Avistadas en Rocha; algunas están en fase de reproducción.

Un grupo de 10 a 12 ballenas francas aparecieron en los últimos días en la zona de Arachania, Rocha. La Organización para la Conservación de Cetáceos del Uruguay (OCC) informó que permanecerán en las costas del Este hasta octubre.

Vecinos y turistas curiosos que circulaban por la zona descendieron a la playa para observar a estos cetáceos cuya edad puede llegar a los 250 años, según un descubrimiento reciente.

El tamaño promedio de los animales es de 15 metros: un ómnibus y medio de largo, acotó Rodrigo García, presidente de la organización que busca proteger los cetáceos.

El animal, cuyo nombre científico es Eubalaena australis, mide unos 18 metros y pesa entre 40 y 50 toneladas, lo que equivale a una decena de elefantes, según la OCC.

García recordó que estas ballenas están en ayunas, por lo que la única reserva alimenticia de que disponen está en su grasa. "Pueden estar desde tres hasta seis meses sin alimentarse", comentó García.

"La hembra, si tuvo a su cría, normalmente necesita de un mes y medio para que tenga fuerzas para migrar hacia el sur. Una vez cumplido ese ciclo, van a sus lugares de alimentación, que es en la zona antártica", indicó el experto.

Cualquier estrés que tengan por ruido o persecución perjudica su normal reproducción. Por lo cual, en 2002 impulsaron la firma de un decreto que prohíbe el acercamiento de cualquier persona.

Además de Uruguay, la ruta de las ballenas francas comprende la Antártida, la Península Valdés, ubicada en la sureña provincia argentina de Chubut, parte de los nueve Patrimonios de la Humanidad declarados por la Unesco en el país vecino. La ruta también llega al balneario brasileño de Florianópolis.

El grupo también reclama que se reinstale la torre de avistaje, hasta hace poco ubicada en la parada 42 de la Playa Mansa, que fue demolida por la Intendencia de Maldonado.

"Nadie consultó al Ministerio de Turismo ni a nosotros. Nos pareció muy poco respetuoso", indicó García.

El grupo empezó a recolectar firmas a través de la plataforma Change.org, en donde recuerda que esta torre fue un sitio de observación científica. "Sabemos que le faltaba mantenimiento, pero la podían haber arreglado, como ocurrió en otros momentos", dijo García.

La solicitud cuenta con 641 firmantes hasta el momento.

En otras temporadas, las barandas de la torre habían sido destrozadas por el viento.

La torre entonces "no fue demolida, sino que fue restaurada", dijeron en el sitio.

El próximo jueves 27 de julio de 15 a 18 horas se hará en Piriápolis el duodécimo lanzamiento de la temporada de ballenas en el Este. El evento se realizará en la sede de la Asociación de Promoción Turística, ubicada en la Rambla de los Argentinos entre Freire y Armenia. El evento es organizado por el municipio local y organizaciones civiles.

CETÁCEOS EN EL ESTE