El reconocido periodista y documentalista uruguayo se encuentra preparando un especial para su programa El Origen, de Canal 12, sobre la historia del humor televisivo en Argentina y Uruguay.

Tras haber presentado programas exitosos sobre la historia de José Artigas o de José Pedro Varela, Ponce de León encara un proyecto para el que se entrevistó con más de 60 referentes artísticos del humor del Río de la Plata.

Habló con los protagonistas de programas tan recordados como Telecataplum y sus sucesores como Decalegrón o Plop, hasta los modernísimos y adolescentes Youtubers.

Con los resultados de la investigación en pleno proceso de edición y evaluación, Ponce de León aceptó contar algunas "pinceladas" sobre las características del humor en la región.

—¿Cómo observa el panorama del humor en la región?

—Salta a la vista de todas las entrevistas que hay cosas vitales para la construcción del humor. Una de ellas es que el humor no se lleva bien con lo políticamente correcto, jamás. Porque en la base antropológica del humor está la subversión, el invertir las cadenas jerárquicas. Hay quien permite esa forma de humor y hay quien lo reprime, algo que es de una enorme ceguera.

—¿El humor tiene la necesidad de tener "prototipos humanos" para hacer reír?

—Siempre se está corriendo el riesgo de que alguna individualidad se sienta herida. Ahí está el prototipo del gallego, el judío, el hincha de Peñarol o Nacional. Es posible irse de pista, pero ir contra eso es complicado. Si el cirujano le erra en el corte puede matar al paciente, no por eso vamos a decir que no se use más el bisturí. Los buenos humoristas tratan de surfear sobre lo políticamente correcto, es más, tratan de utilizarlo como un elemento para hacer reír.

—¿Se puede decir que hay visiones contradictorias en la sociedad sobre las características del "humor de antes" con las formas de hacer reír más actuales?

—Hay muchas personas que dicen es brutal lo que se degradó el humor, lo que era Telecataplum, el Negro Olmedo, era un humor que no era chabacano, sin malas palabras. Pero, por otro lado, no hay época más políticamente correcta que esta y se dice que hoy todo es una guarangada y que todo es con referencia sexual agresiva. Al mismo tiempo hoy no se puede decir negro, marica, no se puede burlar de la mujer. Estas dos cosas no combinan, no se sabe cuál es el problema de fondo. Me pasó con Dady Brieva que empecé a discutir sobre el humor argentino versus el humor uruguayo. Él me dijo pará, te olvidás que Enrique "Quique" Almada hacía de marica en la disquería. Capaz que si lo hacen al otro día tenés una marcha gay contra las puertas del canal, sin embargo hoy los vemos a ellos como el prototipo de humor no ofensivo.

—¿Hay una forma de humor que convoque más que otras?

—En el fondo todos los tipos de humor convocan, siempre va a haber un público para el humor negro o el verde y también para el blanco. En las entrevistas se habla mucho de la importancia que antes tenía el humor ingenuo, absurdo y cómo ser perdió eso y ganó terreno el humor verde o el agresivo. Al humor no se le puede exigir nada, por algo es humor. Nada peor que decirle a un humorista que no haga un chiste sobre eso, lo más probable es que haga un chiste con eso mismo.

FACUNDO PONCE DE LEÓN - FILÓSOFO Y PRODUCTOR