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Alumnos de Los Pinos elaboran su propia huerta

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Niños de quinto y sexto de escuela que concurren al programa de apoyo  escolar en la Fundación Los Pinos, cosecharon los alimentos  de la huerta y luego utilizaron esos ingredientes para cocinar. Foto: F. Flores

NUEVA EXPERIENCIA EDUCATIVA

Detectaron que muchos niños en el barrio del colegio se alimentan mal y sufren problemas de obesidad.

Niños de quinto y sexto de escuela que concurren al programa de apoyo  escolar en la Fundación Los Pinos, cosecharon los alimentos  de la huerta y luego utilizaron esos ingredientes para cocinar. Foto: F. Flores
Niños de quinto y sexto de escuela que concurren al programa de apoyo escolar en la Fundación Los Pinos, cosecharon alimentos de la huerta . Foto: F. Flores

Alumnos de quinto y sexto de escuela que asisten al apoyo escolar de la Fundación Los Pinos cosecharon las verduras que ellos mismos plantaron en la huerta de la institución hace poco más de un mes y medio.

La iniciativa forma parte un programa propuesto por una de las empresas que les dona las frutas y las verduras para que los niños aprendan a cultivar por ellos mismos y puedan trasladar la experiencia a sus hogares. "La idea es que sepan que en una maceta, en un cajón o en un medio tanque se puede plantar y que no se precisa un gran espacio o un jardín para producir los alimentos que consume una familia", explicó Pablo Bartol, director de Los Pinos. La iniciativa busca a su vez que los niños comiencen a comer de forma saludable e incorporen verduras a sus dietas.

Mala alimentación.

Bartol explica que la idea surgió luego de que se observara que muchos de los niños que viven en la zona de la Fundación y que asisten a la institución sufren problemas de obesidad. "Es un tema que lo tenemos bien detectado acá y por ello tenemos una nutricionista que está permanentemente en Los Pinos que es la que asesora a los niños y las familias de los chicos que sufren esa condición", dijo.

Según explica, la obesidad en esos niños está asociada en parte a que en sus dietas hay un exceso de harinas. "La mayoría de los alimentos que consumen son fideos, pasta y arroz y todos estos alimentos si no se lo combina bien con verduras puede producir obesidad", dijo el director de la fundación.

Bartol es consciente que ese cambio de hábito no se logra de un día para el otro sino que lleva su tiempo y es necesario generar motivación.

"Para incentivarlos lo que hicimos fue llevar al chef uruguayo Diego Ruete para que cosechara y cocinara junto con los alumnos", dijo Bartol.

Los niños, ubicados sobre grandes mesas de madera colaboraron en el proceso de producción de tortillas de papa, ensaladas y licuados. Primero se encargaron de lavar todos los alimentos que habían sacado de la tierra, luego cortaron las cebollas, las papas, batieron los huevos, y prepararon las verduras que iban a ir en la ensalada. "Todo eso que aprendieron lo pueden trasladar a sus casas y cocinar junto con la familia", dijo Bartol. "El hecho de pasar por el proceso de plantar, de cuidar, de regar todos los días la huerta, hace que los niños valoren mucho más cuando reciben el alimento porque ellos formaron parte del proceso de producción", agregó.

La huerta consiste en cinco cajones que forman unos 30 metros cuadrados. Allí hay rúcula, lechuga morada, crespa y mantecosa, rabanitos, tomates y frutillas, entre otros alimentos. La idea, según Pedro de Lisa, director de Proexur Dole y quien propuso la iniciativa y construyó la huerta, es que en un tiempo el proyecto se agrande.

Utilización.

Las verduras que se cosecharán de la huerta se utilizarán para el comedor de Los Pinos que brinda el almuerzo todos los días a 200 chicos de entre 6 y 24 años.

"Los niños que vienen a la Fundación por apoyo escolar o al liceo técnico son cerca de 300. A eso hay que sumarle los jóvenes que vienen a recibir capacitación laboral que son cerca de 150", contó Bartol. El liceo técnico surgió hace dos años y está basado principalmente en robótica. "Es doble horario: los alumnos vienen de 8:00 a 17:00 horas", dijo Bartol.

En tanto, el proyecto de capacitación laboral dura 6 meses y una vez terminado se les asegura al alumno un trabajo en fábrica. "Eso ayudó mucho a los jóvenes que habían desertado de la educación. Con esto se enganchan con el mundo de lo formal", sostuvo Bartol.

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Pablo Bartol

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