Los servicios actuaron por su cuenta; el gobierno no ordenó.

En 1998, 13 años después de restaurada la democracia, grupos de inteligencia militar realizaron seguimientos a dirigentes del Frente Amplio, según una denuncia que la comisión investigadora del Parlamento sobre estas actividades en democracia recibió ayer.

En la reunión, participó el entonces ministro de Defensa Nacional Raúl Iturria en el segundo gobierno de Julio María Sanguinetti, quien fue consultado por ello, deslindando responsabilidades. "No di orden alguna al respecto", dijo, aunque admitió que pudo haber habido "filtraciones" operativas.

La comisión de la Cámara de Representantes recibió ayer al exministro del Interior Antonio Marchesano (1986-1989) y a Iturria, que estuvo al frente de la cartera de Defensa entre 1995 y 1999, lapso en el que se produjo el seguimiento de que fue informada ayer la comisión.

Para el diputado Luis Puig, que promovió la conformación de una comisión investigadora sobre actividades de espionaje en los años de democracia a dirigentes y partidos políticos y organizaciones sociales y sindicales, tras recibir ayer las pruebas (documentos de la época) del seguimiento a dirigentes del FA en 1998, a los miembros de la comisión les quedó "la convicción de que los servicios de inteligencia actuaron sin orden política", pero a la vez quedó "claramente establecida la existencia del espionaje". Esos documentos "informan de un espionaje sobre reuniones y seguimiento a dirigentes del Frente Amplio en 1998, ordenado por los servicios de Inteligencia", afirmó el legislador.

La comisión resolvió pedirle a la Cámara que prorrogue el tiempo de funcionamiento hasta diciembre, a fin de que puedan analizar la cantidad de documentación disponible.

Marchesano dijo que la dictadura dejó sin posibilidades de hacer espionaje a Interior por falta de equipamientos.

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