El 5 de marzo, la Cruz Roja Uruguaya cumple 118 años. Fue fundada en 1897, durante la revolución nacionalista de Aparicio Saravia, para atender a los heridos de guerra. Pronto instaló el primer Hospital de Sangre, con capacidad para cincuenta personas, en la calle Cerrito 147. A dos meses y medio de su fundación, disponía de cincuenta hospitales en todo el país, que se mantenían con recursos locales y ayuda del Comité Central.

Terminada la guerra, se ocupó de atender a los excombatientes, en el propio territorio o en Argentina y Brasil. En 1900 fue reconocida por el Comité Internacional de la Cruz Roja.

En la actualidad, y de acuerdo a los recursos disponibles, que no abundan, prosigue su labor de asistencia con ropa, alimentos y medicamentos para los damnificados de diversas tragedias, por ejemplo en tiempos de inundaciones. En su origen la institución se denominó Cruz Roja de Señoras Cristianas, y su fundadora y presidenta durante tres décadas fue Aurelia Ramos de Segarra.

De aquella época de primeros auxilios y socorrismo hasta hoy, en la sede de la avenida 8 de Octubre 2990, adquirida en 1959 mientras el Uruguay sufría las mayores inundaciones de su historia, se han ido sumando labores de atención y cursos. Entre otros, los de auxiliar de enfermería y auxiliar de servicio, manualidades y práctica de tai chi chuan, yoga y técnicas de respiración. A este centro concurren cien alumnos distribuidos en clases correspondientes a 32 oficios. El total de estudiantes ronda los 200.

La presidenta de la Cruz Roja, la doctora Nivea García de Meerhoff, dijo a El País que hace 28 años está brindando servicios desde una institución que, si bien es la que tiene menos funcionarios de todo el continente americano, redobla esfuerzos para enfrentar sus servicios de ayuda humanitaria a nivel de salud y bienestar social, siendo en esto asistente de los poderes públicos, como ser del Mides o los Comités de Emergencias departamentales y el nacional.

Para las tareas administrativas se dispone en Montevideo de cuatro personas, y hay un chofer. En la Escuela de Enfermería existen tres turnos cubiertos por ocho docentes. Nivea García contó a El País que a eso se debe agregar el área de policlínicas y una nueva de drogadicción.

"Terminamos de tener un taller con italianos y de ganar un proyecto con la Comunidad Europea. Empezaremos a hacer la consejería para Sida y adicción, pero con un enfoque humanitario,un poco distinto a lo que se hace en nuestro país, dentro del marco de la federación internacional que nos controla", afirmó la doctora.

Los cursos de enfermería, que comienzan a fines de marzo y para los cuales están abiertas las inscripciones, duran 22 meses y conceden un título reconocido por los ministerios de Educación y Salud Pública. "Tenemos todo también para comenzar con licenciaturas, para mejorar la pirámide de recursos humanos en el área de la enfermería", sostuvo Nivea García. La carrera tiene un costo para los estudiantes de $ 3.000 mensuales.

"En todas las áreas contamos con voluntarios, no sé qué haríamos sin ellos, tanto en las policlínicas como en materia de difusión de derecho humanitario, y en las tres escuelas. La de auxilio y socorrismo, la de manualidades y la de enfermería. Aparte damos cursos de auxiliares de servicio, vacunación, y vamos a ofrecer otro de registros médicos. Para los escolares, existe un Plan Cadete Nacional, dedicado a enseñar primeros auxilios a niños de 5° y 6° grado", indicó Nivea García.

La Cruz Roja Uruguaya tiene un Consejo Directivo integrado por 26 personas, y un órgano de gestión en donde funciona el comité de dirección y la secretaría general. A un centro de capacitación de recursos humanos le compete por su parte vigilar todos los protocolos, cursos y diplomas. Como un organismo internacional que es (y no una ONG), a la Cruz Roja Uruguaya solo es apoyada en la financiación de programas o proyectos. De parte del Estado no recibe más que una subvención de $ 45.000.

"Sabemos que hay ONG que reciben de 100 mil pesos para arriba; queremos eso y que nos consideren en la Lotería Nacional. No se sabe bien lo que ayudamos, yendo por ejemplo a las comunidades vulnerables con nuestro camioncito", concluyó.

Aurelia Ramos de Segarra fue fundadora y la primera presidenta de la Cruz Roja Uruguaya, que en su origen se denominaba Cruz Roja de Señoras Cristianas. Al suizo Henry Dunant correspondió la creación de la Cruz Roja en el Mundo, institución cuya bandera es producto de la inversión de los colores del pabellón nacional de su país. En 1859, Dunant presenció la batalla de Solferino y eso lo condujo a impulsar el Comité Internacional de Socorros a los Militares Heridos, que pasó a llamarse Comité Internacional de la Cruz Roja en 1863.

Esperan que el Estado contemple a la institución en el nuevo Presupuesto