Hasta ayer la policía no tenía pistas para esclarecer el crimen del repartidor Javier Soria que fue asesinado el sábado por la tarde en Aparicio Saravia y Camino Lecocq.
Fuentes de la Policía dijeron a El País que se recibió una denuncia anónima que indicaba que los presuntos homicidas estaban en dos fincas de Navajas y Camino B. Allí concurrieron agentes que fueron agredidos en un confuso episodio por dos jóvenes que argumentaron que defendían a su madre y hermana, respectivamente. Fueron indagados pero quedaron libres porque no se pudo comprobar que estuvieran involucrados en el asesinato de Soria.
Las fuentes aseguraron que el personal de la zona 4 sigue investigando. Algunos vecinos creen que los homicidas viven en la zona.
Soria, de 40 años, estaba entregando un pedido a un pequeño almacén sobre las 13 del sábado cuando fue abordado por tres personas que, tras un forcejeo, le quitaron el arma que siempre llevaba consigo y lo balearon en la nuca, causándole la muerte. Los asaltantes no llegaron a robar nada.
Los vecinos de la zona denunciaron que la policía demoró 25 minutos en llegar al lugar y la ambulancia todavía más. Soria iba a comenzar sus vacaciones el sábado y tenía planeado pasar las vacaciones en la costa en una casa alquilada en compañía de su esposa e hijo.
homicidio en Colón