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Spalding, la marca deportiva que le saca el jugo a la «naranja» en la NBA

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Spalding. Mimada por grandes jugadores de la liga ha protagonizado más de siete millones de puntos en la NBA. (Foto: Google Images)

Desde hace más 30 años la empresa nacida en Chicago provee el balón oficial de la liga de baloncesto de EE.UU.

1894. Tan lejos en el tiempo hay que remontarse para encontrar el inicio de la alianza entre el basquetbol y la marca deportiva Spalding. Ese año, el padre de este deporte, John Naismith, le pidió a la empresa de artículos deportivos AG Spalding (con sede en Chicago) que desarrollara el primer balón profesional para ese juego nacido solo tres años antes.

Luego de 121 años en el negocio, más de 30 como balón oficial de la Asociación Nacional de Basquetbol de EE.UU. (NBA) y protagonista de más de siete millones de puntos convertidos en ese torneo, el lazo entre la liga de baloncesto y Spalding sigue más vigente que nunca.

Desde lo emocional, ha estelarizado varios hitos de la mano de glorias como «Magic» Johnson, Larry Bird, Kareem Abdul-Jabbar, Tim Duncan, Kobe Bryant, Michael Jordan y LeBron James.

La marca sigue firmando el balón naranja oficial, un tesoro al que los gigantes de la indumentaria deportiva, Nike y Adidas, no han podido conquistar pese a sus millonarios acuerdos con la liga.

Adidas pagó US$ 400 millones para vestir a los equipos de la NBA desde 2006 y por 11 temporadas. La posta la tomará Nike que ya anunció un acuerdo por US$ 1.000 millones para sustituir a la marca alemana como sponsor técnico desde la temporada 2017/2018 y por un plazo inicial de ocho años.

La posición de privilegio de Spalding dentro del marketing de la NBA no le ha evitado sufrir problemas económicos serios. Para inicios de la década del 2000, las ventas de la compañía cayeron a US$ 400 millones mientras la deuda total se había engrosado a US$ 560 millones. Los sucesivos traspiés económicos y comerciales culminaron con la venta de la empresa en 2003 al grupo Russell Brands, dueño de las marcas deportivas Russell Athletic (indumentaria), Brooks (ropa y calzados), Jerzees (remeras), Bike (protectores), Dudley (pelotas y accesorios de softball) y AAI (equipamiento para gimnasia). El holding es propiedad de la inversora Berkshire Hathaway, cuyo CEO es nada menos que el magnate Warren Buffett, «el Oráculo de Omaha». Al final de la trama podría concluirse que Buffett es «el dueño de la pelota» de la NBA.

Hoy en día, las ventas de Spalding contribuyen en gran medida a los ingresos de Russell Brands, estimados en US$ 1.400 millones al año. La historia cuenta que los hermanos Spalding, Albert y J.Walker, fundaron su empresa con solo US$ 800 que su madre les facilitó en el año 1876.

Aunque identificada con el basquetbol, Spalding ha diversificado desde sus inicios el catálogo de productos, incluso se dedicó a las bicicletas (negocio que discontinuó poco después de comenzar) y hasta se asoció con otras empresas durante la Segunda Guerra Mundial para fabricar el rifle automático M1918. Actualmente, produce balones y accesorios para basquetbol, béisbol, fútbol americano, voleibol, softbol y fútbol.

A diferencia de otras marcas, Spalding no ha incursionado en profundidad en asociaciones con deportistas de elite. Entre sus «embajadores» destaca el veterano alero Paul Pierce, pero está lejos de reclutar a estrellas consagradas como LeBron James (Nike) y Derrick Rose (Adidas) o ascendentes como Kevin Durant (Nike) y Stephen Curry (Under Armour), líder del último campeón, Golden State Warriors. El gran gancho de la marca sigue siendo la «naranja». Y le saca jugo.

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Spalding. Mimada por grandes jugadores de la liga ha protagonizado más de siete millones de puntos en la NBA. (Foto: Google Images)

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