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"Las cooperativas hicieron perder 10 años al transporte"

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Juan Salgado.
Foto: Archivo El Pais

El presidente de Cutcsa aseguró que la eficiencia empresarial es la que puede llevar a bajar el precio del boleto. No obstante, aseguró que el incremento de marzo es ineludible debido a la negociación colectiva.

Habló de “corporativismo” empresarial para definir a las cooperativas de transporte y fustigó a sus directivas, a las que responsabilizó por los altos costos del sistema de transporte colectivo. Además, subrayó que en los primeros meses de ampliación de la tarjeta STM ya se alcanzó el 30% de la venta.

—Hace ocho meses que está funcionando el bus eléctrico. ¿Qué resultados obtuvo?

—Era necesario hacer la prueba durante un tiempo prolongado. Cutcsa entendió que había que hacerlo. Cuando lo ofrecieron los demás, las cooperativas, no aceptaron. La electricidad será el sustituto del gasoil. Exploramos con el gas y con los coches híbridos y no es viable. Invertimos más de medio millón de dólares, cuatro veces más que un ómnibus común. Estamos armando el ómnibus adecuado a nuestra ciudad. Le hicimos 50 modificaciones técnicas a esta unidad. Trabajamos directamente con la fábrica, tuvimos que ver su performance en los recorridos largos y cortos, la autonomía, la potencia del coche, la recarga. Un ómnibus común carga en un minuto todo el combustible, cargar el eléctrico lleva cinco horas. Tienen aire acondicionado. No tienen ventanas móviles. Una tarde de verano se rompió el aire y lo tuvimos que parar. ¿Qué pasa si falta energía? ¿Cómo sacamos la flota a la calle? Hoy decimos que tenemos un producto mejorado. Lo buenos es que gasta el 15% de energía que un gasolero. En el mundo el bus eléctrico está en una etapa de prueba avanzada, a punto de consolidarse. La evaluación es buena, Cutcsa no se arrepiente de haber realizado el esfuerzo, ahora podemos mirar hacia el futuro de otra manera.

—No habrá una sustitución inmediata. ¿En el futuro van a invertir en estos coches?

—Sí, somos los más interesados en que se mejore el producto y hacer un "padrón Uruguay" con todas esas modificaciones. Nadie va a poder aportar más que nosotros. Aquí las responsabilidades en el transporte se ven de manera muy diferente, nosotros como empresa tenemos la obligación de liderar estos cambios, si el resto de los colegas quiere participar de este tipo de pruebas no vemos mal hacerlo en conjunto. Cutcsa resolvió hacer la inversión y el resto de las empresas no.

—¿Hay diálogo entre Cutcsa y el resto de las empresas?

—Sí, los trabajadores son gente de bien, de familia, las directivas son diferentes. Nosotros hacemos las inversiones con recursos propios, nunca pudimos acceder a un crédito del Fondes para renovar la flota, los ómnibus están quedando viejos y todavía no se pagaron. Cuando hay renovación de flota los directivos de Cutcsa ponen sus bienes como garantía solidaria. A veces los problemas de mala gestión se justifican con Cutcsa, hay que mirar para adentro y ver algunas decisiones, a la vista está lo que pasó con Raincoop. Cuando nombraron a gente de las cooperativas en Tránsito y Transporte de la Intendencia quedé contento porque era gente que conocía del tema y no hay que explicar las necesidades, pero no fue así. Perdimos 10 años sin hacer nada en algunos temas. Ya estaba definido sacar el dinero de los ómnibus por razones de seguridad, entre el corporativismo de las cooperativas y los que estaban al frente de la Intendencia, que eran exdirectivos de esas cooperativas, y nunca llegamos al 10% del pago con tarjeta en 10 años. Ahora, esta administración tomó el tema. La tarjeta necesita que la gente tenga comodidad para recargarla y diferencia en el precio. Desde octubre, en el último aumento del boleto, ya estamos superando el 30% de pago de boleto con tarjeta. En el transporte perdimos 10 años.

—Más allá de las diferencias, Cutcsa y las cooperativas viven del boleto que paga la gente.

—Sí, pero la actitud de Cutcsa es diferente. Nosotros no queremos ser la carga para el que paga el boleto. Nunca creímos que la ineficiencia nuestra la deba pagar la gente. Tenemos los costos más bajos de todo el sistema, no empujamos el costo del boleto hacia arriba. El boleto tiene que aumentar porque suben los salarios y el combustible, pero no porque el sistema es ineficiente.

—Si en el mercado existiera únicamente Cutcsa u otras compañías con similares costos, ¿cuánto costaría el boleto?

—Sería más barato, porque las unidades serían más baratas. Costaría por lo menos un 10% menos. Podríamos poner un servicio especial en las horas pico para no tener que pagar 16 horas por día para dar un servicio que se necesita cuatro horas por día, dos de mañana y dos de tarde. Esas horas las termina pagando el boleto.

—Eso es resorte de la Intendencia de Montevideo.

—Sí, se podría coordinar los servicios en lugar de estar compitiendo en algunos servicios para que gane el cliente. El problema son los corporativismos empresariales. Hace muchos años se pagó un subsidio a la ineficiencia de las empresas, lo cobraron únicamente las cooperativas. Fue el único que se le dio a las empresas, el resto es directamente para el boleto de los estudiantes o jubilados.

—Todo indica que en marzo vuelve a subir el boleto. ¿De cuánto cree que será?

—Es muy difícil poder saber el precio final. En este caso depende de muchas variables, una de ellas es la política de la Intendencia sobre el subsidio al boleto común. Esa decisión varía el precio final. También hay que ver la diferenciación sobre el valor del boleto, si será más barato al comprarlo abajo del ómnibus. Lo que sí sabemos es que tenemos el aumento de salarios más grande del período. El gasoil no incide por el fideicomiso. Esta vez no me animo a prever de cuánto será el aumento. Queremos que sea el menor posible. Este año tenemos una caída de la venta que está en algo más de un 5%. Si se aumenta el boleto se contribuye a incrementar la caída en la venta, es una espiral. Por eso hay que mejorar la eficiencia.

—¿Cree que si se mejora la eficiencia se puede evitar el aumento de marzo?

—No, ya es inevitable. Por eso hay que trabajar durante todo el año. Esto es como el tema de las radios en los ómnibus, depende de la Intendencia. No puedo sancionar a un trabajador si no existe una resolución, si lo hiciéramos tenemos un conflicto. Las empresas tenemos que acatar. Esta administración le quiere dar una tónica diferente, con un poco más de ingeniería. Esperamos que sea así, se formó una comisión de trabajo para mejorar el sistema, esperemos que no se deje llevar por los corporativismos de un sector del sistema. Hay que pasar del dicho al hecho y hacer las cosas.

—¿Cómo observa a los corredores Garzón y Gral. Flores?

—Los corredores están hace varios años, hay decenas de muertes, en particular en el Garzón. Hay gente que se mete por cualquier lado. Los corredores tienen que tener contenciones, nosotros pedimos vallas en la zona de influencia de las escuelas. Cuando dije eso me acusaron de alarma pública. En la administración Ehrlich y después con Olivera se hablaba de regular los semáforos, de aquellos magnetómetros, de la línea verde, todo mentira. Recién ahora están regulando los semáforos como se hizo siempre, sin aparatos nuevos.

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Juan Salgado. Foto: Marcelo Bonjour.

JUAN SALGADOPABLO MELGAR

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