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Colonia: jóvenes de 17 y 21 años autores de un homicidio

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Escenario: el cuerpo estaba en estado de composición. Foto: Pedro Clavijo

Dos jóvenes de Montevideo de 21 y 17 años dieron muerte a Carina Larrea, una coloniense de 42 años, cuyo cuerpo se encontró en su casa del barrio El General el martes de Carnaval.

El olor nauseabundo —definido así por los investigadores que se encontraron con un cuerpo que tenía nueve días de muerto—, puso trabas al avance de una rápida investigación. Pero los informes forenses resultaron contundentes luego, cuando se hallaron al menos cuatro incisiones profundas por la espalda, una soga que aparentó un ahorcamiento de inmovilización y otros golpes.

El martes 17, poco antes del mediodía, un familiar que se mostraba sorprendido por la falta de información sobre Carina se acercó a la casa, encontró la puerta semiabierta y un olor fétido que cubría toda la propiedad. Inmediatamente llamó a los policías, que llegaron en minutos. El jefe del procedimiento decidió desde el primer momento aislar el lugar y dar intervención a la Policía científica.

El jefe de Policía, Adán Cuello Rosas, llamó a su comando y en el mediodía de ese martes 17, conformó un equipo de elite que iniciaría una investigación del hecho.

La conclusión de que "el hecho no fue protagonizado por colonienses fue la primera hipótesis que quedó avalada, cuando, después de 11 días, Jesús Ibrahim Suárez Noble, de 21 años, reconoció ante el juez Alejandro Asteggiante, que había sido el homicida y que con una cuchilla de unos 30 centímetros había ultimado a la mujer.

El hecho.

El lunes 9 de febrero, Carina Larrea, invitó a Suárez Noble y al menor de 17 años a su casa en Colonia. Los unía una amistad, casi como con un gesto maternal, de la que nada hacía prever el desenlace posterior.

En el auto de la mujer, llegaron hasta la finca de la calle Hortencias 930, en barrio El General. Allí, y seguramente con fines de robo, se llegó al desenlace final. Las propias actividades de la mujer la llevaban a estar varios días fuera de su casa, por lo que pasaba inadvertida cualquier ausencia prolongada.

El investigador Riber Aquines dijo a El País que el buen trabajo de la Policía Científica fue fundamental para aclarar el hecho. Reconoció que se presentaba complicado por la cantidad de días que tenía el cuerpo hallado. El primer indicio fue que la mujer había sido estrangulada y luego atacada con arma blanca. El desorden de la escena y el hecho de que faltaran elementos reconocidos como dinero, celulares, equipos de música y otros efectos, llevaron a establecer que el robo fue el móvil. El menor fue internado en el INAU.

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Escenario: el cuerpo estaba en estado de composición. Foto: Pedro Clavijo

El menor fue al INAU; los dos residen en Montevideo

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