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Un celular perdido delató al asesino de Diana Gonnet

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La fábrica de pastas donde ocurrió el disparo mortal a la docente. Foto: A.Colmegna.
Fabrica de pastas Blanes cerrada por duelo, nota por homicidio de Diana Gonnet durante el hurto a este local comercial ubicado en Blanes y San Salvador, el pasado 16 de agosto, Mvdeo., ND 20150818, foto Ariel Colmegna
Archivo El Pais

El rapiñero que mató a la docente Diana Gonnet (36) frente a una fábrica de pastas del Parque Rodó en la tarde del domingo 16, perdió el celular en un forcejeo con un policía retirado que intentó detenerlo.

Un vecino encontró el celular y pensó que pertenecía a un empleado de la fábrica de pastas "Blanes", ubicada en San Salvador y Blanes. El trabajador le respondió que el celular no era suyo. Ambos supusieron que el aparato era propiedad del rapiñero que había atracado la fábrica de pastas.

El vecino llevó el celular a la Policía. "Fue clave haber encontrado el celular. La indagatoria policial fue muy buena. Efectuó el rastreo de los contactos y los mensajes de texto y pudo ubicar al asesino y a su cómplice", dijo a El País la fiscal del caso, Adriana Umpiérrez.

Investigadores de la Zona I (Parque Rodó y barrios aledaños) dieron con familiares del homicida y rapiñero en la zona de Las Piedras.

En un allanamiento efectuado en la mañana del viernes 28, los policías detuvieron al autor del crimen de la fraybentina Diana Gonnet y obtuvieron pruebas claves como el casco utilizado por el delincuente para consumar la rapiña.

El acusado era Ivo Sebastián Suárez, un sujeto de 30 años con antecedentes penales por robos.

Poco después, también en Las Piedras, fue capturado el cómplice del asesino que manejaba una moto Winner tuneada y que permitió que éste pudiera escapar del lugar del atraco.

Negativa.

La indagatoria judicial duró tres días. El homicida negó tener cualquier vinculación con el asesinato de Gonnet y el asalto a la fábrica de pastas.

Con las pruebas encontradas por la Policía y las declaraciones de familiares del principal sospechoso, entre otros indicios, la fiscal Umpiérrez armó el pedido de procesamiento. Al enterarse la defensa del acusado de que había suficientes elementos de juicio como para procesarlo, la defensa pidió hablar con su cliente. El entonces sospechoso solicitó ampliar su declaración y confesó el crimen. Es decir, dijo que el disparo a Gonnet no ocurrió en el marco de un homicidio puro y simple. Ambos rapiñeros estaban armados con revólveres.

El juez Gustavo Irribaren Busso hizo lugar al pedido de la fiscal Umpiérrez y procesó con prisión al sujeto que ingresó a la fábrica de pastas por incurrir en un delito de homicidio muy especialmente agravado. El cómplice fue remitido como coautor de un delito de homicidio y por haber rapiñado la moto. No tenía legajo criminal.

Podría recibir elevada pena.

Después del inicio del proceso contra el matador de Diana Gonnet, se ingresa a una etapa procesal donde se recogen más pruebas del delito y se escucha a la defensa. Luego la Fiscalía se expide. Por un homicidio muy especialmente agravado, el autor podría recibir una pena de 15 a 30 años de cárcel.

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La fábrica de pastas donde ocurrió el disparo mortal a la docente. Foto: A.Colmegna.

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