Altos precios de alimentos y Obamacare son algunos factores para que gane terreno la tecnología en el segmento de comida rápida, que tiene margen de ganancia estrecho

Cada vez más dejan la gran pantalla para alojarse en un futuro no muy lejano. De la ciencia ficción a la realidad, los robots están cerca de entrar en las cadenas de comida rápida como McDonald’s y Burger King, reemplazando al personal detrás del mostrador. Esto es lo que revela un estudio realizado por la firma de servicios financieros Cornerstone Capital Group.

Según el informe, los principales factores de este cambio son los altos precios de los alimentos, a raíz del cambio climático, las consecuencias inciertas de Obamacare —la reforma de la cobertura de salud propuesta por el presidente de EE.UU., Barack Obama— que podrían aumentar los costos de personal, y las tendencias de la distribución del ingreso, que son «cada vez más un punto de controversia social y política».

Como los costos laborales y de alimentos son responsables de 60% a 70% de los gastos de la industria, estos factores amenazan una categoría que ya opera con márgenes de beneficios estrechos.

Una opción sería aumentar los precios para compensar los costos de los alimentos, pero el éxito de esta estrategia dependerá de la inflación de los alimentos y el nivel general de la inflación en la economía. Además, el segmento de comida rápida suele ser sensible a los precios.

Mientras los robots no llegan a las cadenas de comida rápida, ya se estableció el uso de aplicaciones en muchos restaurantes estadounidenses, ayudando a los clientes a hacer sus pedidos por adelantado y luego capturarlos en el mostrador, lo que podría hacer superfluas a las cajas. En general, estas tecnologías ayudan a reducir los costos y hacer que el negocio sea más eficiente.

«Siempre que sea posible, la tecnología utilizada para hacer pedidos (kioscos, teléfonos, teléfonos celulares, pedidos en línea) puede acelerar el proceso, mejorar la precisión y reducir el costo del trabajo para el operador, lo que les permite mantener sus márgenes de costos actuales», dijo Darren Tristano, vicepresidente ejecutivo de Technomic, una compañía que supervisa la industria de comida rápida, Mashable. Para él, la automatización de las cocinas puede conseguir alterar el toque personal de la cocina y no sustituir el servicio personalizado.

«Con las reservas a la parte de atrás de la casa, la automatización en las cocinas —que puede ayudar a mejorar la eficiencia en el trabajo— reducirá los costos, pero en cierta medida le quita el toque personal de un cocinero o chef», opinó Tristano.

«Estos cambios pueden ser menos deseables por los consumidores. En general, la automatización de hoy quizás ahorra unos cuantos dólares, pero probablemente no tendrá un gran impacto en los operadores de restaurantes que tienen y seguirán centrándose en el servicio, hospitalidad y una sonrisa amistosa», remató.

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