Del Abuelo Helados Artesanales dejó de atender exclusivamente a empresas y abrió sus puertas al público; la esquina de Orinoco y Michigan es la vedette de la firma

Galletita María con dulce de leche, limón con albahaca o pomelo con romero son solo algunos de los sabores especiales que ofrece Del Abuelo Helados Artesanales. Los gustos no tradicionales dieron a conocer a esta propuesta que se dedicaba exclusivamente a atender empresas, pero ahora abrió sus puertas al consumidor final.

Hoy todos están de parabienes. Al pequeño local de Pocitos (Chucarro y Pagola) se sumó la reciente apertura de Orinoco y Michigan. La esquina se distingue claramente por las mesas y en el interior de la heladería una pared-pizarra da cuenta de los gustos disponibles.

Arroz con leche, Baileys, chocolate a la pimienta, flan, mandarina con cardamomo, naranja con cardamomo o pistacho son los bautizados «especiales». También los hay frutales como banana split, frambuesa, frutilla, frutos rojos, limón o maracuyá y no faltan las cremas (con sabores que van de cheese cake a chocolate split, pasando por tramontana o Ferrero Rocher). La vainilla merece especial recomendación porque su sabor dista de lo que habitualmente se degusta en el mercado.

El emprendimiento es comandado por Marcello Bregonzi y los hermanos Leticia y Sebastián García. Ella fue la responsable de adquirir la firma hace un año y medio. Del Abuelo no dejó de atender a los clientes corporativos, pero detectó un nicho importante entre quienes golpeaban la puerta de la empresa intentando comprar sus sabores.

La marca registrada de la casa es el proceso artesanal de su fabricación, que es 100% natural.

A su línea de helados, se suman también los bombones y tortas heladas. En lo corporativo siguen siendo proveedores de varios hoteles y empresas de catering y además elaboran sabores especiales según la demanda de los clientes. Sabores como yerba, whisky, aceite de oliva, queso parmesano o mascarpone ya han formado parte de su carta.

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