario del presidente Tabaré Vázquez (al que, parece, supera la gerenta de Gas Sayago, que percibe una remuneración de unos 400 mil pesos mensuales, según una denuncia del diputado Pablo Abdala).

O sea que un funcionario que administra 5 mil becas y 30 funcionarios gana bastante más que el rector de la Universidad de la República, que maneja un presupuesto de 49 millones de dólares y es responsable de unos 7 mil estudiantes.

El gobierno propone en el Presupuesto extender en diez años el aporte de los profesionales universitarios, a la vez que modifica los montos actuales de esos aportes. Hay que recaudar más, para dar más becas, dice la ministra María Julia Muñoz.

Hagamos algunos números. En 2014 el Fondo de Solidaridad recaudó unos 28 millones de dólares. Ese año, otorgó 7.455 becas, de unos 60 mil pesos mensuales cada una (unos 2 mil dólares).

Si eso es correcto, en 2014 se destinaron a becas 14,91 milllones de dólares. Y habíamos dicho que en el mismo período se habían recaudado unos 28 millones de dólares.

¿Y el resto? ¿Y la otra mitad? ¿Dónde quedó? ¿Quién se la quedó?

Antes de proponer reformas para recaudar más, ¿no debería el Gobierno decir qué ha hecho con más de 13 millones de dólares que, según la cuenta de este humilde ciudadano, no fueron a financiar becas que es para lo que se recaudaron?

¿No será hora de administrar mejor lo ajeno y de dejar de despilfarrar plata de otros?

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LA COLUMNA DE PEPE PREGUNTON

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