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Astori inició un fuerte plan de ajuste en las empresas públicas

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Astori y el líder de la OPP, Álvaro García, supervisarán la gestión de todas  las empresas públicas.
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El presidente Tabaré Vázquez y el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, comenzaron a intentar poner orden en las empresas públicas luego de que se divulgaran las abultadas pérdidas de Ancap y la perspectiva de que Antel haya empeorado fuertemente sus resultados en 2014 con respecto a 2013. Se controlará la gestión y el destino de cada dólar.

Vázquez convocó ayer por la mañana a la residencia de Suárez a los presidentes de Antel, Ancap, OSE, UTE y la Administración Nacional de Puertos. Fuentes oficiales adelantaron a El País que una primera medida será reducir en un 75% la publicidad en las empresas monopólicas y 50% en las no monopólicas. Las fuentes especificaron que el gasto por este concepto en 2014 fue elevado y se ubicó en US$ 50 millones, de los cuales US$ 25 millones correspondieron a Antel.

En el encuentro, que duró algo más de una hora, participaron también el director de Planeamiento y Presupuesto, Álvaro García, y el director de la Asesoría Macroeconómica y Financiera del Ministerio de Economía, Andrés Masoller. La reunión fue convocada el miércoles por la noche, con poca anticipación, lo que obligó a algunos de los funcionarios a cancelar reuniones que tenían previstas. Tras el encuentro hablaron Astori y García. El resto de los funcionarios no quiso hacer comentarios.

La reunión tuvo por objetivo, según el ministro de Economía, coordinar las inversiones y mejorar el funcionamiento de las empresas públicas.

El ministro Astori adelantó que el gobierno quiere aumentar en US$ 600 millones los aportes de las empresas públicas a Rentas Generales (aproximadamente un punto del Producto Interno Bruto). Solamente UTE parece estar en condiciones de colaborar dados los malos resultados de Antel y Ancap (ver notas aparte). Ayer, el semanario Búsqueda informó que Antel perdió en 2014 US$ 194,3 millones, bastante más que los US$ 77,5 millones de 2013, aunque Astori se ocupó de aclarar que todavía no se aprobó el balance del año pasado. Precisamente, el ministro dijo que de ahora en más se "hará hincapié" en el "cumplimiento estricto" de los plazos que tienen las empresas para presentar sus balances.

Los directores de Antel, Andrés Tolosa y Daniel Fuentes no respondieron los llamados de El País y tampoco contestó preguntas escritas la gerencia de Prensa y Relaciones Públicas de la empresa pública.

El año pasado el Tribunal de Cuentas debió enviar un oficio pidiendo a las empresas públicas que le remitieran sus balances de 2013 debido a los retrasos verificados. Ni Ancap ni Antel han presentado todavía los balances correspondientes a 2014.

Como ha venido haciendo últimamente, Astori prefirió centrarse en aspectos conceptuales más que numéricos y advirtió que "hay que establecer prioridades porque muchas veces tenemos planes de inversión que superan las posibilidades del país y de la propia empresa". Reconoció además que se revisarán algunas inversiones en curso. García afirmó que las inversiones de cada empresa serán incorporadas en el Sistema Nacional de Inversión Pública, que coordinará también las inversiones de la Administración Central y las de los gobiernos departamentales.

Economía y OPP están realizando reuniones de planificación con cada directorio.

Tarifas.

Luego de que el senador blanco Luis Lacalle Pou manejara el miércoles, durante la comparecencia de Astori ante el Parlamento en régimen de Comisión General, que se había producido un "tarifazo" a comienzos de año, el ministro descartó que las reuniones de coordinación se vayan a traducir en subas de tarifas. Consideró que plantear esa posibilidad es algo "completamente equivocado" y que no está planteada. También descartó que se incremente la presión fiscal.

La oposición criticó en enero el alza de 6,9% en la tarifas de UTE (antes de las elecciones el entonces ministro de Industria, Roberto Kreimerman, había proyectado una reducción). Y también cuestionó por insuficiente la baja del 3% en las naftas y de 5,5% en el gasoil producidas luego de que durante todo el segundo semestre del año pasado el petróleo bajase de US$ 110 a menos de US$ 50 para fines del año. Hoy se ubica en US$ 66,59.

"Todas las tarifas registran una reducción real. Si llamamos a eso tarifazo; ¿que término tendríamos que usar para categorizar lo que pasaba antes en este país?", se preguntó el ministro e insistió en que el trabajo del gobierno es para "asegurar que la programación de inversiones y la mejora del resultado corriente de las empresas públicas evite tener que recurrir a ajustes de tarifas para financiar obras que no se pueden hacer porque la realidad fiscal indica lo contrario o porque haya gastos operativos que pueden estar mal orientados".

El ministro reconoció que por falta de coordinación y por la caída en sus aportes a Rentas General las empresas han tenido un impacto fiscal negativo que se busca ahora revertir. Por ejemplo, mencionó que en 2014 los gastos en publicidad de las empresas públicas llegaron a US$ 50 millones y los consideró "muy altos".

Algunas de las medidas que se manejan son el descenso en la realización de horas extras y la no provisión de las vacantes que vayan apareciendo. Las empresas, advirtió, requieren de "una mirada global" y "tienen que estar alineadas". Las inversiones que han realizado las empresas públicas han sido importantes pero no han estado debidamente coordinadas, insistió.

