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La base tupamara quedó "desencantada" con Mujica

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Con un exguerrillero como presidente, muchos tupamaros pensaron que su objetivo de alcanzar la liberación nacional y el socialismo estaba más cerca. Hoy, con la presidencia de José Mujica ya finalizada, les queda un sabor amargo.

Algunos —como la cuñada de Mujica y exguerrillera tupamara María Topolansky— se animan a hablar de "traición". Otros, prefieren decir que Mujica se olvidó de los principios revolucionarios que guiaron desde sus inicios al Movimiento de Liberación Nacional-Tuparamaros (MLN-T).

El histórico dirigente tupamaro Julio Marenales (85) admitió a El País que "la base tupamara está desencantada" con Mujica, pero afirmó que "se exagera" al hablar de traición. "Que abandonó la idea estratégica del MLN-T estoy convencido. Pero no es un traidor, es un progresista", acotó.

"Creo que tendría que haber forzado más la mano, es cierto que mucha cosa no iba a poder lograr. Pero una cosa es no hacer nada y otra es tratar de hacer algo. El Pepe no forzó la mano", aseguró Marenales.

El tupamaro calificó de "ridículo" al Impuesto a la Concentración de Inmuebles Rurales (ICIR) que creó Mujica para gravar más el campo, el cual fue declarado inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia. Además lo criticó por no presionar para que el agro pagara el Impuesto de Primaria, proyecto que terminó siendo impulsando por el presidente Tabaré Vázquez en este gobierno.

Cuando piensa en la administración de su compañero de militancia, Marenales no tiene problemas en admitir que "le faltó empuje" y por eso criticó su presencia como orador central del acto tupamaro realizado el pasado 25 de abril.

"No fui al acto como protesta, porque Mujica dejó a la barra y la dejó sin ninguna conversación previa. De ahí pienso que nombrarlo para hablar en el acto es totalmente erróneo", aseguró Marenales, que desde hace más de un año está radicado en Salto.

El exdiputado y tupamaro, Esteban Pérez (64) desde hace un tiempo se encuentra alejado del MLN-T por discrepar con varios aspectos del gobierno de Mujica, pero no renunció formalmente. Prefiere no hablar de traición "porque es un término muy duro"; pero sí afirma que durante el gobierno de Mujica "se profundizaron los lazos de dependencia del Uruguay".

Mientras los tupamaros hablaban de luchar contra el latifundio, en el gobierno de Mujica "la tierra se concentró en pocas manos y fundamentalmente en extranjeros", advirtió.

En pocas palabras, Pérez aseguró que el gobierno del expresidente "alejó a los tupamaros de los objetivos de liberación nacional y socialismo, cuando lo que se esperaba era acumular conocimiento para llegar a eso. De ahí viene el desencanto con Mujica, y en eso no soy el único".

La nueva camada de tupamaros no comparte esta visión que tiene la vieja guardia sobre el gobierno de Mujica. "El tema es lo que definen por traición. Puede haber gente que se sienta traicionada, pero me parece que hay mucha gente que está todavía pensando que las discusiones de la década del 60, cuando lo más importante es el futuro", dijo a El País el tupamaro y presidente de la Cámara de Representantes, Alejandro Sánchez (34).

La misma posición tiene el diputado empepista Daniel Caggiani (31), que desde hace años milita en el MLN-T. "Quizás hay gente que no entienda, que en realidad el ritmo o el alcance no está dado solo por el que va más adelante, sino por el último que va en la cola. Se trata de generar una transformación social", dijo Caggiani, convencido de que se está en camino de alcanzar una sociedad más igualitaria.

"Algunos entienden que deberíamos llegar a más en menos tiempo, pero eso también es un tema de velocidad y de consideraciones y creo que lo que importa es el rumbo y no tanto la velocidad", opinó.

Cambiar o cerrar.

