Aprovechando la demanda que se da en la época de las fiestas, decenas de vendedores ambulantes se agolpan sin permiso en las calles principales de Paso Molino y Belvedere, y en menor medida en el Cerro.

"Se instalan para vender la misma mercadería que otros vendedores ambulantes. Es un caos", comentó a El País el alcalde del Municipio A, Gabriel Otero.

En la calle Agraciada, en la administración de Ana Olivera, se hicieron numerosas obras en las veredas. "Incluso se hicieron algunas para personas no videntes. ¡Pero está todo ocupado, es un tubo de tres baldosas que te queda para caminar!", exclamó.

Ayer, Otero recibió al menos 15 llamadas con denuncias de vecinos y comerciantes por este tema. En esos llamados, les aclara que el control sobre este tema no corresponde al municipio, sino a la Intendencia de Montevideo.

"No tenemos competencia con Inspección General y no tenemos jurisdicción", señaló el alcalde.

Recordó que es potestad de la Junta Departamental de Montevideo y del Departamento de Desarrollo Económico entregar y otorgar permisos permanentes o transitorios. "Los municipios sólo se remiten a ejecutar los acuerdos y permisos", dijo.

El problema, opinó Otero, es que al "cuerpo inspectivo" de la comuna no le da y se les dificulta vigilar.

MUNICIPIO A