La Intendencia de Canelones finalizó este mes la ronda de diálogo con las empresas Uber y Cabify y los gremios de choferes de las aplicaciones. "A priori, estamos lejos de llegar a un acuerdo", indicó a El País Marcelo Metediera, director de Transporte de la comuna.
El problema que detecta la intendencia canaria es que muchos choferes de las aplicaciones levantan pasajeros que viven en territorio de Canelones. Esto afecta el negocio de los 250 taxis cuya tarifa diurna cuesta $ 56,05 el primer kilómetro y los siguientes $ 44.
La de Uber tiene un costo único de $10.50 y el usuario paga $ 4 más por cada minuto de viaje."Si no están dispuestos a tocar las tarifas, hasta luego y muchas gracias", comentó Metediera.
"Siempre decimos lo mismo: no estamos en contra de las aplicaciones, sino que decimos: Vengan a lo que está establecido", agregó el jerarca de Canelones.
La intendencia continúa realizando operativos ante aquellos vehículos que no cumplan con la normativa. En el último procedimiento, realizado en la zona del Aeropuerto Internacional de Carrasco, se retuvieron tres vehículos particulares, un taxi de Montevideo y un taxi trucho de Canelones "que estaban fuera de la norma".
Próximamente enviarán a la Junta Departamental dos propuestas de modificación del decreto que regula los remises "donde podrían entrar las aplicaciones". Una es que pase a ser opcional tener un local para atender a pasajeros, por lo que los choferes de Uber, Easy y Cabify "podrían dar sus domicilios". La otra es bajar el valor de la chapa entre un 25% y un 50%, según el lugar.
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