El debate sobre el gobierno de Mujica y su lealtad a los principios tupamaros es parte de una discusión mayor sobre la vigencia del MLN-T, cuyo Ejecutivo se sigue reuniendo todos los viernes en su local de Tristán Narvaja. "Para mí el MLN-T es testimonial, simplemente existe. Si no cambiamos la orientación del MLN-T, así como está no vale la pena que exista, ya lo dije y a muchos le irritó, pero no me importa porque yo no soy sentimental y no estoy casado con ninguna sigla", dijo Marenales.

El histórico tupamaro advirtió que el MLN-T no tuvo "ninguna función" en los gobiernos del Frente Amplio y en su opinión tampoco la tendrá durante este período. "Los tupamaros están metidos ahí en el gobierno, pero el MLN-T como tal no", dijo al recordar que nunca se los consultó sobre las designaciones del ministro del Interior y tupamaro, Eduardo Bonomi.

En la misma línea, Pérez entiende que algunos dirigentes "se han apropiado del nombre" del MLN-T, pero ya no son representativos del movimiento. "Quedan muy poquitos de los que fuimos históricos. Se apuesta a un sistema honesto de administrar el sistema capitalista, pero no hay un cuestionamiento de fondo. Se ha vuelto funcional al sistema", alertó.

Un reglamento interno del MLN-T señala que solo se puede disolver por voluntad de sus propios integrantes. La discusión sobre la vigencia de esta organización cerrada —a la que solo se puede ingresar por invitación— se dará en una convención que debería realizarse en los próximos meses.

Los jóvenes tupamaros no tienen dudas de la vigencia del MLN-T. "Creo que algunos compañeros, con todo el respeto que se merecen, se equivocan cuando lo que hacen es generar un proceso de excesiva crítica; no comparto eso sin tener una propuesta alternativa. Creo que el MLN-T tiene mucho futuro", opinó Sánchez.

También Caggiani aseguró que esta organización tiene "plena vigencia" y su objetivo fundamental sigue siendo la lucha por una sociedad más justa y equitativa.

Marenales: "El MPP se jugó y patinó".

Con el presidente José Mujica a la cabeza y la senadora Lucía Topolansky como candidata a Intendenta de Montevideo, el Movimiento de Participación Popular (MPP) sufrió su primera gran derrota electoral en las pasadas elecciones departamentales, donde resultó electo intendente el socialista Daniel Martínez.

Si bien fue la lista más votada con 81.083 sufragios, el MPP perdió más de la mitad de los votantes que había tenido en las elecciones nacionales de octubre de 2014 cuando obtuvo la mayoría de la bancada del Frente Amplio. El histórico tupamaro Julio Marenales entiende que esta "fue la primera derrota del MPP y de Mujica, porque se jugó a fondo y patinó".

"Ellos pensaban que tenían una cantidad de gente asegurada y no es así. El Pepe tenía su carisma entonces desde el punto de vista electoral, había juntado gente, pero me aburrí de decirle que había que tratar de elevar el nivel político de los votantes", señaló Marenales.

Para el dirigente, fue "un disparate" la postulación de Topolansky como candidata a intendenta. "La actividad municipal es muy intensa y Lucía con la edad que tiene no sé si la iba a aguantar", opinó.

Marenales dijo que "por suerte" Topolansky no fue electa como intendenta. "Lucía agarró oficio parlamentario indudable, pero en materia de administración no tiene ninguna experiencia", sentenció.

En ese sentido, recordó que Topolansky inició "desde muy jovencita" su militancia política adentro del Movimiento de Liberación Nacional -Tupamaros (MLN-T), pero después durante la dictadura pasó años en la cárcel y cuando fue liberada enseguida fue electa legisladora.

"En todos estos años como legisladora, Lucía adquirió oficio parlamentario indudable, pero en materia de administración no tiene experiencia. En cambio, Martínez estuvo en Ancap", concluyó.

El expresidente es cuestionado por alejarse de los lineamientos del MLN-TVALERIA GIL

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