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Aprobación de TLC con Chile divide al gobierno y al Frente

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Ariel Bergamino es el hombre que buscará convencer a la bancada del FA. Foto: Archivo El País
Uruguay's President Tabare Vazquez is greeted by the President of Chile Michelle Bachelet (L) upon arrival at the Cerro Castillo presidential palace, in Vina del Mar, 120 km west from Santiago, on March 27, 2009, during the Progressive Governance Leaders' Summit. Center-left leaders -- including British Prime Minister Gordon Brown and US Vice President Joe Biden -- and policy makers opened two days of talks aimed at shaping a joint response to the current financial crisis. AFP PHOTO/Martin Bernetti CHILE-PROGRESSIVE-LEADERS-BACHELET-VAZQUEZ
mm; mm/AFP

TARJETA AMARILLA PARA LA ROJA

Informe del Partido Comunista pide no acompañar el tratado comercial.

El texto fue enviado al Parlamento en marzo de este año para que los legisladores lo discutiesen y aprobaran. Pasaron casi siete meses y el documento aún descansa en la comisión que lo debe tratar. El Tratado de Libre Comercio (TLC) con Chile fue firmado entre ambos gobiernos involucrados en 2016, pero requiere la aprobación legislativa. Por eso ahora el gobierno de Tabaré Vázquez pretende que la bancada frenteamplista le dé un impulso a la discusión, y con la mayoría parlamentaria recuperada, lo apruebe antes que termine el 2017.

Para eso el nuevo vicecanciller, Ariel Bergamino, jugará un papel clave en las conversaciones con los legisladores frenteamplistas, ya que varios de ellos tienen reparos y son la causa de la demora en la sanción de la ley.

Se trata de un acuerdo de libre comercio de "última generación" que complementa un anterior Acuerdo de Complementación Económica entre ambos países que había liberado de aranceles virtualmente a todo el comercio bilateral de bienes. El documento tiene 20 capítulos y 300 páginas.

La intención del Poder Ejecutivo se enmarca en la estrategia de política internacional abierta que busca ampliar los acuerdos comerciales con el resto del mundo. El tema comenzó a conversarse cuando en Argentina aún gobernaba Cristina Fernández de Kirchner y el Mercosur estaba estancado.

Impulso.

Tras la salida de José Luis Cancela, como número dos del Ministerio de Relaciones Exteriores, el presidente Vázquez designó a quien era embajador en Cuba, Ariel Bergamino.

El nuevo vicecanciller es un hombre de suma confianza del primer mandatario, y ha estado acompañando a Vázquez durante todas las campañas electorales en el armado de estrategia política e incluso de los discursos que el líder frenteamplista ha pronunciado.

La impronta de Bergamino es más política que técnica en la Cancillería y por eso el gobierno espera que sirva para destrabar las negociaciones en el Parlamento, para que se apruebe de forma definitiva el texto sobre del acuerdo con Chile.

Al momento de sellar el entendimiento a nivel Ejecutivo entre gobiernos, Vázquez dijo que la decisión se enmarca "exclusivamente" en lo que mandata el programa de gobierno del Frente Amplio: un texto que el jefe de Estado dijo a su gabinete "debe ser aplicado a rajatabla".

"Creo que esto va en la línea de nuestro programa de gobierno de trabajo con los paí-ses de la región. Chile es país observador del Mercosur y esto llevará a que intensifiquemos el intercambio comercial con es-te país", dijo Vázquez el año pasado.

Para el canciller, Rodolfo Nin Novoa, la tarea de su ministerio es trabajar para que Uruguay pueda "abrirse al mundo", y el TLC con Chile va en esa dirección. En octubre de 2016 manifestó a la prensa que sentía mucha "gratificación" por haber logrado el acuerdo.

"Va a traer un gran beneficio en los índices de prosperidad", dijo y agregó que los cuestionamientos del movimiento sindical sobre los temas laborales no deberían ser tales. "El Pit-Cnt podrá estar de acuerdo o no con el tratado, pero no precisamente pude estar en desacuerdo con el capítulo de normas laborales, que son respetuosas con la normativa de Uruguay", dijo.

En el Palacio.

Dentro del Frente Amplio, el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Chile genera diferentes opiniones internas que están siendo discutidas dentro de la Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales (Carifa).

El delegado del Partido Comunista, Rony Corbo, en el organismo elevó un informe a la dirección partidaria para que no se acompañe el TLC con Chile. El tema será abordado en la orgánica la próxima semana.