Aunque se ha negado a dar cifras sobre el objetivo fiscal, Astori ya admitió que se quiere reducir el desequilibrio de las cuentas públicas que en los 12 meses terminados en marzo se ubicó en US$ 1.960 millones, lo que equivale al 3,4% del Producto Interno Bruto (PIB). Se trata del mayor nivel de desequilibrio desde 2002. Incluso en 2004 se verificó un superávit primario (antes del pago de intereses de deuda) de más del 4% del PIB.

El ministro ha dicho que no abatir el déficit fiscal puede poner en peligro logros alcanzados y buscará ese objetivo en un contexto de desaceleración económica. (Producción Miguel Noguez)

POR REMOCIÓN.

90 gerentes de UTE se oponen al Directorio.

La decisión tomada por mayoría en el Directorio de UTE para nombrar como gerente de Generación a Daniel Larrosa en sustitución de Óscar Farreño motivó que más de 90 gerentes de la empresa eléctrica enviaran una carta en protesta. Los directores Cristina Arca (Frente Amplio) y Luis Pereira (blanco) habían votado en contra de la decisión. Larrosa es un economista de confianza de Casaravilla que se desempeñaba como asesor y que es suplente del diputado del Movimiento de Participación Popular, Julio Battistoni. Fuentes de UTE dijeron a El País que Larrosa incidió para que Casaravilla fuera nombrado al frente de UTE. También fue removido el gerente Comercial, Luis Margenat, un funcionario de larga trayectoria en la empresa energética.

La carta de los gerentes, a la que accedió El País, indica que la decisión "involucra a profesionales con décadas en el desempeño de cargos de la más alta jerarquía, quienes lideran unidades que están cumpliendo los objetivos establecidos por UTE en la planificación estratégica y las metas definidas para sus indicadores de gestión". "Dichos funcionarios, previo a los acontecimientos de los últimos días, no habían recibido de parte de sus jefes directos ni del Directorio indicaciones sobre el resultado de su gestión ni de la gestión de sus unidades", agrega la carta. "Esto sin duda distorsionaría fuertemente el funcionamiento de los equipos de trabajo que lideran, generando gran incertidumbre en toda la organización por no tener, a partir de ahora, certeza de los parámetros que se considerarán para evaluar la gestión de las unidades y sus responsables", sostiene.

Según la carta, el tratamiento que recibieron los funcionarios "no está alineado" con los "valores corporativos enunciados permanentemente por el directorio".

"En conclusión, el proceder que se llevaría adelante por parte del directorio estaría desacreditando todo el proceso desarrollado y generaría enorme incertidumbre sobre el funcionamiento general de la empresa a futuro y en cuanto a nuestro rol de servidores públicos", concluye la comunicación.

Por su parte, el sindicato de UTE (Aute) emitió un comunicado en el que señala que como consecuencia de la decisión del Directorio se retira de todos los ámbitos de discusión sobre la reestructura de la empresa.

El ministro de Economía, Danilo Astori, dijo que ayer no se tocó el tema de la eventual remoción del presidente de UTE.

ANCAP Y ANTEL SE FUERON DEL RADAR DEL GOBIERNO.

La inversión en potabilización puede pesar mucho.

OSE es una empresa que hoy no presenta mayores problemas financieros pero es probable que en los próximos años tenga que encarar una inversión fuerte para asegurar la potabilidad del agua, lo que comienza a ser un problema de alcance nacional. OSE hace habitualmente un ajuste anual y el que decidió en enero fue de 9,2%, por encima de la inflación del año pasado que fue de 8,26%. En los dos años previos las alzas habían sido inferiores a la suba del Índice de Precios al Consumo.

UTE puede dar una mano.

Seguramente Astori ya tiene puesto el ojo en UTE, que es la empresa pública que aparece hoy como más holgada. El año pasado, como llovió de manera adecuada, no tuvo que recurrir tanto a la generación eléctrica con combustibles fósiles y logró obtener una ganancia de US$ 430 millones. Mejoró los resultados de 2013 cuando había ganado US$ 303 millones. Sus ingresos en pesos por venta de energía eléctrica subieron 6,5% en 2014. El gobierno le pidió un aumento del 6,9% para contribuir a bajar el rojo fiscal.

Misterio sobre las cifras de Antel.

Antel tenía plazo legal para aprobar su balance hasta el 31 de marzo pasado pero sus cuentas todavía no se han difundido. El ministro Danilo Astori dijo que aún no está aprobado. De todas formas, “Búsqueda” publicó ayer que sus pérdidas saltaron de 2013 a 2014 de US$ 77,5 millones a US$ 194,3 millones. La expresidenta de Antel, Carolina Cosse, hoy ministra de Industria, ya había dicho que las inversiones de la empresa deberían enlentecerse este año. Las pérdidas de Antel superarían las de Ancap.

Ancap es el caso de desequilibrio más grave.

El alza del dólar pegó de forma muy dura en las finanzas de Ancap que perdió en 2013 US$ 169 millones. Esto se debe a que tiene muchas deudas contraídas en la moneda estadounidense. Y cuando se difunda el balance 2014 se espera que el resultado arroje un rojo todavía mayor. Algunas inversiones como las de las plantas de cemento están demorando en dar resultados. Astori y su subsecretario Pablo Ferreri se reunieron ayer por separado con el presidente de la empresa, José Coya, y su cuerpo gerencial.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Astori y el líder de la OPP, Álvaro García, supervisarán la gestión de todas las empresas públicas.

Reducción de presupuesto publicitario, horas extras y no provisión de vacantesV. GIL / J. P. CORREA

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