No se preocupen. Nadie va a salir lastimado; este dinero nos va a servir para comer". Eso gritó uno de los siete asaltantes a los 15 funcionarios y clientes que se encontraban en el supermercado de Carrasco a las 7:20 horas de la mañana de ayer.

Horas más tarde, investigadores policiales ya tenían varios sospechosos de haber cometido el atraco tras trabajar con nombres y fotos de delincuentes que se "especializan" en este tipo de ilícitos.

Esta gavilla de asaltantes de supermercados y mayoristas se autorreproduce. Sus integrantes asaltaron a grandes superficies de distintas marcas en el correr del último año.

Algunos integrantes de la banda cayeron en las primeras investigaciones policiales. Los que quedaron en libertad llamaron a nuevos integrantes y cometieron otros asaltos. La Policía reaccionó y varios de ellos también fueron capturados. Los restantes, que quedaron libres, rearmaron la banda.

El supermercado abrió a las 7 de la mañana como de costumbre. Veinte minutos más tarde, los asaltantes se acercaron al supermercado en dos autos de marca Chevrolet: uno era un modelo Aveo y el otro un Onix. El Aveo tenía una matrícula que pertenecía a un camión. La Policía supone que ambos autos eran robados.

Cinco delincuentes ingresaron al supermercado. Dos de ellos portando armas largas transformadas, se colocaron haciendo guardia en la puerta. Una de las armas era un fusil Mauser al que se le adaptó un peine de balas. El otro asaltante llevaba un AK 47 también modificado, según los videos a los que accedieron efectivos de la Dirección de Información Táctica y de la Zona II.

Los dos delincuentes con armas largas se habían colocado pasamontañas para no ser identificados. Sin embargo, los tres rapiñeros, que caminaron hasta el primer piso donde estaba el dinero, tenían la cara descubierta.

Fuentes del caso indicaron a El País que el robo fue entregado o muy bien planificado. La banda sabía la hora en que se entregaba la remesa y el lugar donde se encontraba el dinero.

Luego de apropiarse de cerca de $ 5.000.000 (US$ 183.000), los delincuentes huyeron en los dos autos. La Policía cree que en los autos se encontraban 2 rapiñeros más esperando que oficiaron de choferes. Según contó un cliente a El País, los delincuentes ingresaron sobre las 7:20 de la mañana. "Yo llegué 7:15 aproximadamente. En el estacionamiento había apenas cuatro autos estacionados. Me llamó la atención que en la calle de circulación del parking había un auto en la mitad sin estacionar", dijo el cliente. "Yo me encontraba en una góndola lejos de la caja cuando sentí un grito: ¡Tírense todos al piso que los quemamos!. Después se hizo un silencio impresionante de como mucho dos minutos. Nos quedamos todos callados", relató.

Enseguida se escuchó otro grito: "¡Viva los chorros!". Segundos después una señora avisó que los delincuentes se habían ido. "Se escucharon muchos gritos y llantos", agregó. "Fueron pocos minutos. Yo no los vi. La cajera me dijo que eran seis u ocho hombres. Fueron directo a la administración a buscar la remesa que tenía el dinero para pagar sueldos", sostuvo el cliente.

Tras escapar en ambos autos, los delincuentes huyeron en distintas direcciones. Algunos testigos señalaron que el Chevrolet Aveo se dirigió por la avenida Bolivia hacia la rambla. Otros testigos indicaron que el Onix se desplazó por Avenida Italia hacia el este.

Mediante la utilización de tecnología de punta, efectivos de Información Táctica efectúa rastreos de llamadas telefónicas para ubicar a los asaltantes. En tanto, personal de Zona III rastrilla los barrios para dar con el paradero de los asaltantes.

Con armas largas, banda atracó supermercado de Carrasco