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Allanan un "depósito" de armas en el Marconi

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Los traficantes usan armas de grueso calibre para enfrentarse a la Policía. Foto: Archivo

Policías encontraron pistolas y drogas de una banda; en el barrio hay una guerra narco.

Eran las 11 de la mañana del 31 de diciembre. Los pasajes del barrio Marconi estaban inundados por el intenso humo de los asados. Unos doce efectivos del Área de Investigaciones de la Zona III (Borro y barrios aledaños) y de la Dirección de Información Táctica de la Jefatura de Montevideo ingresaron en el Pasaje 316 y avenida Aparicio Saravia.

Luego de una investigación de varios meses, los efectivos sabían que una vivienda allí ubicada funcionaba como "depósito" de armas de una banda de narcotraficantes que estaba enfrentada a otra por territorio para comercializar drogas.

Mediante una orden de allanamiento expedida por la jueza de 7° Turno, Beatriz Larrieu, los funcionarios policiales se alistaban a allanar la vivienda. En ese momento, un sujeto salía de la casa con una bolsa. Al ver a los policías, extrajo un arma y efectuó varios disparos. Los policías repelieron el ataque.

El individuo corrió por los pasajes del complejo de viviendas. En la huida tiró una bolsa que contenía más de US$ 150.000 en drogas y armas.

En sede policial, los investigadores constataron que dentro de la bolsa había casi dos kilos de cocaína pura, 3.606 gramos de marihuana, unos 600 envoltorios con pasta base, cuatro balanzas y dinero. También fueron decomisados tres revólveres de calibre 38, 357 y 22 milímetros, dos pistolas 9 milímetros y tres cargadores. Los investigadores supusieron que este individuo oficiaba de "enlace" de una de las bandas narcos del Marconi y consideraron que las pérdidas en drogas y armas colocaron en jaque a dicha gavilla.

También se incautaron drogas en el operativo. Foto: Archivo
También se incautaron drogas en el operativo. Foto: Archivo

La caída del mercado de la pasta base —los adictos se inclinan hoy por drogas de mayor calidad y precio— sigue generando conflictos entre los delincuentes, según informes de la Dirección de Policía.

En la mañana de ayer, casi en la misma zona, dos personas resultaron heridas de bala. Ninguna de las dos víctimas quiso testificar sobre lo ocurrido. Se trata de un "código de silencio" que impera entre los delincuentes y reclusos: "el que habla, muere". Ese código también se extiende a vecinos de barrios carenciados. Esto obstaculiza las investigaciones de la Policía, indicaron a El País fuentes ministeriales.

A las 7 de la mañana de ayer, un joven de 18 años ingresó herido a una mutualista trasladado por una emergencia móvil desde la avenida General Flores y Chimborazo. La víctima recibió cinco disparos de armas de fuego, ninguno de ellos mortal. Investigadores policiales creen que el herido integra una banda de la zona. En la mutualista, la víctima despertó. Dos agentes de la Seccional 13° le preguntaron qué había sucedido. El individuo dijo que no recordaba el incidente.

En la misma zona, otro sujeto recibió dos balazos. "Venía caminando y me sentí herido", dijo. Se trata de una frase manida para evitar dar cualquier información a la Policía. También está fuera de peligro, según las fuentes.

Incautaciones.

Más de una tonelada de marihuana, 144 kilos de cocaína y 201 kilogramos de pasta base es el saldo de las incautaciones realizadas por la Dirección General de Represión del Tráfico Ilícito de Drogas en 2015, dijo el subdirector de esa unidad, Carlos Noria.

Los operativos conjuntos realizados por varias unidades ejecutoras del Ministerio del Interior finalizaron con 1.265 detenidos por tráfico de drogas, de los cuales 405 fueron procesadas con prisión.

Noria explicó que se trabaja de manera coordinada con otros servicios policiales y agregó que las acciones que se han llevado adelante contra las drogas descansan en dos medidas: la lucha contra la producción y la lucha contra el tráfico. "En esa estrategia se tiene en cuenta que el narcotráfico tiene tres fases bien definidas; la producción, el mercado y el tráfico", señaló Noria.

Festejaba en el patio y una "bala perdida" le alcanzó en la cabeza.

A las 13:00 horas de ayer, un hombre de 57 años se encontraba en el patio de su casa junto a familiares festejando el año nuevo en la zona de boulevard Aparicio Saravia y Avenida Burgues (barrio Las Acacias). Su hijo observó que la víctima cayó al suelo. Enseguida percibió que comenzaba a sangrar en la zona de la cabeza. De inmediato, la víctima fue trasladada al Centro de Salud Piedras Blancas. Luego de estabilizar al herido, lo trasladaron a un hospital privado. Se le diagnosticó "herida de bala en la región frontal del cráneo, con entrada y salida. Su estado de salud es grave".

Entrevistados los testigos por la Policía, declararon que no oyeron disparos ni observaron ningún movimiento extraño próximo a su casa, por lo que presumieron que se trataría de una "bala perdida".

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Los traficantes usan armas de grueso calibre para enfrentarse a la Policía. Foto: Archivo

Una bolsa con US$ 150.000 en drogas y armamentoEDUARDO BARRENECHE

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