Corbo dijo que lo que hace el TLC con Chile "es ratificar una serie de acuerdos ya firmados" por lo que "innova poco". Además dijo que "tiene especificidades que son complejas, sobre todo para la producción de vinos y también la pesca".

"En el marco de las negociaciones evidentemente la Cancillería chilena tiene mucho más incidencia que la uruguaya en estos temas, pero lo que más critico es la negociación que se hizo y que llegara a nuestro tratamiento cuando solo falta la ratificación parlamentaria", añadió.

El diputado socialista Roberto Chiazzaro dio su posición personal contraria al tema, ya que su sector no tomó resolución. "No veo que a Uruguay le reporte beneficios el firmar este tipo de acuerdos y en primera instancia quiero señalar que sobre este tratado no hay un estudio de impacto donde se evalúan las ventajas y desventajas", opinó.

Chiazzaro entiende que "no hay necesidad" de firmar un acuerdo porque ya hay tres firmados con Chile y dijo que un aspecto "muy malo" es que las controversias sean resueltas en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi).

Por otro lado, el delegado de Asamblea Uruguay en la Carifa, Sebastián Hagobian, defendió la firma del TLC con Chile. Consultado por El País, señaló que está de acuerdo "porque los acuerdos comerciales son importantes para Uruguay". Según dijo, la política de regionalismo abierto permitió pasar de tener 70 mercados en 2005 a 170. "Una de las maneras de tener ventajas competitivas es por medio de acuerdos comerciales y por eso estamos de acuerdo con el TLC con Chile y con el de la Unión Europea", explicó.

La búsqueda del TLC con Chile es un paso para la intención del gobierno uruguayo en ingresar a la Alianza del Pacífico. Este bloque lo integran Chile, Colombia, México y el Perú; además de Costa Rica y Panamá que son candidatos oficiales a ser miembros. Uruguay ha ingresado en las conversaciones como miembro observador.

Bachelet.

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, se reunirá con el presidente de Tabaré Vázquez en la segunda quincena de este mes, cuando la mandataria visite Uruguay para participar de las actividades en el marco del Congreso Mundial de Enfermedades No Transmisibles, de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Vázquez recibió la confirmación de la chilena en la pasada Cumbre del Mercosur en Mendoza, cuando se reunieron en un encuentro bilateral donde también hablaron del contacto con la Alianza del Pacífico.

el objetivo

Crecer en las ofertas de servicio y comercio.

El gobierno mantiene las negociaciones con la Unión Europea para que a través del Mercosur se pueda llegar a sellar un TLC entre bloques.

Pero a su vez planea concretar otros acuerdos comerciales, como por ejemplo con Gran Bretaña.

Independientemente de la magnitud de los acuerdos, para Uruguay todos los tratados son importantes y por eso esperan concretar el TLC con Chile. El pacto permitirá a Uruguay ingresar al mercado chileno con más facilidades en materia de servicios: por ejemplo en el área de software.

El documento con el país presidido por Bachelet abarca los siguientes capítulos: Comercio de Bienes, Facilitación de comercio, Pymes, Medidas Sanitarias y Fitosanitarias, Obstáculos Técnicos al Comercio, Comercio Transfronterizo de Servicios, Comercio Electrónico, Políticas de Competencia, Propiedad Intelectual, Laboral, Medio Ambiente, Cooperación, Género y Comercio, Coherencia Regulatoria, Transparencia y Anticorrupción, Administración del Acuerdo, Solución de Diferencias, Excepciones y Disposiciones Generales.

Actualmente, los productos que Uruguay vende a Chile están bastante concentrados. El 29% del total de los bienes exportados al país trasandino se explica por las exportaciones de carne bovina, según detalla el informe del instituto Uruguay XXI.

El resto de las exportaciones se divide entre placas y láminas de plástico no celular, arroz, preparaciones de limpieza, quesos y requesón, trigo, leche y madera. Sin embargo todos esos productos tienen participaciones en el total que oscilan entre el 5% y el 3%.

Las importaciones uruguayas desde el mercado chileno están más diversificadas en cuanto a productos y son lideradas por los abonos minerales o químicos con el 9% del total. Les siguen las preparaciones alimenticias y los filetes de pescado, con el 6% y el 5%, respectivamente.

Otros productos de relevancia adquiridos por Uruguay en Chile son los tomates, el papel y el cartón, la sal, los pañales y tampones higiénicos, así como las placas de plástico no celular.

Chile explica aproxima- damente el 3% de la Inversión Extranjera Directa en Uruguay (más de US$ 33 millones).

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