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Los argentinos volvieron a las orillas tranquilas de Las Cañas

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Foto: Daniel Rojas

Capacidad colmada entre arenas blancas y finas y un tupido monte nativo.

El principal balneario de aguas dulces de Uruguay luce colmado de turistas que han llegado de todos los rincones del país. Y es ostensible a simple vista el destacado aumento del número de turistas argentinos en relación al año pasado. La capacidad de alojamiento está colmada por el resto de enero y unas 300 carpas están desplegadas a lo largo de la zona de camping.

"Luego del temporal a principios de año, el ingreso de turistas se está dando en forma masiva", informó Mauricio Bentancur, encargado de la administración del balneario.

"Seguro que por la primera quincena de enero está todo ocupado y el resto del mes va en esa misma dirección", indicó el funcionario municipal que estimó en 300 los campamentos establecidos en la denominada Perla del Litoral.

"Después del fin de semana largo de octubre, se percibió que ésta sería una buena temporada, impulsada básicamente por turismo interno y por un 10% de argentinos", indicó Mauricio Bentancur.

Raquel Borges, al frente de una de las inmobiliarias de la zona, señaló que la temporada se está presentando incluso mejor de lo que se esperaba. "Estos días estamos a full, con una importante demanda de alquileres", dijo.

El perfil del visitante de este 2017 parece ser distinto al de otros veranos.

"Los turistas prefieren periodos más cortos de alquiler, inclinándose hacia los fines de semana, por lo que es más difícil organizarse cuando uno trata de satisfacer todas las necesidades", indicó la operadora turística.

En su opinión, "hay mucho público argentino que está volviendo después de algunos años, motivado en parte porque el cambio los favorece. Permanentemente nos están consultando desde diferentes puntos de Argentina, fundamentalmente el público de Buenos Aires que es muy fiel a Las Cañas".

Borges tiene muy presente algunas frases que sueltan los visitantes porteños ni bien llegan a buscar la llave de la casa alquilada.

"Este es nuestro lugar en el mundo, nos dicen, e incluso los niños cuando llegan expresan: ´por fin somos libres´. Eso se explica porque están contentos dado que acá pueden circular en bicicleta, andar solos con amigos y bajar a la playa, que es muy segura", expresó la agente inmobiliaria que recibe a los visitantes, a tan sólo ocho kilómetros al sur de Fray Bentos, entre arenas blancas, ceibos, arrayanes, espinillos y sarandíes ideales para guarecerse bajo sus húmedas sombras.

Huyendo del ruido.

Para corroborar lo que dice Borges alcanza con parar a un par de turistas que van y vienen caminando por el centro poblado del pintoresco balneario.

"Venimos en forma consecutiva desde hace diez años, disparando de la locura que es la capital (Buenos Aires). Acá encontramos otra calidad de gente y paz en todos lados. Para que tengan una idea, a mí me dan dos semanas de vacaciones y ya con una semana en este lugar alcanza para recargar las pilas para todo el año", dijo Matías a El País. A su familia le gusta pescar y escapar del bullicio, algo que Fray Bentos facilita a los visitantes apenas desembarcan en el litoral.

Mario, un turista que llegó con su familia desde Florida, comenta que recorriendo el país hace un tiempo descubrieron Las Cañas y desde el primer minuto a todos les encantó el balneario por su tranquilidad y belleza natural.

"Volvemos cada vez que podemos hacerlo", manifestó Mario, con una sonrisa reveladora del buen pasar en vacaciones.

El puente.

Solo en los primeros días de enero han ingresado a Uruguay por el puente San Martín algo más de 30 mil personas.

El tránsito es constante y se hace fluido a partir de las medidas adoptadas por Migración en cuanto a disponer de más personal, más vías de acceso y un sistema de precarga de datos vía web.

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Foto: Daniel Rojas

VERANO 2017

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