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Cárceles: cesan a jerarca por fingir ser sociólogo

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Gustavo Belarra era un hombre de confianza de la cartera. Foto: Archivo El País
Nota a Gustavo Belarra, Sub director Técnico del INR, ND 20130913, foto Julio Barcelos - Archivo El País
Archivo El País

Gustavo Belarra es una de las “víctimas” del caso Sendic.

El escándalo provocado tras que se supiese que el vicepresidente de la República, Raúl Sendic nunca tuvo el título universitario que decía tener, generó susceptibilidad en el sistema político y ya se cobró su segunda víctima.

Ahora debió renunciar a su cargo el subdirector Técnico del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), Gustavo Belarra, quién elevó un currículum al Ministerio del Interior señalando que se había diplomado en sociología en 1996 cuando no había terminado esa carrera.

El detonante de la salida de Belarra del INR fueron los traslados de seis funcionarios que ocupaban cargos administrativos a cumplir funciones dentro de cárceles. Es decir, esos trabajadores pasaron de una situación de privilegio dentro del sistema a la "primera línea de batalla", dada la crisis que hoy padecen los establecimientos penitenciarios.

Algunos de esos funcionarios, que sabían que Belarra no había terminado la carrera de sociólogo, se contactaron con el director General de Secretaría del Ministerio del Interior, Charles Carrera, y le pusieron al tanto de esa situación, indicó a El País una fuente ministerial.

El martes 20, Carrera se comunicó con Belarra y le comunicó que no podía continuar ocupando la Subdirección Técnica del INR. Belarra presentó renuncia a su cargo.

Para hacerlo esgrimió motivos personales, agregó la fuente de El País.

En resoluciones y comunicaciones del Ministerio del Interior, Belarra fue presentado como sociólogo. También en eventos sobre temas carcelarios organizados por el INR y en giras realizadas en el extranjero en representación de la cartera.

El alejamiento de Belarra es un episodio más de la caótica situación que hoy padece el sistema carcelario.

En incidentes recientes, tres presos fueron asesinados y otros tres sufrieron heridas de entidad. Episodios menores ocurren casi día por medio en los módulos 8, 10 y 11 del Comcar, Las Rosas (Maldonado) y Canelones.

En un expediente judicial sobre el asesinato del recluso Miguel Ángel Rey ocurrido el miércoles 7 en el Comcar, consta que, por las noches, queda uno o dos guardias para atender entre 400 y 700 presos.

En un comunicado emitido ayer, el propio Ministerio del Interior reconoció la situación que se vive en cárceles.

El director del Comcar, Gonzalo Larrosa, informó a la Unidad de Comunicación de la cartera que se restablecieron los servicios en los módulos 10 y 11 de ese establecimiento.

El jerarca dijo que cuando asumió como director de esa cárcel el 31 de agosto pasado, se encontró con "una situación de anarquía y descontrol" en esos módulos. Agregó que habían sido vandalizados y que prácticamente "el control lo tenían los internos".

Para neutralizar esta situación y que todo volviera a la normalidad se instalaron dos puestos de control de la Guardia Republicana uno detrás y otro delante de los mencionados módulos.

El País trató de comunicarse en vano con el director Carrera.

Plan 96.

En su currículum difundido en eventos por el Ministerio del Interior, consta que Belarra cursó la Licenciatura en Sociología. "Generación 1996 Egresado".

Belarra ingresó en 1991 al entonces Centro Nacional de Rehabitación (CNR) —hoy Instituto de Rehabilitación—. Entre marzo de 2010 a junio de 2011 fue asesor del ministro del Interior, Eduardo Bonomi, en asuntos penitenciarios. Belarra fue encargado de la Dirección General del CNR entre 2009 y 2010; subdirector de dicho organismo (2009-2009) y director del Componente II de dicho centro (2006-2008).

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Gustavo Belarra era un hombre de confianza de la cartera. Foto: Archivo El País

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