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Alarmado, gobierno defiende las ventas de lácteos a Brasil

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Temer le prestó oídos al habitual "lobby" de productores de Río Grande. Foto: F. Ponzetto
Recorrida por tambo en el departamento de Florida, establecimiento de ganado vacuno holando destinado al ordeñe, produccion y venta de leche cruda, industria lactea, hombre de campo arreando ganado, peon de campo, ND 20170703, foto Fernando Ponzetto - Archivo El Pais
Fernando Ponzetto/Archivo El Pais

Ya prepara datos para rebatir eventuales acusaciones de “triangulación”.

Es frecuente que los productores lácteos de Rio Grande do Sul reclamen la cuotificación del ingreso de leche en polvo y quesos uruguayos, pero este año sonaron las alarmas porque el propio ministro de Agricultura norteño, Blairo Maggi, mencionó la posibilidad en una charla con su colega uruguayo Tabaré Aguerre. El gobierno uruguayo ya se prepara para rebatir las acusaciones de que "triangula" lácteos que vienen de fuera del Mercosur para enviarlos a Brasil. Y el Partido Nacional ya planteó su preocupación por el asunto.

En un momento en que el sector lácteo insinuaba cierta recuperación tras dos años muy malos, la eventual limitación de las exportaciones sería un golpe muy duro porque Brasil es el principal mercado para este rubro y suplió en parte el derrumbe de Venezuela.

Aguerre dijo ayer en conferencia de prensa, que "el Mercosur no permite establecer cuotificaciones de manera unilateral". Los sectores privados de los países podrían eventualmente negociar una cuotificación, pero esta debería ser aprobada por los gobiernos, explicó Aguerre. Uruguay vende sin subsidios y defenderá sus exportaciones, avisó. Y advirtió que, de cara a la negociación que el Mercosur desarrolla con la Unión Europa para llegar a un acuerdo comercial ambicioso, una eventual cuotificación "no parece una actitud que nos fortalezca cuando tenemos que enfrentar un bloque que también tiene este tipo de dificultad". Aguerre mencionó que la balanza comercial con Brasil es deficitaria para Uruguay en US$ 200 millones, y que el país norteño debería considerar que "el comercio es de ida y vuelta" ya que las importaciones locales de carne de cerdo norteña se han disparado significativamente.

Argentina cuotifica sus exportaciones lácteas a Brasil, pero ese acuerdo vence en marzo del año próximo. De los lácteos que importa Brasil, el 60% provienen de Uruguay y el resto de la vecina orilla.

Industria preocupada.

La industria está preocupada. El vicepresidente de Conaprole, José Pérez Viazzi, dijo a El País que se trata de un tema "súper sensible y delicado", más si se toma en cuenta que "perdimos el principal mercado en volumen y precio que era Venezuela y después le seguía Brasil" que demanda productos de alta calidad. La proximidad de Brasil "lo hace un mercado natural" porque además se puede enviar la mercadería por tierra.

Erwin Bachmann, gerente general de Claldy, dijo a El País que Brasil es el principal cliente de la empresa láctea de Young que le vende quesos, aunque está "lejísimo" de pagar los precios que en su momento pagaba Venezuela. La industria prefiere esperar por las gestiones que pueda hacer el gobierno.

Ricardo de Izaguirrre, presidente del Instituto Nacional de la Leche (Inale), recordó a El País que en 2016 se exportaron productos lácteos por US$ 350 millones al vecino del norte. Ese monto, a su vez, es aproximadamente el 30% del total exportado por Uruguay a Brasil. El año pasado se mandaron allí 102.000 toneladas de leche en polvo y en el primer semestre del año, 41.000. Este producto representa más del 60% de lo que factura Uruguay por ventas de lácteos a Brasil. De Izaguirre dijo que es "fácilmente demostrable" que Uruguay no "triangula" lácteos como insinúan los productores "gaúchos", ya que solamente importa de estos productos US$ 15 millones de yogures, quesos y postres muy específicos y de alto valor agregado y exporta por montos muy superiores. "Estamos reuniendo toda la documentación. No estamos importando leche a menor precio para venderla a Brasil", aseguró.

