Con el resultado negativo del cotejo de la sangre encontrada en la mochila de Lola Chomnalez y la muestra extraída al cuidacoches de Rivera, la investigación para aclarar el homicidio de la joven argentina volverá a concentrarse en el entorno familiar de Lola.

Allí faltan pruebas consideradas clave: cotejar el ADN del hijo de la pareja de la madrina de Lola, y culminar la pericia psicológica de la mujer y marido. "La Justicia no descarta ninguna línea de investigación ni hipótesis", afirmó a El País una fuente judicial.

Amén de esto, el cuidacoches riverense apodado "El Cachila", que recuperó ayer su libertad y viajó a su ciudad natal, volverá a ser sometido a una pericia psicológica.

"Es importante y dará nuevos elementos teniendo en cuenta que cambió cuatro veces su declaración y que, si bien es imputable, hay características de su personalidad que llaman la atención", explicó a El País una fuente que trabaja en la investigación.

El cuidacoches, que admite haber estado en el balneario Barra de Valizas a fines de diciembre como vendedor ambulante y que fue denunciado por una mujer a través de la línea 08005000 de la Policía, entró en varias contradicciones en sus declaraciones en el Juzgado penal de Rocha.

Recién en su último testimonio dijo que vio a Lola en la playa, que quiso venderle una estampita y comenzaron un diálogo, tras lo cual Lola se desmayó. Según su declaración, se asustó y se fue.

Una vez que estén todas las pericias, el hombre será citado nuevamente a declarar al juzgado de Rocha, ante la jueza Silvia Urioste y el fiscal Rodrigo Morosoli. "No hay fecha pero va a ser cuando todas las pericias estén en el expediente", agregó la fuente.

A primera hora de la mañana de ayer, cuando "El Cachila" cumplió 48 horas detenido y la Justicia no encontró mérito para procesarlo, quedó en libertad.

Sin embargo, como debía someterse a una pericia psicológica en Montevideo y no tenía medios para hacerlo por su cuenta, fue trasladado por la Policía. Mientras, los peritos del Instituto Técnico Forense (ITF) comprobaban que su ADN no coincidía con el perfil genético realizado a partir de muestras de sangre obtenidas en las pertenencias de Lola.

Horas después comenzó una vez más el trabajo en el juzgado de Rocha. La primera en llegar fue la jueza Urioste, minutos después lo hizo el jefe de investigación de Rocha, Rubén Olivera, la abogada de oficio que defendió al cuidacoches, Elena Cópola y, por último, el fiscal Morosoli.

Allí analizaron las 48 horas de trabajo que se activaron tras las llamada anónima y acordaron no descartar ninguna hipótesis manejada.

En caso que se confirme que el cuidacoches no es el autor del homicidio de la adolescente, hipótesis que aún no fue descartada, la Justicia analizará si incurrió en omisión de asistencia ya que, según su testimonio, dejó a Lola desvanecida en la arena.

Según el artículo 332 del Código Penal, "el que, encontrando abandonado o perdido un niño menor de diez años, o una persona incapaz de bastarse a sí misma por enfermedad mental o corporal o por vejez, omita prestarle asistencia y dar cuenta a la autoridad, será castigado con la pena del abandono, disminuida de un tercio a la mitad (o sea que se fijaría entre 2 o 3 meses de prisión y un año y medio o dos años y medio de penitenciaría)".

Lola Chomnalez había llegado a Valizas a pasar fin de año junto a su madrina, el marido de esta, la hija de ambos y un hijo de 14 años del hombre. La adolescente salió a caminar sola la tarde del 28 de diciembre, según su familia, y no se supo más nada sobre ella hasta el martes 30, cuando apareció asesinada.

Según contó ayer en Rocha el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, las autoridades uruguayas se enteraron de la desaparición de una chica argentina por la llamada al exprosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa, de Daniel Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires.

"La familia demoró en hacer la denuncia y cuando la hace es frente a Prefectura, que no es idóneo para investigar un caso de estos y menos en la zona donde se produjo", relató Bonomi, y agregó que esto hizo que la policía conociera el hecho mucho después que sucedió.

Lola fue encontrada en el camino al balneario Aguas Dulces, a poco más de cuatro kilómetros al norte de Valizas. El cuerpo estaba en posición fetal y cubierto de arena. Tenía cuatro cortes en el cuello (dos profundos, que le provocaron heridas en la yugular), un golpe en la cabeza y un puntazo en el antebrazo derecho. (Producción: Eduardo González)

"Los avances que han existido no son los suficientemente sólidos como para llegar al responsable. Pero en el expediente existen muchos elementos que se deben profundizar. Hay que redoblar e insistir en el trabajo y en las demás líneas de investigación a los efectos de dar respuestas contundentes", aseguró a El País el abogado de la familia de Lola, Jorge Barrera.

El profesional insistió en que no quiere "un culpable sino al culpable". "No quiero que se cierre un caso y se genere impunidad", afirmó.

Adriana Belmonte, la madre de la adolescente argentina, vendrá a Uruguay antes de fin de mes. En declaraciones a la radio argentina La Once Diez dijo que confía en la Justicia uruguaya. "Estamos como al principio: muchos detenidos, un solo identikit y muchas dudas. Igual, confiamos mucho en la Justicia uruguaya", dijo.

Belmonte y el padre de Lola reconocieron que "por momento estamos esperanzados, y por momentos no".

El cuidacoches será sometido a nuevas pericias Y volverá a declarar en RochaVIVIANA RUGGIERO