Súbitamente, el Frente Amplio parece haber descubierto que las comisiones investigadoras parlamentarias no son buenas. Que tienen demasiadas competencias. Que debería ponerse un límite a sus actuaciones.

Que en estos procesos se pone en tela de juicio el proceder de funcionarios públicos y su gestión de la cosa pública. Que detrás de una denuncia hay honores que pueden verse rozados.

Se dice —ahora— que quienes denuncian irregularidades y se aprestan a recurrir a la Justicia por hechos con apariencia delictiva no buscan la verdad ni la defensa de la transparencia administrativa, sino únicamente desgastar políticamente a los denunciados y generar un hecho político.

Durante sus dos primeros períodos en el gobierno nacional el FA no permitió que se investigara denuncia alguna. Si alguien pretendía hacerlo, la mayoría parlamentaria propia y debidamente regimentada abortaba, de cuajo, cualquier intento. Solo se podía llamar a sala a un ministro, aunque aceptando de antemano que el secretario de Estado no respondería a lo que se le preguntaba y que, en cualquier caso, estarían los votos necesarios para declarar satisfactorias las explicaciones que el jerarca de turno no había dado.

Con Ancap algo cambió. El FA exhibió fisuras y terminó por habilitar la conformación de una investigadora parlamentaria. Con ello se abrió una Caja de Pandora que, semana a semana, nos fue enterando a todos de la magnitud del desmanejo de la "gestión" de la empresa estatal durante los últimos diez años. La gravedad de la situación requería una urgente capitalización y, aunque más no fuera por eso, la izquierda debía sincerar el desastre que se pagará con dinero de todos los contribuyentes.

Ahora más de uno se arrepiente en el FA de haber votado esta investigadora, como han reconocido sin pudores el propio José Mujica y la señora Lucía Topolansky. Casi como decir que hubiera sido mejor barrer el desmadre bajo la alfombra.

¿Alguien cree que el FA volverá a votar otra investigadora? ¿Se entiende ahora por qué no se votó en su momento una investigadora sobre el desastre de Pluna y la dichosa subasta de los aviones? ¿Queda claro por qué no se aceptará investigar lo que sucedió con la regasificadora y la ministra Carolina Cosse se da el lujo de ir al Parlamento y no responder a lo que se le pregunta? ¿De verdad piensa la oposición que estarán los votos del FA para investigar en el Parlamento los negocios con Venezuela?

Nada de eso. La fuerza política que cuando era oposición promovía calurosamente la formación de comisiones investigadoras y el envío de denuncias a la Justicia no quiere, ahora que está del otro lado del mostrador, que le hagan lo mismo ni nada parecido. Los que vociferaban en los medios, exhibían faxes adulterados (remember Focoex), pedían el procesamiento de Dios y María Santísima, hoy dicen que hay que cuidar el honor, que la prisión de Enrique Braga fue una injusticia (¿no deberían, dicho sea de paso, pedirle perdón a su familia?) y que no hay que hacer política con estas cosas.

¿Podrán mirarse al espejo de su historia reciente cuando condenan lo que hasta ayer nomás promovían? - [email protected]

La Columna de Pepe preguntón