La amenaza de cuotificación no sería dañina en lo inmediato porque Brasil siempre importa pocos productos lácteos uruguayos en primavera pero, de todas formas, de Izaguirre considera fundamental que se mantenga el ingreso libre. Uruguay goza en ese mercado de una preferencia arancelaria ya que Brasil aplica un Arancel Externo Común de 28% a la importación de leche en polvo y queso. Es decir, aplica una traba de ese nivel a las compras de esos productos que vienen de fuera del Mercosur. "En Brasil somos competitivos" por el margen que da el AEC, aseguró de Izaguirre. "Las gremiales brasileñas todos las primaveras plantean esta dificultad. Al haber más leche, si se está importando, su precio baja y eso genera presiones muy fuertes para que las importaciones no se realicen", explicó. "Este año se ve con más preocupación, porque otros años eran los gobernadores, sobre todo de Rio Grande, quienes manifestaban inquietud por este problema y este año fue el ministro", agregó. "En este gobierno de (Michel) Temer hay una participación muy fuerte del sector agropecuario, por eso el gobierno uruguayo decidió reaccionar de manera más rápida", señaló.

Los precios internacionales de los lácteos, que fueron un dolor de cabeza en 2015 y 2016 por lo bajos que estaban, se ubican en niveles estables o levemente a la baja porque hay mucha producción en Nueva Zelanda. De todas formas, la tonelada de leche en polvo se ubica en unos US$ 3.000, bastante por encima del nivel de US$ 2.000 que generó severos problemas en el sector. La mayoría de los productores hoy puede cubrir sus costos y ahora deben afrontar la solución de su endeudamiento y la realización de inversiones productivas, dijo Aguerre. Este año, además, el clima ayudó mucho.

Uruguay tiene una posición débil en mercados como China donde países directamente competidores, como Nueva Zelanda o Australia, tienen grandes ventajas arancelarias.

Los blancos piden que comparezca Aguerre.

La bancada de diputados del Partido Nacional pidió a través de los representantes Nicolás Olivera y Jaime Trobo que la comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara invite al ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre, para que informe sobre la situación planteada con la posible cuotificación de las exportaciones lácteas a Brasil. Los diputados blancos piden que la comparecencia sea urgente. Los bajos precios internacionales y la desaparición del mercado venezolano que pagaba altos valores, ha provocado el cierre de varios tambos.

Gaúchos dicen que Uruguay desequilibra precios.

En los últimos días el "lobby" de los productores lácteos de Río Grande do Sul se intensificó. La Organización de Cooperativas Brasileñas fue recibida por el ministro de Agricultura, Blairo Maggi, y le planteó que el ingreso de productos uruguayos desequilibraba los precios en Brasil.

El gobernador gaúcho José Ivo Sartori y la senadora Ana Amélia pidieron a Maggi que interviniera ante Uruguay. "La segunda mayor cuenca lechera de Brasil está en nuestro estado. Hay más de 100.000 establecimientos en 467 municipios. Precisamos encontrar alternativas para preservar al sector", argumentó Sartori.

Una propuesta que analiza el ministro es prohibir la compra de lácteos uruguayos no embalados en su lugar de origen destinados a programas gubernamentales. También analiza la posibilidad de exigir la reducción del período en que pueden estar los productos en las góndolas.

Brasil fue el destino del 86% de la leche uruguaya en polvo descremada y del 72% de la entera en lo que va de 2017. En la importante Expo Esteio de Río Grande do Sul los productores gaúchos argumentaron que las importaciones de lácteos desde Uruguay representaban aproximadamente 92 días de producción en los establecimientos riograndenses. La exportación de leche en polvo uruguaya va, en parte, a programas gubernamentales brasileños de alimentación en los que los productores gaúchos quieren tener mayor participación.

El sector lácteo ocupó el cuarto lugar del ranking de exportaciones uruguayas en 2016, con US$ 563 millones (7%) del total. Continuó enfrentando un contexto adverso, especialmente porque los precios a nivel internacional de la leche en polvo y queso mantuvieron una tendencia a la baja. Las compras brasileñas de lácteos locales se duplicaron.

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Temer le prestó oídos al habitual "lobby" de productores de Río Grande. Foto: F. Ponzetto

TRABAS COMERCIALES BRASILEÑASJUAN PABLO CORREA

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