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Análisis externo: Justicia Civil "es poco profesional" e "ineficiente"

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Los jueces civiles siguen teniendo roles administrativos de envergadura. Foto: F. Ponzetto
Llegada de expedientes del juicio por el caso Pluna al juzgado de Bartolome Mitre, Montevideo, ND 20161007, foto Fernando Ponzetto

Reveló que los actuarios no tienen formación para administrar los juzgados

Jueces que no pueden administrar sus tiempos de manera profesional, atienden demasiadas tareas administrativas y no jurisdiccionales y, en algunos casos, están sobrecargados de trabajo por un sistema aleatorio de distribución de expedientes en juzgados, son las conclusiones de un estudio del Centro de Estudios de Justicia de las Américas (CEJA) sobre el sistema judicial civil uruguayo.

La investigación, titulada "Reporte sobre Gestión Judicial y Oralidad en la Justicia Civil Uruguaya", identificó "deficiencias" en materia de administración de los despachos, los cuales se encuentran a cargo de una persona que "no tiene conocimientos técnicos, específicos y profesionales" en este ámbito.

Según el informe, el sistema de gestión judicial uruguayo no está totalmente orientado a la "producción eficiente" de audiencias, pues el trabajo de sus funcionarios se encuentra destinado a la construcción del expediente y no a la gestión de las mismas, tarea que en la práctica es función casi exclusiva del juez.

"Esto genera que el recurso juez, el más caro y valioso de un juzgado (suele ser el mejor pagado y el único que puede tomar decisiones jurisdiccionales relativas a la aceptación o rechazo de una pretensión), no es administrado de manera profesional en sus tiempos y cargas de trabajo", consigna el documento.

Junto con ello, se "destaca negativamente" el hecho de que sea el propio juez quien termina siendo el superintendente administrativo del juzgado, cuando "lo conveniente" es colocar en manos del juez solo aquellas tareas de carácter jurisdiccional.

En un capítulo sobre observaciones y evaluaciones del modelo de gestión de la Justicia civil uruguaya, el estudio señala que "hay una falta de profesionalización y capacitación de la administración". Enseguida insiste: "La administración interna y general de la Oficina Judicial no es, en modo alguno, profesionalizada. (...) Esto quiere decir que la persona directamente a cargo de esa oficina, será escribano o abogado, profesiones que no reciben especial formación en materias de administración".

Otro aspecto que destacan los investigadores es el hecho de que los jueces tengan la superintendencia administrativa de sus respectivas oficinas. "Como se ha mencionado en los apartados anteriores, si bien es la actuaria la que realiza la tarea directa de administración, el juez sigue teniendo labores administrativas de gran envergadura", expresa el informe del Centro de Estudios de Justicia de las Américas.

Respecto al manejo de flujos de trabajo, los investigadores detectaron que en Uruguay existe un sistema computarizado en base al cual opera la Oficina de Recepción y Distribución de Asuntos, ORDA, en el cual rige el criterio de aleatoriedad al momento de ingresar un caso nuevo al sistema.

A juicio de los expertos, esta aleatoriedad requiere de la implementación de "mecanismos de corrección", puesto que las cargas de trabajo no se encuentran "bien distribuidas".

Para la elaboración del informe, los investigadores utilizaron información generada por entrevistas a jueces y audiencias y observación de audiencias realizadas en junio de 2016 y en febrero del año 2017.

El Centro de Estudios de Justicia de las Américas es un organismo internacional, creado en 1999 por las instituciones del Sistema Interamericano. Su sede está en Santiago de Chile y sus miembros son todos los países integrantes activos de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Debilidad.

Para los investigadores, otro hallazgo revelador del sistema uruguayo es el funcionamiento de las audiencias, las que dejan entrever "una debilitada oralidad", cuestión que impacta en la inmediación y en la concentración procesal.

A ello, se debe agregar un hecho no menor en materia de gestión, que trata del hecho de que la agenda de las audiencias no es accesible al público y es organizada de forma exclusiva por el juez, bajo sus propios criterios y sin posibilidad de evaluaciones y mediciones al respecto, reza el informe del Centro de Estudios de Justicia de las Américas.

"Todas estas observaciones nos llevan a concluir que existen muchos aspectos que mejorar en el modelo de gestión uruguayo. Lo anterior, fluye del hecho que se ha observado y constatado que el expediente sigue teniendo un rol fundamental en la metodología de trabajo", dice el estudio.

Agrega: "Esto refleja una inconsistencia entre el diseño de los despachos judiciales y la metodología de trabajo que debiese tener un proceso civil por audiencias".

Uruguay fue un país pionero en materia civil.

Uruguay fue el primer país latinoamericano en reformar el sistema de justicia civil y establecer lo que se denominó como un proceso oral y o mixto por audiencias. Tras aclarar que existe una gran cantidad de aspectos positivos en la totalidad del sistema, como por ejemplo la efectiva inmediación entre el juez y las partes en algunas actuaciones, así como también aspectos del sistema de notificaciones, los investigadores del Centro de Estudios de Justicia de las Américas creen que el sistema uruguayo, al menos desde la perspectiva de la gestión, aún presenta una "gran cantidad de prácticas" que son propias de un sistema cuyo eje es lo escrito, puesto que una parte importante de su trabajo sigue enfocado en la construcción del expediente. "No obstante dicha conclusión, consideramos que el trabajo de los juzgados sí está siendo realizado de un modo más práctico", agrega el informe.

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Los jueces civiles siguen teniendo roles administrativos de envergadura. Foto: F. Ponzetto

SISTEMA JUDICIAL URUGUAYOEDUARDO BARRENECHE

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