No importa de qué sector productivo sea la persona, todos los consultados por El País ayer —en medio de las protestas por la suba de tarifas— reiteraron en sus críticas dos nombres: Ancap y Antel Arena.

La principal objeción que se le hace al gobierno que encabeza el presidente Tabaré Vázquez es la de haber aprobado una capitalización para Ancap de US$ 622 millones. A esto se sumó el Antel Arena, que comenzó a construirse este mes gracias a un crédito de US$ 58 millones otorgado a un fideicomiso administrado por la Corporación Nacional para el Desarrollo. "Unos US$ 100 millones nos deben por los negocios con Venezuela; es un platal, pero mientras tanto anuncian que hay dinero para capitalizar Ancap que se fundió y va a seguir mal, y hay dinero para hacer un Antel Arena que no sé para qué va a servir, pero no para nosotros", dijo ayer a El País el productor lechero Marcos Algorta, encargado de convocar la protesta del campo por las redes sociales.

Los productores también rechazaron que exista un trasfondo político en su movilización, como concluyó el Frente Amplio apuntando, directamente, al Herrerismo.

Fernando Becerra, no ocultó su sorpresa cuando se le preguntó sobre si detrás de la movilización convocada en Puntas de Malbajar, departamento de Durazno, había intencionalidad política. "Eso es menospreciar la inteligencia de la gente", dijo, recordado su afinidad con los sectores de izquierda, al señalar que en campañas anteriores fue candidato y asesor de sectores del Frente Amplio. "La situación no se limita al sector agropecuario, dado que cada peso que se genera en el sector se multiplica por seis en la cadena productiva; este aumento de tarifas nos perjudica a todos; a cada uno de nosotros", dijo a El País en la movilización a la que acudieron más de un centenar de productores. Becerra dijo a la concurrencia que "acá nadie les mandó un vehículo o les mandó gasoil para que vinieran hoy; vinieron porque piensan que hay que poner un parate a la plata que están tirando".

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