Un niño de 9 años, alumno de 4° año de la escuela pública 330 del barrio Maroñas, sufrió lesiones graves dentro del centro de enseñanza y está internado en el CTI de la Médica Uruguaya, después de ser sometido a una intervención quirúrgica.

Ante la denuncia del hecho acontecido el pasado jueves, intervino la seccional 16 y el caso pasó al juez de tercer turno Gustavo Iribarren.

Éste dijo ayer a El País que lo primero que se hizo fue dar intervención a la médica forense, que en el caso fue Sylvia Gamero, para que diera su opinión sobre si se trata de una hipótesis de accidente y puede descartarse cualquier otra que vincule lo sucedido con una situación de abuso.

En su informe, Gamero se inclinó por determinar la existencia de un accidente.

Durante esta semana, el paso siguiente será definir en qué circunstancias ocurrió el siniestro. Según confirmó el juez Iribarren a El País se planteó que hubo en la escuela una jornada de limpieza. Pero sea como sea, se deberá determinar si las lesiones de la víctima resultaron debido a la mala fortuna, cierto descuido de los responsables o una omisión grosera.

"Eso es lo que va a haber que determinar en el presumario correspondiente; el niño fue intervenido quirúrgicamente y parece que todo está encaminado", contó el juez a El País.

De todos modos tendrá que seguirse de cerca la evolución de las lesiones para determinar la gravedad.

"En el futuro habrá que hacerle otro examen por parte del Instituto Técnico Forense a los efectos de determinar si tuvo secuelas, cómo fue la evolución. Para eventualmente establecer una calificación final de las lesiones, todavía hay un trecho que recorrer", sostuvo el juez Iribarren.

Se realizarán algunas audiencias con docentes de la escuela para esclarecer las circunstancias del accidente, que habría ocurrido en un lugar en donde estaban presentes varias personas.

Presunta labor de limpieza motivó el accidente grave