La peor de las hipótesis que manejan los investigadores del asesinato de la joven argentina Lola Luna Chomnalez, es que el culpable sea extranjero y ya haya dejado el país. Así lo advirtió ayer el director nacional de la Policía, Julio Guarteche.

El jerarca, por otra parte, sostuvo que un caso como este “es difícil” de resolver “acá y en cualquier parte del mundo”.

Sin embargo, Guarteche no descartó que haya habido errores en la investigación que llevó adelante la Policía, al reconocer que “algunos aspectos debieron haber sido tomados mejor”.

El lunes de esta semana Guarteche recibió a los padres de la adolescente asesinada ya hace más de un mes en Valizas y ante ellos se comprometió a no cerrar la investigación pese al paso del tiempo.

Dos decenas de personas ya han declarado ante el juzgado en Rocha, entre moradores, turistas y familiares de Lola.

Días atrás, un informe del médico forense Guido Berro arrojó la última de las pistas, al señalar que por la forma en que le dieron muerte a la joven el homicida debió ser una mujer o un adolescente, o varios. Con ese elemento la indagatoria se centra en el entorno cercano de la familia de la madrina de Lola. Y se investiga si los hechos que derivaron en la muerte guardan relación con el consumo de marihuana.

Lola, de 15 años, llegó a Valizas a fines de diciembre, Salió a dar un paseo por la playa y tres días después apareció muerta, asfixiada en la arena.

La visita de los padres de Lola a Uruguay se dio por pedido de la jueza de la causa, quien los interrogó junto a un perito psicólogo. La Justicia busca ahora generar un perfil psicológico de la joven que sirva para establecer las características de su personalidad.

Lola llegó a Valizas a fines de diciembre, luego de descartar un viaje a Estados Unidos. Acababa de cumplir 15 años. El Valizas se encontró con su madrina, el esposo de esta y los hijos de él. Desapareció el domingo 28 de diciembre, luego de anunciar que iba a dar un paseo por la playa. El 30 de diciembre fue encontrado su cuerpo semienterrado en la arena en el trayecto que separa Valizas de Aguas Dulces.

Más tarde, el 15 de enero, la Policía encontró la mochila de la joven a unos 17 metros de distancia de donde estaba el cuerpo. Dentro de esta había una toalla, un pareo y un libro con sangre que no era de ella. Tampoco era de ninguno de los 13 indagados hasta ahora. El lunes la jueza le entregó a los padres de la adolescente la mochila, los documentos y otras pertenencias de su hija.

“La peor hipótesis”