El sistema de espionaje informático y de escuchas telefónicas El Guardián, cuestionado por la oposición por violatorio de la intimidad de las personas, comenzará a operar en agosto, ya que la Suprema Corte de Justicia lo autorizó, informó el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, en la comisión especial de Seguridad del Senado, que anoche sesionó por primera vez.

Bonomi concurrió acompañado por la plana mayor del Ministerio del Interior: el subsecretario Jorge Vázquez, el director general Charles Carrera, el jefe de Policía de Montevideo Mario Layera, el director nacional de Policía Julio Guarteche, y varios asesores.

El ministro, ante preguntas del senador blanco Javier García, que lo convocó a la comisión, explicó que el nuevo sistema "es mucho más garantista que lo actual". Respecto a los datos que pueda obtener El Guardián por orden del juez, "el sistema no se puede comunicar con la empresa telefónica sino que es la empresa la que entra en El Guardián solo adonde el juez quiere investigar. El temor que existe es que haya un hecho corrupto. Pero donde se almacena toda la información es en la empresa telefónica", dijo en la comisión del Senado.

Bonomi anunció que el Ministerio "siguió avanzando con la Suprema Corte de Justicia, que autorizó el uso", y que "ahora se está instrumentando con las empresas telefónicas la forma como se va a trabajar. Probablemente en agosto esté en funcionamiento", remarcó.

García insistió en que hay "debilidades legales muy importantes para garantizar las libertades individuales de las personas", aunque admitió que "es lógico" que se necesiten escuchas telefónicas para combatir el delito.

El Ministerio del Interior maneja bajo estricta reserva todo lo vinculado con el sistema de espionaje electrónico, adquirido a una empresa brasileña a través de una compra directa de US$ 2 millones. El software multiplica la capacidad de interceptación de comunicaciones que hoy tiene la Policía. Con él se puede acceder de forma simultánea a 800 celulares y 200 teléfonos fijos; también habilita a crear cuentas espejo de hasta 100 suscripciones de e-mails y el monitoreo de hasta tres redes sociales.

Otra de las preguntas de García fue acerca de cuándo "se va a cumplir con la promesa de la campaña electoral de bajar un tercio las rapiñas", a lo cual el ministro respondió que "no podemos manejar plazos, sino mejorar la operativa para que esos resultados lleguen", y que "eso se está haciendo y ya está dando resultados".

García recordó en la reunión que en octubre pasado, en plena campaña electoral, el entonces candidato Tabaré Vázquez se comprometió a frenar el crecimiento de las rapiñas y, en cinco años, reducir el número de los hurtos y rapiñas en un mínimo de un 30%. Y reclamó "asumir el compromiso electoral" de Vázquez. "Si no hay plazo, es porque no se sabe cómo hacerlo", remarcó.

En otras oportunidades el ministro ha dicho que no podía asegurar que se llegara a bajar un 30% las rapiñas en este período de gobierno.

Acerca de la investigación del secuestro de Milvana Salomone, la oposición puso en duda que la ginecóloga haya sido una víctima secundaria, es decir, que no era la persona seleccionada para secuestrar.

El equipo del Ministerio del Interior insistió en que Salomone no era la primera opción de la banda. "Sigue bajo investigación saber cuál era el primer objetivo", replicó Bonomi.

Otro aspecto analizado fue la aparición de tres artefactos explosivos en zonas cercanas a la embajada de Israel.

Hace pocos días se cumplieron siete meses desde la aparición del primero de tres artefactos en las inmediaciones de la Embajada de Israel, el 24 de noviembre de 2014 y, hasta hoy, no hay sospechosos ni detenidos. La complejidad del segundo (8 de enero de 2015) y luego del tercer aparato (24 de junio pasado) fue creciendo y, aunque ninguno tenía poder de destrucción, la preocupación de la autoridades se mantiene y así lo ratificaron ayer ante la comisión legislativa.

Las autoridades de Interior subrayaron que los tres casos son investigados como "un paquete". La Policía, Bomberos, el Ejército y la Justicia actuaron en cada caso investigando la peligrosidad de lo encontrado y las intenciones de quienes dispusieron los artefactos. El primero, un maletín, fue encontrado frente a la Embajada de Israel cuando estaba en Bulevar Artigas, y los dos siguientes en el predio del WTC, donde está ahora la sede diplomática.

Según plantearon ayer en la comisión, la Policía no descarta hipótesis alguna pero no cree que sea una acción de Israel para medir tiempos de respuesta, o de alguna eventual organización. Sin embargo, tampoco hay certezas de que se trate de una acción terrorista. "Si hay una organización terrorista, no busca medir el tiempo de respuesta de la Policía. Si quieren cometer un atentado, lo hacen", explicó Bonomi en la comisión.

"También se pudiera estar midiendo la capacidad de protección de la Policía" a una eventual víctima, añadió. Descartó la excesiva preocupación que mostraron varios senadores en la comisión diciendo que "es muy débil como indicio. No pienso que haya una organización terrorista detrás, aunque uno no puede descartar nada".

Bonomi insiste en que Salomone no era el objetivo de los secuestradoresDANIEL ISGLEAS