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Atleta floridense sigue soñando pese a la lesión del gran Zig Zag

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El caballo la acompañaba desde 2014 y formaban un binomio perfecto. Foto: Archivo

Alfonsina Maldonado se estaba preparando para iniciar las competencias clasificatorias a los Juegos Paralímpicos que se desarrollarán en Río de Janeiro, en 2016, pero su caballo Zig zag da Sasa Je sufrió una destrucción del cartílago del menudillo, lesión que no le permite continuar con los entrenamientos ni retornar a la vida deportiva.

La joven deportista uruguaya, nacida en el pueblo La Macana, Florida, y radicada en la actualidad en Portugal, dijo a El País que conoció a Zig Zag en marzo de 2014.

"No fue nada fácil su llegada a Europa porque las fronteras brasileñas estaban trancadas. Cuando por fin estuvimos juntos, comenzamos a entrenar fuerte, con mucho sacrificio".

Después de que se confirmara que Zig Zag quedó fuera de toda competencia, el llanto fue la primera respuesta de la atleta, pero solo como un desahogo. Ya está en campaña para conseguir otro equino, aunque todo será más difícil.

Hacia las pistas.

"Las pruebas en realidad ya comenzaron en Estados Unidos, aunque en Europa se iniciarán el próximo mes. El caballo se necesita ya, dado que no es como una moto, a la que uno se sube, la enciende y funciona. Es un animal y debemos adaptarnos mutuamente. Para convertirse en un binomio perfecto hay que trabajar muchas horas juntos y así alcanzar la clasificación", comentó Alfonsina a El País.

La Tribuna Lusitana, desde Brasil, comenzó una campaña para recaudar fondos que permitan adquirir un nuevo caballo con características similares a las de Zig Zag.

"Aún nadie llamó de Uruguay por este tema. Necesitamos realmente más que nunca el apoyo económico. El día que pise la pista de Río 2016, ¡no podré creerlo!", manifestó a El País Alfonsina Maldonado, quien compite en una disciplina que se conoce como dressage, también llamada doma clásica o adiestramiento.

Es considerada una gimnasia equina en la que el jinete y el caballo establecen un vínculo muy estrecho, para poder obtener movimientos de gran precisión y delicadeza, pero de un enorme control físico.

En el último tiempo, la uruguaya ha sumado a esta gran pasión un trabajo de transmisión de su experiencia de vida a través de charlas en escuelas y centros sociales.

El año pasado, Alfonsina resultó distinguida en Uruguay con el premio a la deportista del año, en el Palacio Legislativo, rodeada de representantes gubernamentales de turismo, deporte y la cancillería.

Escuelas de Florida y algunos particulares también comenzaron a moverse para solidarizarse y hacer posible el sueño de la competidora.

En el Banco República se abrió una caja de ahorro con el N° 201-152004 a nombre de Jeny Alfonsina Maldonado. La cuenta de Abitab, para también hacer donaciones, es la 42.847.

La participación en todos los torneos es clave para alcanzar el nivel exigido en los juegos paralímpicos, pero cada uno cuesta unos 4.000 dólares, a lo que se suma la adquisición de un nuevo caballo y su traslado. Todo el despliegue demandaría cerca de 60.000 euros.

Alfonsina no olvida la cara de su primer jefe cuando entró a su club hípico en Cataluña, en 2004. "Hola, soy Alfonsina Maldonado; vengo de Uruguay y tengo el sueño de aprender lo más que pueda de caballos. Hay un problema: me falta una mano. Pero lo único que te pido es que me pruebes".

Tiempo después de trabajar allí, se presentó en Francia. "Competí y cuando terminé, todo el mundo se paró para aplaudirme", había rememorado a El País mientras se despedía del caballo Fandango y empezaba a entrenar a full con Zig Zag, en julio de 2014.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
El caballo la acompañaba desde 2014 y formaban un binomio perfecto. Foto: Archivo

Alfonsina Maldonado busca nuevo caballo para Juegos Paralímpicos 2016

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