En Ciudad Vieja la carta del chef Marco Bonino sorprende a los comensales con combinaciones únicas; su cuidada propuesta invita a poner a prueba los paladares más sibaritas.

Carta de autor, generosas porciones y precio accesible. Así podría resumirse la propuesta de Bartolomé Resto Bar.

Inaugurado hace apenas dos meses, su carta conquista a los comensales que frecuentan el local instalado en Bartolomé Mitre 1332. De lunes a viernes, la casa ofrece un menú ejecutivo ($ 590) que permite elegir entrada, plato principal, postre y bebidas. Las opciones sugeridas siempre contemplan carne, pescado y una alternativa pensada para quienes optan por una dieta vegetariana.

El diseño de la carta lleva el sello de su autor: Marco Bonino. Tras vivir 10 años en el Mediterráneo, algunos meses en el sudeste asiático y hacer uso de su herencia italiana, sus preparaciones tienen el sello de un creador que ha pasado por distintas cocinas y fogones del mundo.

La carta es breve, pero con platos muy cuidados. «No hago una cocina muy elaborada, pero sí hago la mejor versión de lo que me gusta de la comida italiana, francesa, tailandesa y vietnamita», reconoce el chef.

«Mi preocupación diaria es ofrecer cosas bien hechas», remarca. La materia prima para sus creaciones es celosamente cuidada. Por eso, en Bartolomé optan por lo más fresco, no se cocina con conservantes ni enlatados. Lo congelado —a excepción de algún pescado— no tiene ningún asidero en la casa.

En días de frío no faltan las sopas caseras que se transformaron en un hit del restaurante y sorprenden por sus presentaciones y combinaciones; pueden ser desde calabacines al ajillo, mascarpone y jamón hasta espinacas, espárragos o remolachas.

Otro destaque de Bartolomé es que elabora comida para celíacos y su cocina está adaptada para hacer preparaciones especiales.

La casa cuenta con unas 30 butacas, más las plazas de su barra, así que conviene reservar. Abre de lunes a sábado de 12 a 15:30 y a la noche (desde las 20).

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