El secretario general de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Alejandro Balbi habló con El País de la crisis que vive la FIFA y cómo salpicó a la instituciónrectora del fútbol local.

El mayor escándalo de corrupción en la historia de la FIFA dejó dos agujeros negros en la Asociación Uruguay de Fútbol. El primero es el contrato que mantiene con la empresa Full Play por la venta de derechos de las Eliminatorias de Rusia 2018.

Los directores de la empresa, Hugo y Mariano Jinkis, fueron acusados la semana pasada por la fiscalía de EEUU por una asociación ilícita y están prófugos de la justicia. Sus cuentas están además congeladas lo que hace pensar que el cumplimiento del contrato tambalea.

El secretario general de la AUF, Alejandro Balbi aseguró a El País que la asociación contrató profesionales externos para que analicen los contratos y le digan a la Asociación qué debe hacer.

“Nuestros asesores ya tienen los contratos para analizarlos y ver si se pudo haber configurado alguna nulidad, alguna clausula que nos permita indicar que el contrato podría llegar a caer. Los contratos no caen por si solos, tiene que haber un causal de incumplimiento, que es lo que vamos a estudiar con nuestros asesores”, dijo.

En cuanto a pago, Full Play está hoy al día y el incumplimiento podría darse en agosto cuando deben pagar una nueva cuota. "Creo que puede tener dificultad de pago pero hasta que no suceda no hay incumplimiento, por lo menos de pago. No sé si no puede haber otro. Eso es lo que estamos analizando con nuestros asesores".

El segundo agujero negro es el US$ 1,5 millones que, según el Departamento de Justicia de Estados Unidos, recibieron como soborno nueve de los 10 presidentes de las asociaciones que integran la Conmebol por los derechos de TV de la Copa América 2015 en el año 2013, cuando en Uruguay el presidente era Sebastián Bauzá.

La AUF tiene hoy una reunión para dar una respuesta “técnica y profesional, no política” del tema. Del encuentro participarán los integrantes del departamento contable y la Comisión Fiscal  de la asociación además de quienes llevan adelante  una auditoría externa que corrobora que los movimientos de la institución “se den en la legalidad”.
“En su contabilidad la Asociación es intachable”, afirmó Balbi.

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