La oposición y gremiales empresariales entienden insuficiente el alcance.

La presidenta de Ancap, Marta Jara, anunció ayer por la mañana que el precio del gasoil bajará 8%, unos $ 3,34, a partir del 1° de julio y de inmediato se desataron reacciones en contra, tanto de legisladores de la oposición como de las cámaras empresariales que consideraron escasa la caída del precio.

Jara detalló, a través de su cuenta de Twitter, que la rebaja se decidió "luego de la revisión de tarifas semestral" y que con esto "se vuelve a los niveles (de precio) de 2015 y se mejora brecha de precio internacional".

El presidente de la República, Tabaré Vázquez, había adelantado el lunes que esta semana se anunciaría esta rebaja, y se especulaba que la misma iba a estar comprendida en el rango de 3 a 5,5 pesos por litro. Finalmente, el 8% anunciado por Jara equivale a poco más de 3 pesos por litro de combustible.

Un comunicado emitido por Ancap ayer, señaló que "se traslada al precio del gasoil la mejora del margen observada por un menor costo del crudo, mejorando las brechas con respecto a precios internacionales".

Además sostuvo que Ancap "procura trasladar esta mejora de margen hacia sus clientes, favoreciendo la economía de los uruguayos (...) Con este ajuste diferencial, se busca mejorar las brechas con los precios internacionales, de los que el gasoil local está más apartado que las gasolinas".

En el comunicado, también se expresó que la empresa "está comprometida a adoptar mayores estándares de transparencia" por lo que continuará "calibrando nuestros modelos, mejorando nuestra capacidad de reporte, segregando los resultados por unidad de negocio y asumiendo compromisos de gestión, con el objetivo de poder ofrecer una paramétrica transparente con variables objetivas para el cálculo de tarifas a partir del 2018".

Los valores aplicados como referencia para el nuevo precio del gasoil son US$ 49 por barril para crudo Brent y $ 29 para el tipo de cambio. Según el gobierno, con este ajuste diferencial se mejora la brecha con los valores que maneja el mercado internacional de los que este combustible está más apartado que las gasolinas, añade.

La ministra de Industria, Carolina Cosse, compartió el comunicado de Ancap en su cuenta de Twitter y dijo que Ancap "avanza en compromiso con transparencia, que es más eficiencia".

Las reacciones de la oposición criticando la decisión por considerar escasa la rebaja no se hicieron esperar.

"Nos parece insuficiente", sostuvo el senador nacionalista Álvaro Delgado. "Solo por diferencia con precio de petróleo y dólar se podría bajar $ 8 más algunas medidas administrativas que planteamos".

Delgado anunció además que el Partido Nacional convocará a la ministra de Industria, Carolina Cosse a la comisión de Industria del Senado "para hablar del precio de combustible y nuestras propuestas".

El también nacionalista Sebastián da Silva a través de su cuenta de Twitter igualmente se mostró contrariado: "El gobierno sigue recaudando para tapar el agujero fiscal con el gasoil. Esta rebaja es un saludo a la bandera", sostuvo.

El senador colorado José Amorín también usó la red del pajarito para quejarse: "El sobreprecio de combustibles sigue siendo enorme" y agregó que "las naftas también deben bajar".

Graciela Bianchi, del Partido Nacional, sostuvo, también a través del Twitter: "Otra propuesta de Luis Lacalle Pou, que el gobierno se comprometió a ejecutar: rebaja en el precio del gasoil. Hay que bajar más combustibles".

Por otra parte, el economista Javier de Haedo, vinculado al Partido de la Gente que lidera Edgardo Novick, sostuvo que la rebaja del gasoil impactará "mínimamente" en una reducción de la inflación y explicó que "la ponderación del gasoil en el IPC es de 0,57%".

De Haedo también alerto que "no sabemos si quien recibe menor precio de gasoil lo va a trasladar o va a aprovechar a mejorar su rentabilidad. Es incierto.

Las gremiales empresariales también se quejaron de la magnitud de la rebaja.

Desde la Asociación Rural del Uruguay aseguraron que "es un ajuste insuficiente". Pablo Zerbino, presidente de la gremial, explicó a El País que si bien "se reconoce la importancia de empezar a bajar el costo país" que está complicado a nivel empresarial, el ajuste de la tarifa "es poco" y "debería estar en torno de US$ 1 por litro".

Por su parte, Wilson Cabrera, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL), se mostró sorprendido porque el ajuste sea "tan bajo". "Llama la atención que no supere el diez por ciento", dijo.

El gremialista comentó a El País que el sector "necesita que valor del gasoil se acerque a US$ 1 por litro" para poder competir sanamente con los países en el mercado internacional. Agregó que "si la idea es seguir bajando el precio en un mediano plazo" hasta la cotización necesaria, "lo vemos como una buena señal".

Alfredo Lago, presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz, también consideró "insuficiente" la rebaja confirmada por la ministra Cosse. Dijo a Rurales El País que "no logra el impacto que el sector necesita en este momento". Sin embargo, el productor no pierde la esperanza que este ajuste signifique una estrategia a mediano plazo que permita ir "rebajando" el valor del gasoil hasta que "atienda las necesidades del sector".

El Partido Nacional presentó días atrás un plan al gobierno para reducir costos y tomar medidas administrativas en Ancap, con lo que se podría conseguir una caída del precio de los combustibles. El documento señaló que "los actuales niveles de precios internacionales de crudo y tipo de cambio, sumados a la mejor situación financiera de Ancap, permitirían una rebaja importante en el precio al público de los combustibles en Uruguay". Se establecía que el gasoil podría reducirse aproximadamente en $ 8 y la nafta en $ 6".

El "consumo de combustibles en Uruguay soportó un sobrecosto de US$ 415 millones en 2016" al comparar los precios en surtidor a los de paridad de importación (lo que saldría el combustible importado y puesto en surtidores con impuestos incluidos), señaló el informe "El precio de los combustibles en Uruguay", elaborado por la consultora CPA Ferrere divulgado esta semana.

Eso se explicó "en buena medida por el sobrecosto de US$ 367 millones que registró el gasoil. Las cadenas agroindustriales consumen el 40% del gasoil que se vende anualmente en Uruguay y soportan por tanto buena parte de este sobrecosto". El sobrecosto en el precio de los combustibles se da en parte porque "los precios de referencia para nafta y gasoil no acompañaron la fuerte caída que registró el precio del petróleo, que bajó 60% desde mediados de 2014", recordó el estudio.

"Si bien el petróleo es el insumo más relevante, no es el único componente que explica los precios finales. En efecto, estos incorporan además del costo de refinación, los impuestos, los costos de distribución y comercialización. Ellos podrían explicar al menos parcialmente esta rigidez a la baja", añadió.

Al comparar con la región, "los precios al público (con impuestos) a enero de 2017 muestran que el costo del gasoil en Uruguay es 96% más caro que en Chile, 49% superior al de Brasil y 32% por encima del vigente en Argentina. Los precios de la nafta son entre 23% y 40% superiores a estos países", sostuvo el documento.

El análisis de CPA Ferrere señaló que "el peso del sobrecosto del gasoil por desvío del precio de paridad de importación sobre la estructura productiva y comercial del país es de US$ 367 millones. Desde un enfoque vertical, el eslabón más afectado de la producción se encuentra en el sector Transporte, que soporta US$ 291 millones de sobrecosto, seguido por la producción primaria con US$ 69 millones".

DECISIÓN QUE NO CONFORMÓ