La policía tiene varios indicios pero él niega su implicación.

De acuerdo a las investigaciones policiales y judiciales, no habría dudas sobre el autor del crimen de la pareja de adultos mayores asesinados en una estancia en las afueras de Flores. Se trataría de un albañil conocido de la familia (que ya fue procesado por hurto por este mismo caso), que en ocasiones realizaba trabajos en el establecimiento donde las víctimas se desempeñaban como caseros y también en el domicilio particular que tenían en la ciudad de Trinidad.

El pasado lunes, los cuerpos de Mario Hernández (77 años) y Gloria Núñez (55) fueron hallados enterrados en una fosa frente a la estancia donde vivían (se presume que fueron obligados a caminar 150 metros a campo traviesa, y luego ultimados). Los investigadores del caso encontraron un caño de hierro con sangre, que a partir de los exámenes técnicos permitieron determinar que parte de esa sangre pertenecía al hombre indicado como el principal y único sospechoso, a pesar de que él lo niega.

También fueron hallados enterrados en el fondo de la vivienda del albañil varios objetos pertenecientes a las víctimas: una linterna con sangre, un termo, un revólver y un par de lentes.

Sin embargo, durante su declaración, el albañil dijo haber sido obligado a enterrar los cuerpos por dos hombres, a los que incrimina como los asesinos, sin identificarlos con precisión (ni apariencia ni apellidos), y solo dando sus nombres de pila, según dijo a El País el jefe de Policía, Mario Menéndez.

Según el patrón del matrimonio de caseros, cuando la pareja desapareció llamó al celular de uno de ellos y lo atendió un hombre que le dijo que Hernández había sido víctima de una golpiza por parte de su mujer y de otra persona.

Según explicaron los investigadores, en el último tiempo, el albañil había comenzado a comportarse de forma extraña con el matrimonio, mostrándose inquisitorio e irrespetuoso, interesándose por los bienes que tenían los caseros y el dinero con el que contaban o que percibían. Eso hizo que en más de una ocasión los ahora fallecidos hicieran saber a su entorno más íntimo sobre la conducta inapropiada del individuo, lo que les causaba cierto temor.

Tres personas están detenidas por su presunta vinculación con la muerte de Ramón Leivas, un hombre de 77 años que fue encontrado degollado en su vivienda en Melo, dijeron a El País fuentes policiales. Hasta el momento hubo una veintena de indagados en relación al caso. La víctima se dedicaba a la venta de cigarros y su cuerpo fue hallado por su sobrina y vecinos.

TRES MUERTES VIOLENTAS EN EL INTERIOR