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Abuelo a la cárcel por abusar durante 10 años de su nieta

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Irá 4 años a prisión; los ataques comenzaron cuando la niña tenía 7 años

Un abuelo de 50 años de edad fue condenado a cuatro años de penitenciaría por haber violado en reiteradas oportunidades a una nieta que actualmente tiene 17 años.

Según el fallo de los integrantes del tribunal de alzada que tomó el caso, el sujeto sometió a abusos a la niña desde que tenía siete años. Las violaciones comenzaron seis años después y se prolongaron hasta que la víctima alcanzó los quince años.

A la hora de computar la pena, la Justicia tomó en cuenta el agravante de que las violaciones fueron cometidas en la misma casa que ambos compartían junto al resto de su familia.

Los hechos quedaron de manifiesto el 31 de marzo de 2015 cuando en un centro de ASSE la psicóloga de guardia atendió a la víctima, entonces de 15 años.

La psicóloga escuchó de boca de la menor cómo fue el calvario sufrido desde que tenía 7 años, cuando por primera vez fue abusada sexualmente por su abuelo.

En el juicio al que fue sometido el sujeto quedó claro que se cumplieron todas las etapas de un asalto sexual.

Controlada.

De acuerdo al relato de la niña, su abuelo la prefería por encima de sus hermanos, a tal extremo que le regalaba ropa y se mostraba obsesionado por si ella "tenía novio".

El abusador mantenía un estricto control de la joven llegando inclusive a ver con quién se contactaba en las redes sociales y a qué hora llegaba o salía de la casa.

La situación estalló cuando la niña tenía apenas 9 años. En esa ocasión el abuelo le declaró que "la amaba", que "era su nieta preferida" y que se trataba de una "relación normal entre dos personas que se quieren".

Las palabras dieron paso al ataque sexual con manoseos, a tomarle fotos en poses y a narrarle las experiencias sexuales que mantuvo con otras mujeres.

Los expertos entienden que un agresor sexual prepara el camino y lleva adelante estas acciones para "calibrar la reacción de la niña: si existe un rechazo —extremo que es improbable a tan corta edad— el agresor abandona su plan o acude directamente a la violencia para consumar la violación".

La niña contó que "si yo le sacaba la mano me amenazaba, me decía que esto es normal en las parejas. Yo le decía que yo no era la pareja".

El abuelo le respondía que cuando su nieta cumpliera los 18 años los dos pasarían a vivir juntos. De esta forma, se desprende del fallo, el sujeto consuma la segunda etapa del asalto sexual.

"El ataque sexual acompañado por el infaltable secreto, la imposición del secreto, porque de lo contrario si ella no hacía lo que él le pedía su abuela quedaría en la calle y se moriría", señala la sentencia. Y agrega: "Se establece así lo que ocurre en la generalidad de los casos frente a una notoria asimetría de poder emocional —afecto hacia un ser integrante del grupo intrafamiliar— del que depende económicamente y afectivamente, de la amenaza que hasta por razones de edad aterroriza".

La sentencia explica que la víctima "siente la culpa que debe cargar sobre sí si esa amenaza se cumple". Y pregunta: "¿Y si cumple la amenaza? ¿Y si quedan en la calle? A ello debe añadirse la incertidumbre de si tendrá el apoyo de su entorno familiar, o será culpada del desmoronamiento de la familia". "¿Será culpable también de que su abuelastro termine en la cárcel? La crueldad de la encrucijada es notoria para alguien tan pequeño", sentencia.

Los manoseos comenzaron cuando la niña tenía 7 años y las violaciones cuando cumplió 13. Los asaltos sexuales ocurrieron cada vez con más frecuencia. "Yo le decía que no y él me decía que iba a dejar a la abuela en la calle. Así siguió una vez por mes y después fue más progresivo", declaró la joven. En otra oportunidad la sujetó por los brazos y le expresó que su abuela iba a morir. "Él trabajaba con un arma. Me la mostraba y me decía: Si no a tu abuela le va a pasar esto", agregó la víctima.

Los tiempos de la justicia: el caso es del año 2015.

El abuso se detectó en 2015 y el fallo en primera instancia fue dictado el 7 de abril de 2016 por la jueza de la Ciudad de la Costa Marcela Vargas.

La resolución fue apelada por la defensora de oficio, lo que motivó la intervención del Tribunal de Apelaciones en lo penal de 2º turno.

La sentencia fue confirmada el 22 de diciembre en segunda instancia.

Los ministros, si bien confirmaron el fallo, modificaron la tipificación imputándole al abuelo reiterados delitos de atentado violento al pudor.

FALLOM. GALLARDO

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